Can I hear you sing? 🎤MikaYuu [Concluida]

8🎤 Desapareciendo la tristeza

Yuu ya no seguía sintiéndose tan mal, aún así, aquella sensación de decepción seguía en su ser. La cual desaparecía poco a poco.

Tener sesiones fotográficas dirigidas por él, lo animaba más que nada.

Mika ha estado yendo con él. Lo sacaba a pasear o incluso hacia reuniones con sus amigos y los del moreno.

Pero la mayor parte del tiempo eran sólo ellos dos como amigos.

Incluso, el rubio llevó a sus gatos a la casa del moreno y estos jugaron con Pochi, además de que conoció a los padres del azabache.

Que decir del cumpleaños de Yuichirou, aquel hombre de orbes zafiro le hizo una fiesta sorpresa, con la temática de una de sus canciones. Fue algo lindo y tierno, incluso las amigas de Yuu lo vistieron para la ocasión.

Para celebrar Halloween, hicieron una pequeña fiesta en el departamento de Mikaela, pero al ver a Yuu vestido de conejito -específicamente uno que aparece en uno de sus vídeos musicales -, no pudo evitar verlo y abrazarlo casi toda la noche ya que le resultó muy adorable.

Se encontraban en el día 5 de diciembre. Esa tarde planearon ver películas hasta tarde.
Más bien eran las mismas películas que a ambos les fascinaba y no se cansarían de ver. Había risas fuertes y charlas cada vez que cambiaban de película.

En una de esas, ambos se quedaron dormidos en la cama de Mika. Además, sin darse cuenta, el rubio había apagado la televisión. Y bueno las frituras y bebidas estaban en la mesa de noche, mientras que ambos se acomodaron en el colchón y se taparon bien con la cobija. También se encontraban abrazados.

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A la mañana siguiente los dos se despertaron a la vez, pero no querían moverse de la cama.

A menos hasta que sus estómagos les exigieron comida. Mikaela se levantó y dejó que Yuichirou se quedara en su cama, fue a la cocina a hacer el desayuno.

Preparo dos omelette de arroz, y los decoró con ketchup, escribiendo frases para levantarle el ánimo al menor.

Cuando menos lo espero, Yuichirou ya estaba en el comedor, solo que se encontraba tallando sus ojos. Al ver bien lo que había en la mesa sonrió.

-Gracias por el desayuno Mika -agradeció y tomo asiento.

-No hay de que. El omurice es mi especialidad -el menor le vio confundido -. Bueno, algunos le llaman omelette de arroz y pollo.

-Oh... mamá siempre lo hacía, intenté hacerlo una vez pero nunca me salió. O se me quemaba el arroz con el pollo y cebolla o se me quemaba el huevo o nada se me quemaba pero no tenía sabor.

-¿Quieres que te enseñe a hacerlo?

-Sí, pero un día en el que no estés tan ocupado.

-Últimamente no lo estoy, ya serán las fiestas de diciembre y pues grabamos dos canciones para navidad. Me siento feliz que desde hace poco ya tenemos bastantes seguidores -dice tomando asiento frente al moreno.

Ambos empiezan a desayunar.

-Tenías razón, el omelette es lo tuyo -dijo el moreno, el mayor se sonrojo un poco y después sonrió.

Siguieron comiendo, al terminar platicaban mientras tomaban café.

-Aún así, me alegra que Narumi se haya disculpado contigo cuando te hizo sentir mal ese día -comenta de la nada el menor. El blondo le mira confundido.

-¿Cuándo? ¿El día que dimos nuestro primer concierto como banda? -el morocho asiente -. Oh... ah... él nunca me pidió disculpas. Deje de esperar varias cosas de su parte -suspira.