11. La Batalla de Huesosburgo

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*para dar ambiente de batalla, léanlo con la canción que puse. Le da epicidad al momento de leer.
- ¡Guardias! Es hora de demostrar su fidelidad ante mí destruyendo a los rebeldes y ganando ésta reyerta. Pónganse en posición de batalla.
Los 60 guardias salen por detrás de Belos para alinearse delante de él en 4 filas de 15.
Mientras tanto, los liderados por Silivay hacían lo mismo para no quedar intimidados. Luz voltea y dice el plan que tiene en mente.
- La cosa es simple. Ustedes luchen contra los guardias de Belos. Yo iré por él, rescataré a Amity y juntas lo venceremos.
- Supongo que me dejarás darle la estocada final- añade Silivay.
- Pues claro. Es algo por lo que has estado luchando 2 años.
- Ya dejemos de hablar, chicas- interrumpe Eda- que es hora de lo bueno.
- Eda, no exijas tanto a tu magia. ¿Recuerdas?
- Tranquila, humana.- dice Lilith- Tomamos una poción de revitalización que durará cerca de una hora. Podremos usar nuestra magia un poco más libremente.
- Está bien.- levanta su brazo Luz- ¡Vamos, es hora de atacar!
Direcciona su brazo hacia el otro ejército, todos sacan un bastón, gritan y salen corriendo hacia ese lado.
- Da la orden, Kiki.
- Con gusto, señor. - Se adelanta un poco y anuncia- ¡Vayan y defiendan al Emperador!
Los soldados de Belos hacen lo mismo que los rebeldes. Avanzan trotando y luego corriendo hacia ellos. Luz se pone a correr hasta estar varios metros delante de su bando, y antes de llegar a los guardias de Belos, saca dos papeles con los dibujos del hechizo de hielo, da un salto y, mientras está en el aire, pone cada papel en las plantas de sus pies. Cae de pie al piso de forma diagonal, el hechizo se activa y aparecen los cristales de hielo que la envían a la dominicana por encima del ejército enemigo. Los que estaban a su debajo se quedaron mirando hacia arriba, y no se dieron cuenta de la aproximación cercana del otro bando.
- ¡No se distraigan!- gritó Belos.
Pero lo dijo tarde. Luz pasó a todo el ejército, y al pisar tierra, Silivay del otro lado de una patada destruye los arcos de hielo que la humana hizo. Los pedazos caen encima de los guardias a la vez que los rebeldes empezaron a combatirlos. Doble ataque.
El plan estaba yendo a la perfección. Ya iniciando la lucha habían derribado a 4. Los guardias se reponen rápido y contraatacan con sus armas, que eran cetros parecidos a lanzas (lo que siempre usan) .
Mientras tanto al otro lado, Luz iba corriendo hacia Belos. Él voltea a ver a Kikimora y le dice:
- Asistente. Anda pelea con ella y defiende a tu emperador.
Orden inesperada. Amity, que estaba amordazada a su costado, pensaba: ¿Será ese el as bajo la manga que mencionó en el Palacio?
- Haré lo que pueda, señor.
Sale corriendo hacia la humana. Luz la ve y se sorprende al verla venir hacia ella.
- ¿Tanto miedo me tienes, Belos?- le grita sarcásticamente. El mencionado ni se inmuta. Sólo sigue viendo al frente.
- No me subestimes, humana- menciona Kikimora.
La monstruo llega donde su objetivo, salta y estira su pierna hacia delante para derribarla. Luz trata de frenar, pero no lo logra, y para evitar el golpe, intenta ponerse de lado para esquivar su garra. No pudo, pues Kikimora logra atinarle al brazo derecho de la humana, derribando a Luz de una patada lateral. La pelicafé cae al suelo a unos metros de su atacante, que cae de pie limpiamente.
- Si no puedes contra mí, ¿Cómo piensas detener al todopoderoso Belos?- decía Kikimora, relamiendo su acción.
Le dolía el brazo, más por las garras que por el golpe. Se reponía de a pocos, y mientras se levantaba, sacó un papel con el hechizo de fuego. Se levanta rápido, acciona el papel y, ya con la pequeña bola de fuego en el aire, dice:
- A mí tampoco me subestimes.
Se lo lanza con dirección al suelo. Ella sabe que si le lanza al cuerpo, lo esquivaría con facilidad. Al caer al piso, el hechizo estalla. Kikimora no logra esquivar del todo y termina saliendo por los aires hacia atrás, terminando rodando por el suelo. Luz se incorpora y va hacia Belos corriendo, pero de la nada, la asistente aparece de nuevo.
