tenías que ser tú.

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- No tengo nada que perdonarte, esto nunca pasó- me voltee- Adiós Aaron, espero que esta sea la última vez que te vea.
Me fui sin voltear a verlo.
Entre a Hannah's para despedirme de los chicos y mis amigas pero no estaban. Así que agarre mis cosas, me subí al coche y manejé hacia mi casa. En el camino solo pensaba en una cosa... en Aaron.
- Maldito Kutcher, ¿por qué tenías que cagarla? ¿por qué te tuviste que acostar con Inna?-. grité al vacío.
Llegue a mi casa, me acosté en mi cama y revisé mi celular. "4 llamadas perdidas de V<3"
le devolví la llamada pero no contestó, vi la hora y eran las 3 a.m., nada bueno pasa después de las 3 así que me dormí.

POV'S AARON.
Después de hablar con Pia, en realidad si quedé algo desanimado ya que no sabía que le había afectado tanto, que idiota soy.
Subí a Hanna's pero no encontré a nadie así que le llame a Josh y me dijo que estaban en su casa con las chicas así que decidí regresar al hotel con Abbs pues mañana saldríamos a desayunar temprano.

A la mañana siguiente.
La voz de Abby me despertó alrededor de las 8 a.m. diciéndome que ya debería vestirme.
- Amor, el desayuno es a las 10, ya deberías arreglarte- me dijiste Abby metiéndose a la ducha-.
- Abbs, son las 8 a.m. aún hay tiempo, siempre estoy listo en 20 minutos- le dije tranquilo pues estaba cansado y desvelado, así que decidí volver a dormir-.
Debió de pasar más de una hora porque cuando abrí los ojos Abby me vio con una cara de pocos amigos.
- Aaron, son 9:40 y tú sigues durmiendo, no debiste salir ayer si sabias que hoy teníamos un compromiso  con tus padres, no es cualquier cosa, por Dios Aaron anunciaremos nuestro matrimonio.- dijo molesta.
- Mierda, ¿en serio son las 9:40 a.m.?- dije sorprendido- me bañare rápido mi amor, no me tardó.
Me bañé y arreglé lo más rápido posible, eran 10:15 a.m. y ya estaba listo.
- Listo, bajemos al restaurante del hotel-. tome su mano y salimos del cuarto-.
Me sentía muy feliz ya que tenía mucho tiempo sin ver a mi familia, cuando entramos al restaurante con Abby ellos ya estaban en una mesa, mi madre, padre y mis dos hermanas.
- ¡GRANDOTE TE EXTRAÑE!.- me dijo Amy, mi hermana menor para después darme un abrazo-.
- Yo igual Amy, pero por dios, mírate ya eres toda una señorita, que rápido haz crecido.- le dije abrazándola.
- Cállate que te fuiste cuando tenía 10.- todos reímos-.
- Bueno Familia les quiero presentar a Abby Forrez, mi prometida.- les sonreí aunque todos traían una cara de confundidos-. por eso los reuní aquí para avisarles que nos vamos a casar en 1 mes y pues vinimos a invitarlos a la boda, será en Manchester.
- Wow hijo, eso es...- se quedó callada- interesante y emocionante- por fin dijo- dile algo Issac- le dijo mi madre a mi padre-.
- Felicidades hijo, por fin te convertirás en un hombre- puso su mano en mi hombro- pero ¿Abby, verdad?- volteó a ver a mi prometida- cuéntanos sobre ti, queremos conocer a la futura esposa de nuestro hijo- le sonrió.
- yo creí que te ibas a casar con Pia- me susurró riendo Montserrat, mi hermana mayor que venía con su esposo- pero felicidades a los novios- nos sonrió-.
Y así pasó el desayuno, Abby hablando sobre ella y de cómo nos conocimos. El tiempo pasaba y yo me sentía feliz ya que mi familia la acopló bastante bien, cuando en eso veo a Pia entrar con el chico que la sostenía de la cintura ayer.

POV'S PIA.

Desperté por mi celular ya que no dejaba de sonar.
-¿bueno?- dije somnolienta-.
- buenos días preciosa, ¿cómo amaneciste?- dijo Thiago del otro lado del teléfono-.
- ah, eres tú- dije- bien bien, ¿qué pasó?.
- nada, solo que quedamos en salir hoy y me apeteció invitarte a desayunar conmigo, estoy en tu casa en 40 min, te quiero.- me colgó-.
Genial, ni siquiera me dio tiempo para evitar eso. Me levante de mi cama y me comencé a arreglar, solo tome un ducha y me vestí con un vestido floreado, justo cuando terminaba de maquillarme mi timbre sonó avisando que Thiago ya estaba abajo.
- Hola Thiago- lo saludé de beso en la mejilla y cerré mi puerta-. No creí que la salida de hoy fuera precisamente un desayuno.
- Pues ya ves, todo conmigo es espontáneo- me guiñó el ojo y me abrió la puerta de su convertible-.
Subí a su auto y nos fuimos a desayunar, a decir verdad no tenía idea de a donde iríamos.

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