Amor en custodia.

Epílogo.

Altagracia.

Han pasado 3 meses desde que llegó Saúl ah España, todo ha sido perfecto la relación que tiene con Isabella es maravillosa, me hace sentir muy feliz, mi niña ama que su papi vaya a recogerla a la escuela y cuando vamos los dos revolote como paloma.
Desde que ella llegó a mi vida jamás volví a sentir la necesidad de quitarme la vida, pues gracias a ella ya la tenía completa, mi hija, mi Saúl y ahora solo faltaban mis padres. Saúl tiene que regresar a México por su trabajo, me pidió que lo acompañe junto con nuestra hija, había pensado en ir, pero ahora me acobarda la ida. Pero el simple hecho de  llegar a casa y ver a mis dos personas favoritas me hace sentir más fuerte de lo que soy. El tiene que regresar en 10 días y ahora estoy teniendo problemas con un restaurante gracias a Zack, hizo algunas cosas que no estaban bien, antes de dejar de trabajar ahí, así que ahora ocupa mucho más mi tiempo. Llego a casa pasadas las 11 pm, así que mi bebé ya está durmiendo, Saúl intenta esperarme pero aveces se queda dormido.
Nada más llego a mi casa, me quitó los tacones y voy directo por una copa de vino, son las 12:30 pm, así que mi hija está dormida y Saúl supongo que también... Pero mi suposición no fue correcta, ya que levante la mirada y el estaba recargado en la pared esperandome con una sonrisa.

S- vaya, hasta que llegamos amor. Como te fue?
A- lo siento amor, pero todo se está complicando con un restaurante y eso me tiene con mucho trabajo
S- amor, pero estas consciente que en dos días nos vamos a México?
A- dos?, que no eran 10?
S- si amor, eso te lo dije el primero de este mes y ahora estamos a 8...
A- mierda... Amor, todo esto me tiene vuelta loca... Tal vez, no sea posible que viaje contigo en 2 días
S- qué?, pero teníamos planes... Tus papás y los míos, quieren concer a la niña
A- si, lo se pero... Esto me está sobrepasando y no se como hacerlo
S- Altagracia... También debemos hablar, de que pasara con nosotros; tendremos una relación a distancia o que pasara?
A- de que hablas?
S- bueno, tú sabes que no me puedo quedar aquí, mi trabajo está en México... Y a mi familia no la puedo dejar ahí, sabes que yo jamás me hubiera podido pagar un viaje hasta aquí si no fuera por la misión que tenía.
A- no entiendo a qué quieres llegar...

Claro que lo entendía, pero prefiero hacerme la idiota.

S- pues te iras conmigo?.
A- Saúl... Aquí hice mi vida, la vida de nuestra hija es maravillosa, va a una muy buena escuela, tiene amigos y... Aquí es feliz
S- pero si estamos juntos ella puede ser mas feliz, podremos llevar las cosas, puedes montar otro negocio en México y así hacer crecer tu cadena de restaurantes, amor piénsalo... Podemos hacerlo juntos si así lo deseas...
A-Saúl... Todo suena muy bonito, pero... Tengo miedo, de que esto no funcione
S- eso es un no?
A- eso es un necesito pensarlo, dame estos días y yo en un par de días te alcanzo en México con la respuesta
S- pero y Bella?, no quiero que mis papás sigan si conocerla, ella está más que emocionada por ir y...
A- amor, tranquilo... Ella, por mas que me cueste decirte esto, ella irá contigo a ese viaje, eres su papá y se que si no esta conmigo, tú eres capaz de cuidarla
S- amor, me haces sentir como si te despidieras de mi o algo así
A- no amor, solo vamos a nuestra cama...
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Saúl.

Llegamos a México Isabella y yo, hace 4 días  mi familia se volvió loca cuando la vio, todos tienen como una princesa a mi hija, aunque ella se la pasa de maravilla  todos los días pregunta por Altagracia, pero ella no da señales, se supone que debe llegar mañana y eso es lo que tiene feliz a mi hija, que por fin su mami llegara, todos en mi casa están maravillados de volver a ver a Altagracia, también falta que los papás de ella conozcan a su nieta.
Isabella - papi, manana ilemos pol mami?, la staño
S- supongo que si bombón, ahora a la cama iré a tomar una ducha
Isabella - caloo

Isabella se acuesta en la cama que comparto con ella y eso me hace feliz, ver a mi hija aquí conmigo, pero necesito saber de la mujer de mi vida, le marco a Altagracia, creí que otra vez no me contestaría, pero estuve equivocado, al tercer timbre contesta.
Llamada.