- Llegarás a mi señor por encima de mí.
- No te rindes fácil. Me gusta tu actitud.
- Pero no te gustará mi resistencia, humana.
Saca un bastón morado y se dispone a atacar.
- ¿Cómo vas a defenderte?
- Como dije antes. No me subestimes.
Saca un papel con el hechizo de plantas, lo activa y aparece una rama gruesa. Lo sostiene y la hace girar muchas veces, tipo intimidando a Kikimora. Ésta última se avecina hacia Luz, salta con la intención de golpearla con el bastón, y la humana se defiende poniendo su rama verticalmente. Kikimora cae de pie y se ponen a luchar bastón con rama, tipo duelo de esgrima sólo que más cerca y más rápido. La asistente de Belos tenía ventaja pues, al ser pequeña, era menos probable que recibiera golpes certeros de alguien más alto. Aprovechaba su estatura para intentar golpearla en las piernas y derribarla, pero Luz tenía ventaja al ser hábil y rápida, y esquivaba los golpes bajos. Era un duelo de habilidad contra estatura que no tenía vencidos ni vencedores de momento. En uno de esos, Kikimora falla en uno de sus intentos de golpear las piernas de Luz y, aprovechando que está desguarnecida, la humana la empuja a un costado, tropieza la asistente y la dominicana le lanza otro hechizo de fuego al piso. Ésta vez sin reacción alguna, Kikimora sale volando por los aires, haciendo que este primer duelo se lo lleve Luz.
- Una fuera. Falta el otro.
Belos sólo atinaba a ver la batalla del dúo. Al ver que su asistente perdió y que Luz se aproximaba a él, se dispone a dar unos pasos adelante, llevando a Amity consigo. La humana camina hacia él. Ambos se detienen al llegar hasta cierto punto.
- ¿Ahora sí lucharás contra mi?- le pregunta Luz, desafiantemente, a Belos.
Él da unos pasos adelante y empieza a reírse un poco.
- Honestamente mi objetivo principal eras tú, pero ahora veo que puedo matar varios pájaros de un sólo tiro. Iré a por tu gente primero y luego te llevaré a ti. Y para asegurarme de que no me seas un estorbo de momento, tengo un as bajo la manga- señala a Amity.
La peliverde no entendió. Luz menos. Belos se acerca a la de abominables, le quita la mordaza y las cuerdas y hace un círculo delante de su rostro. Amity se da cuenta y trata de evadirse, pero Belos la tenía sujetada del brazo.
- ¡Luz!
- ¡Amity!
El hechizo se disipa en la cara.
- Veamos cómo afrontas ésta situación, humana. Luchando contra uno de tus amigos.
Los ojos de Amity cambian de color. Se ponen celeste por entero. En ese momento, Luz entiende lo que ha pasado: hechizó a Amity para que pelee contra ella.
- Amity, encárgate de ella por un rato mientras yo voy al otro lado. Si quieres puedes derribarla, capturarla... Haz lo que quieras.- mira a Luz- Nos vemos luego.
Se va trotando hacia la batalla.
Luz debería de ir a por él, pero se le queda viendo a Amity, mientras ésta última da unos pasos adelante.
- Amity, no quiero luchar contra ti. Pelea contra el hechizo. Tú eres más fuerte. Por favor.- suplica Luz.
Amity hace aparecer 5 abominables del suelo a la vez. La magia de Belos la potenció. Estira su brazo hacia la humana en señal de ataque, y los abominables caminan rápido en esa dirección.
Luz los ve. Se alivia un poco. Prefiere pelear con ellos antes que con la dueña de su corazón. Saca dos hechizos de fuego y los lanza. Apenas cae un abominable.
- Son demasiado fuertes- dice Luz.
En eso se le ocurre usar el hechizo de fuerza. Saca dos papeles, acciona uno y, ya sintiendo la fuerza, empieza a dar golpes a los abominables. A pesar de estar potenciados, los de morado sucumben ante la fuerza de la humana. Luego de destruir al quinto, queda frente a frente con Amity.
- Sé que estás ahí, Amity. Evitemos pelear entre ambas. Lucha contra el hechizo.
La peliverde ni se inmuta. Estira ambos brazos hacia los lados, verticalmente y con las palmas estiradas, hace que levite en esa posición, y de repente aparece una figura de abominable detrás suyo. Se acercan tipo fusión y se combinan. Queda como resultado una Amity dentro del monstruo, pero controlando sus movimientos con su cuerpo dentro de él, tipo Iron Man, y sobresaliendo su cabeza. Luego de la combinación, se pone en posición de combate. Luz se queda anonadada por lo que acaba de ver. No quiere pelear contra ella, pero no le queda opción.
- Si luchando contra ti es la única forma de recuperarte, pues lo haré.
Mientras tanto, Belos caminaba en medio de la lucha. Veía cómo sus soldados combatían cuerpo a cuerpo contra el otro bando.
La batalla estaba muy reñida y agobiante. Sin contar las 3 bajas que lograron los rebeldes al inicio, ningún otro había caído, luego de 15 minutos de lucha. En cambio del lado de Belos, consiguieron vencer a 4. El cansancio se hacía notar de a pocos. Silivay era la más activa. Resistía al ataque de 2 a la vez. Luego de soportar los ataques, hace aparecer su bastón personal, de color gris que tenía como taliamigo a una lechuza, y empieza a contraatacar. Derriba con facilidad a sus atacantes.
- Eso estuvo bueno- dice y suspira.
En eso, el emperador se aproxima a unos metros de ella. Silivay voltea y lo ve.
- Silivay. El segundo escollo más molesto que tengo- dice Belos.
- ¿En serio? Pensé que era la primera. ¿Tan rápido me cambiaste?
- La humana es peor que tú, aunque a diferencia de ti, ella me es útil para mis planes.
- ¿Y qué haces aquí, entonces?
- Quiero atar unos cabos sueltos primero, y ya luego seguir con lo que tengo en mente.
La de pelo verde entiende que quiere acabar con ella de una vez. Sonríe y gira su bastón para luego ponerse en pose de batalla.
- Bueno. Aquí me tienes. Veamos qué tanto sabe pelear un vejestorio.
- Este vejestorio es capaz de hacer inimaginables hechizos. Y tú solamente mover un bastón.
- Exacto. Y aún así ser una piedra en tu zapato- Silivay corre hacia él.
Belos hace aparecer manos rojas del suelo, pero ella ya se lo esperaba y salta. Aterriza de pie.
- ¿Qué pasa? ¿Temes luchar a la antigua?
- Ya veremos eso.
Belos hace aparecer otro cetro, parecido al que tenía, los gira y camina hacia ella. Silivay se dispone a lanzarle un golpe con el bastón, mas éste lo retiene con ambos cetros. Empiezan a luchar tipo soldados enfrentados a espadas, con la diferencia que uno de ellos tiene dos y las maneja espectacular. El emperador ataca rápido con ambos cetros, exigiendo al máximo a Silivay que sólo tiene su bastón.
- ¿Qué pasa, Silivay? ¿Tan rápido estás cediendo?
Arriba. Abajo. Por los lados. En diagonal. Silivay trataba de contener los embates de su oponente como podía. Luego de un par de minutos, el cansancio aparecía de a pocos. Su resistencia estaba siendo exprimida a full. En eso, un golpe certero de Belos en su pierna la hiere. Da unos pasos atrás, su resistencia cede al dolor y baja su rodilla derecha al suelo.
- Eso esperaba- dice Belos. La apunta con su cetro y le dispara una ráfaga roja. Al ver lo que se aproxima, Silivay trata de evitarlo levantando su bastón, pero la fuerza de la ráfaga es mucha. Impacta contra su bastón y la manda a unos metros más atrás.
- Este vejestorio te acaba de vencer, Silivay- se relame Belos mientras se va acercando a ella, que estaba recostada boca abajo metros delante de él.- pero no te sientas mal. Era algo que iba a pasar de todas formas. Los héroes ganan cuando los malos son idiotas. Éste caso será la excepción. No habrá victoria para ti.
Se dispone a rematar su acción haciendo la ráfaga de nuevo. Llega a ella, estira su cetro para hacer el hechizo nuevamente, pero antes de accionarlo, la rebelde, que sigue en el suelo con un poco de dolor, vuelve a tomar su bastón y dice:
- Tal vez no gane, pero me aseguraré de que eso no pase mientras aún pueda luchar por las Islas.
Con más voluntad que fuerza, se levanta, golpea el cetro de Belos, haciendo que salga volando por los aires, y con la fortaleza que le queda, le da 2 golpes: uno en las costillas y otro en la máscara. Antes de poder dar un tercero, Belos pasa el otro cetro que tenía a su mano derecha, retiene el tercer intento de Silivay, con 3 golpes tira su bastón y hace aparecer plantas de tallo grueso del suelo en donde estaba parada su oponente. Los tallos rodean su cuerpo a tal punto de estarle atando con fuerza.
Belos se toca las costillas por el golpe. Luego posa su mano en la máscara y nota que le destruyó la misma parte que la humana hizo meses atrás, sólo que ahora se le notaba completamente el ojo derecho. Iris negro con pupila celeste.
- Felicidades, Silivay. Lograste herirme y destruir mi máscara aunque sea un poco. Últimas acciones heroicas antes de tu final.
Con su mano hace que las plantas asfixien de a pocos a la retenida. Silivay siente dolor en sus músculos apretados fuertemente.
- Ésto se acaba aquí- dice Belos.
Pero poco antes de lograr su cometido, un hechizo de luz naranja aparece por detrás y destruye las plantas desde la base. Silivay cae junto con ellas al suelo, sirviendo como colchón ante la caída.
- Hey, Belos. ¿Por qué luchar con niños? ¿Tan bajo has caído?
Belos reconoce esa voz femenina. Voltea y ve acercarse a un rostro conocido.
- Edalyn Clawthorne. La Dama Búho. Ahora me arrepiento de no haberte petrificado.
- Demasiado tarde, diría yo.
(Lo acabaría aquí y haría una segunda parte, pero mejor terminemos con esto de una vez)
Volviendo al otro lado.
Amity es quien toma la iniciativa. Se lanza primero al ataque. Corre a una mayor velocidad que un abominable normal. Luz piensa.
- Sí ahora es más fuerte que un abominable normal, debo usar fuego con fuego.
Saca el hechizo de fuerza, de nuevo, y lo acciona.
(Cabe aclarar que esto no pasa con las versiones normales, pues imaginarlo así sería un poquito aburrido, así que imaginen todo esto con las versiones que usan en los fanarts ;3)
La Amity abominable lanza el primer golpe, que no llega a lastimar a Luz, pues logra evadirlo. La intención de la dominicana era eludir o resistir con la fuerza los embates de la peliverde, pues no quería atacarla.
Intentos y fallos de parte de la abominable era lo único que pasaba. Luz tenía miedo de herirla si hacía un paso en falso. Pasados 2 minutos, el tiempo de duración de la fuerza, la de pelo marrón se daba cuenta que empezaba a perder el hechizo, y Amity no daba señal de agotamiento.
- No quiero hacerlo, pero si es la única forma, tendré que realizarlo.
Ataca con la poca fuerza que tiene. A pesar de estar bajando la potencia, la habilidad de Luz hace que el monstruo empiece a retroceder. Golpes a las piernas para intentar derribarla era lo que hacía Luz. En eso, ya sintiendo que con un golpe el hechizo desaparecería, toma impulso, corre, salta y con un golpe al medio con la planta de su pie, tipo karate- manda volar horizontalmente a la abominable, que termina chocando contra un roble. Amity estaba herida, pero no era de gravedad, pies estaba dentro del monstruo. De repente, el abominable se deshace, quedando solamente la peliverde sentada en la base del árbol.
Luz, mientras tanto, se recuperaba de a pocos, pues al usar la poca fuerza que quedaba, su físico de desgastó levemente. Luego de unos segundos, se incorpora y ve a Amity a lo lejos.
- ¡Amity!
Corre hacia ella con dos anhelos en mente: que no esté malherida y que ya no esté bajo el hechizo. Al llegar, comprueba que lo primero no pasó, pero que lo segundo sigue, pues sus ojos aún estaban celestes del todo. La peliverde se levanta y se le queda viendo a Luz.
- Ya no quiero pelear, ya no- dice Luz, que se le escapa unas lágrimas y le abraza, sin importar lo que le pueda hacer la hechizada- Sólo quiero que vuelvas a mí. Mi corazón no quiere seguir haciéndote daño.
Las lágrimas se disuelven en el hombro de Amity, que atina a no hacer nada. Pero en eso, algo inesperado pasa. La capa celeste que estaba en los ojos de la peliverde empiezan a disiparse lentamente, abriendo paso a esas pupilas mostaza que tenía. El hechizo se había disuelto por completo. Amity vuelve en sí. Cabe aclarar que ella fue consciente de todo, sólo que el poder de Belos era demasiado fuerte como para que se pueda imponer su voluntad por encima del hechizo. Ve y siente que Luz le está abrazando.
- ¡Luz!- dice y procede a abrazarla también.
Noceda se percata de ello, abre los ojos, levanta su cabeza al punto de estar frente a frente con Amity y nota que ya no tiene los ojos celestes.
- ¡Volviste!
- Sí. Gracias a ti, Luz.
Chocan suavemente sus frentes y narices y ríen satisfactoriamente en forma de alivio, mientras sus brazos siguen en posición de abrazo. ¿Procedería un beso en este caso? Tal vez era lo que ambas querían, tenían las pulsaciones del corazón un poco elevadas, señal de amor, pero no era el contexto adecuado. Luz se aparta de a pocos, mira a Amity y le dice:
- Este... Yo... Creo que deberíamos volver a la batalla.
- Sí sí... Ti-tienes razón.
Ahora ambas se sonrojan. En eso, la peliverde se da cuenta de que Luz también se ruborizó y habló como ella suele hablar cuando están juntas. ¿Será que ella ahora siente lo mismo?, se preguntaba.
Luz echa a andar. Amity le sigue los pasos y luchan contra los guardias que se les aproximan.
De vuelta con Belos
- Kikimora me dijo que Lilith te curó a medias con el hechizo de dolor compartido.
- ¿Y eso qué? ¿Crees que somos más débiles por eso? Pasaron 5 meses. Ya recuperé algo de mi magia.
- Qué pena que no te vaya a servir en éstas circunstancias. Serás fácil de vencer.
- Ven y averígualo.
- Será un placer.
Belos se acerca a ella trotando. Él es capaz de hacer todo tipo de magia, y tenía una sorpresa para esa ocasión.
- Veamos cómo luchas cuando te dé de tu propia medicina.
Gira su cetro, lo levanta al aire y aparecen 3 círculos de fuego el el aire. Estira su brazo apuntando hacia Eda y de los círculos empiezan a salir disparos de luz, similar a lo que ella hizo cuando luchó con Lilith meses atrás, pero con más potencia y cantidad.
- Oh demonios- refunfuña la Dama Búho.
Hace un óvalo en el aire con ambos brazos, estira sus manos hacia abajo y hace el campo de fuerza para evitar recibir los impactos en su cuerpo. Los disparos llegan e impactan contra el campo naranja. Es tanta la potencia que hace retroceder a la de pelo gris de a pocos arrastrando sus pies atrás.
- Son demasiados- dice Eda- Pero nada que no soporte.
Belos no deja de mandar disparos. Sigue con el brazo levantado. Quiere debilitar a Edalyn para romper su escudo.
Eda siente que pierde fuerza. Se está exigiendo demasiado para no morir. La poción de revitalización momentánea se acabaría más rápido si seguía en esa forma. Para sacar fuerzas de donde no tiene, grita para que el campo resista. Pero en ello se le ocurre una última acción: usar lo mismo que él. Sería arriesgado en medio de una ráfaga de disparos, pero no le quedaba de otra. Se eleva por los aires, aún recibiendo los disparos en el campo, junta las palmas de sus manos y empuja el escudo hacia delante. El campo de fuerza sale con fuerza, amortiguando los disparos. Eda hace aparecer sus círculos encima de sí. Había lanzado el escudo para que reciba la ráfaga de disparos mientras ella se alistaba. El campo cae luego de lograr avanzar buen tramo y el ataque pasa.
- No me derrotarás con mis propios hechizos. Seré yo quien lo haga.
Levitando, apunta con Owlbert hacia delante, y sus ráfagas de luz naranja salen disparadas hacia las de Belos.
- Maldición. Logró hacerlo- reniega el emperador, que sentía que su poder bajaba un poco debido al tiempo de uso de las ráfagas.
Ambos disparos chocan. Tratan de imponerse sobre el otro. Eda sonreía. Vio que estaba logrando retener de otra forma su ataque. Belos, por la expresión de su ojo derecho, notaba molestia.
Unos segundos de resistencia bastaría para conocer al vencedor. Pero a veces eso se acaba. Ambos se sentían debilitados por usar demasiada magia a la vez, llegando al punto de que las ráfagas de ambos se terminase con una explosión en medio. La bruja cae al suelo, débil. Belos está en las mismas condiciones. Se sostiene de su cetro para no caer.
- Te dije... No me vencerás... Aunque esté debilitada... Demostré que puedo darte pelea- alcanzaba decir Eda.
El emperador, que respiraba un poco sobresaltado, la ve y ríe.
- Ésto aún no termina, Dama Búho.
Va caminando hacia ella, agarra su cetro y se dispone a atacar con el mencionado. Pero no con magia, sino usándolo como para un duelo de espadas. Eda lo ve y retiene el golpe con su bastón.
- Bueno. Lucharemos a la antigua- dijo la de pelo gris.
Se levanta y empiezan a luchar bastón contra cetro.
Silivay, que estaba aún débil, sólo atina a ver el enfrentamiento entre ambos y gira a ver lo que pasa con el resto. Todo sigue parejo, pero ya muchos más han caído heridos, tanto de su bando como se los guardias de Belos. En eso llegan Willow, Gus y Lilith.
- ¡Silivay! ¿Estás bien?- pregunta Gus, que la ayuda a levantarse.
- Decir que sí sería mentirte, amigo mío.
- Vimos a lo lejos lo que te pasó.- añade Willow- Estábamos luchando por atrás y vinimos a ayudarte.
- También vimos a Edalyn levitando y recibiendo una ráfaga de disparos de luz- menciona Lilith.
- Es verdad- acota la de pelo verde claro- Y ahora están luchando en tierra- los señala.
- ¿Y Luz? ¿La viste por algún lado?- pregunta Willow.
- No. Y me sorprende que no esté aquí, pues había ido a por Belos.
Eda y el emperador seguían luchando. Usar magia sería gastar sus pocas fuerzas que les quedan. Belos resistía un poco más. Edalyn sacaba energía de donde no había.
- Hoy verás de lo que estoy hecha y te venceré.
- No vivirás para presenciar tal falacia- replicó el emperador.
En una de esas, la bruja le lanza un ataque vertical. Belos la detiene con su cetro horizontalmente y hace algo que para él será definitivo: desprende la parte de arriba de su cetro, que parecía una daga, lo sostiene con la mano derecha y, como ya ustedes se lo imaginan, se lo clava a la altura del saco de bilis que tenía al lado del corazón.
Mala coincidencia que en eso, Luz y Amity estuvieran llegando al lugar. La dominicana levanta la mirada y ve la funesta escena.
- ¡Eda, nooo!- grita.
Belos quita la daga del tórax de la bruja. Eda sentía cómo se rompía su saco biliar por dentro. Se agarra la zona afectada, cierra los ojos en señal de dolor y cae al suelo boca abajo, a los pies de Belos.
- Y así terminaste tu ciclo, Dama Búho. De rodillas ante mí.
Lilith y los demás se quedaron viendo lo que pasaba, y cuando Eda cayó, la de pelo azul se sobresaltó.
- ¡Edalyn! ¡No!
Agarra su bastón blanco y va corriendo hacia Belos.
- ¡Te arrepentirás de esto, maldito asesino!
Pero antes de lanzar un hechizo a lo desesperado, el emperador la retiene con si magia.
- Ay, Lilith. Acaba de quedar demostrado lo que les pasa a quienes osen enfrentarme. ¿ Quieres seguirle los pasos a tu hermana? Dímelo, y cumpliré tus dese...
- ¡Ésto es por Eda!
Belos no se había percatado de la aproximación de Luz por sus espaldas. Había salido corriendo, dejando a Amity detrás, y agarrado ¡2! hechizos de fuerza y accionándolos a la vez. Cuando todas las partículas se disolvieron dentro de sí, sintió un desbalance en sus músculos, pero no le importó. A unos metros del Emperador, da un salto y, con una patada de karate, lo manda disparado y se estrella con el tronco de un árbol cercano. Luz cae al suelo, da un par de vueltas, se levanta y va a donde Eda, a la vez que sus amigos vienen tambien.
- ¡Eda! Resiste- dice Luz, que se dispone a tocarla, pero Lilith le grita.
- ¡Luz, espera! Estás con demasiada fuerza. No lo hagas.
Luz frena en seco. Tiene razón. Sus amigos llegan y la hermana la levanta.
- ¿Eda? ¿Edalyn? Por favor, responde. Por favor.
Lilith trataba de reanimarla como sea, pero parecía que era tarde. Luz lagrimeaba y, al ver que sólo le quedaba observar, se va corriendo hacia donde Belos.
- Lilith, Gus, Willow. Lleven a Eda a la Casa Búho. Ahí usaremos el Caelesti Phoenix y la curaremos. Yo me encargaré de Belos- les dice Luz mientras corre.
- Pero Luz...
- Hazme caso, Lilith. No perdamos tiempo.
Lilith asiente desesperadamente, sube a los amigos de la humana y a su hermana convaleciente a su bastón y se disponen a ir.
- Silivay, ¿Tienes fuerzas para seguir?
- Yo llevo de vuelta a Luz. Vayan rápido ustedes.
Asienten y se van volando tan rápido como pueden.
La dominicana sigue corriendo hasta llegar a donde Belos, que se reponía de a pocos, pero notoriamente adolorido.
- Me las pagarás, Belos. Y será con tu vida.- le dice parándose a unos metros de él.
Se levanta del todo, la mira y habla.
- Con qué tú tienes la Caelesti, ¿Eh?
- Sí. Y lo usaré para devolverle la vida a Eda.
- Pero no sabes cómo accionarlo. Es la primera y única magia de papel hecha en la historia de las Islas. Casi nadie sabe de su existencia. Sólo algunos de mi aquelarre la conocen, pero nadie sabe cómo usarlo. Tu maestra ya no está contigo, y la Caelesti Phoenix no la salvará pues no saber su uso. Yo gané, Luz, y ahora vendrás conmigo para activar el portal.
- Tendrás el destino que mi maestra no tendrá. Te venceré de una vez y yo usaré tu portal para poder ir a mi mundo.
En eso, Silivay viene a Luz corriendo.
- Luz. Se aproxima la lluvia. Debemos irnos antes de que llegue- le grita.
- No sin mi venganza.
Luz corre a Belos, que la evade derritiéndose y yendo hacia otro lado. La humana sigue furiosa a la masa que escapaba de ella. Él se aleja lo suficiente como para llegar a donde estaba Kikimora, que estaba aún un poco débil. Vuelve a tomar su forma normal y le habla.
- Kiki, ordena la retirada. La lluvia de ácido se aproxima. Al menos logré deshacerme al fin de la Dama Búho. Vámonos de una vez.
La asistente asiente. Da unos pasos y anuncia:
- Guardias, retirada. La lluvia se acerca. Resguarden al emperador.
Era la 1 de la tarde. 4 horas de combate agónico. Todos los soldados que quedan de Belos hacen caso y retroceden a rodear a su emperador. Luz sigue corriendo y derriba a unos 4, pero se descompensa. Al parecer, sus músculos no resistieron demasiada fuerza en ellos y cedieron. Silivay llega a ella y ve que está llorando.
- Luz, debemos irnos. Debes curar a Eda con esa cosa que decías. Vamos.
Luz asiente a regañadientes. La peliverde claro saca su bastón, sube a Luz en él, ella procede a hacer lo mismo y va hacia su gente que aún quedaba. Va hacia uno de ellos y le dice:
- Ya que todos tienen bastones, vámonos volando rápido. Lleven a los heridos con ustedes. Rápido, que la lluvia se acerca.
El secuaz asiente y les da la orden a todos. Levantan a los heridos y los suben en sus bastones. Dan la señal de estar todos listos, Silivay asiente y emprenden la marcha.
- Más rápido. Necesito salvar a Eda.
- Descuida. Lo lograrás...

Capítulo especial. Uff, 4740 palabras. El más largo. Y se vienen cosas más especiales aún: ¡los últimos 5 capítulos del fanfic! Tranquilos, no me demoraré otra semana entera para subirlo. Desde la semana entrante publicaré 3 capítulos consecutivamente. No diré cuándo porque no estoy seguro de los días, pero lo haré. Y en la semana de Navidad publicaré los 2 últimos caps. El capítulo 15 lo publicaré el 22 de diciembre, y el cap final lo haré el mismo 25 de diciembre. Les daré de regalo el último capítulo y un adelanto de la secuela. Sí, tal como lo leen, habrá una segunda parte, pues dejaré un final abierto. Sería como la tercera temporada de la serie ( Ya que básicamente este libro es la t2, A mi parecer) en donde abarcaré más temas, desarrollo de personajes y más que diré en el cap 16.
Bueno, si mada más que decir, me despido. ¡Hasta algunos días más! Estén atentos a la actualización ;3

Don't lose who you are (Fanfic TOH) REHACIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora