"Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas"
—Oscar Wilde1 Septiembre 1989
—¡Tía! ¡Tía! — La pequeña gritaba emocionada mientras jalaba a la mujer de la mano por la estación de King Cross hacia el andén nueve y tres cuartos donde se encontraba la entrada del mundo Muggle al mágico, de la mano de Narcisa iba Lucius quien llevaba a Draco en brazos y detrás de ellos iba Dobby el elfo doméstico que servía a los Malfoy.
—Compórtate como una Lestrange, Genesis— La reprendió el Mayor y tomó su mano, la niña captó el mensaje y lo que quería decir con eso por lo que apenas el mayor pronunció las palabras su rostro se tornó serio y su postura mejoró considerablemente haciéndola ver más alta, llegaron al andén donde la pequeña vio la pared entre los andenes nueve y diez, apretó la mano de su tío algo nerviosa, miles de preguntas inundaban su mente, la mujer acarició su cabello y los cuatro caminaron hacia la pared, Genesis esperaba estrellarse contra la pared, sin embargo, esto no sucedió llegaron al otro lado.
Todo se veía mágico y nuevo para ella, era mejor de lo que había soñado las últimas semanas, vio el enorme tren rojo que habían descrito sus tíos cuando ella había preguntado acerca de Hogwarts, se detuvieron en las puertas y acomodo su bolso sosteniéndolo en su hombro, suspiró nerviosa sintiendo esas cosquillas en la panza y se despidió de los adultos con un fuerte abrazo prometiendo ser la mejor Slytherin del mundo, cosa que causó ternura en los Malfoy y rieron.
Al entrar al tren se quedó viendo el interior de este, avanzó por el pasillo recorriéndolo en busca de un vagón donde hubiera un asiento libre, encontró uno donde había dos pelirrojos idénticos de su misma edad y uno un poco más grande, no dudó en abrir la puerta— Hola, ¿puedo sentarme aquí? —Los miro con una ceja arqueada a lo que uno de los gemelos respondió con la cabeza asintiendo —Genial, gracias—Hizo una pequeña pausa en lo que entraba y se sentaba al lado del más grande y miro a los gemelos —Por cierto soy Genesis Lestrange— Extendió su mano como le habían enseñado sus tíos, debía recordar que era una Lestrange, pero no por eso debía ser grosera con nadie, los pelirrojos extrañados de la refinación y propiedad al hablar de la niña tomaron su mano —Soy Fred y él es George—Habló el de la derecha sonriéndole y señalándose— Él es nuestro hermano mayor Percy—Señalo al mayor quien hasta ahora no había dicho nada ni siquiera la había visto más que con fastidio, lo cual le pareció muy descortés.
—¿Dijiste que tu apellido es Lestrange? —Habló George esta vez a lo que la niña asintió sin una pizca de timidez o vergüenza— ¿Como Bellatrix Lestrange? —Volvió a preguntar y la morena acomodo su vestido sonriendo— Si, es mi madre —Respondió con simpleza y viéndolos.
En ese momento los niños se mostraron algo aterrorizados ante ella cosa que ni siquiera le importaba ya sabía que cosas así iban a pasarle, pero sus tíos decían que debía estar orgullosa de dónde venía y que nadie debía quitarle eso jamás.
Ninguno comentó absolutamente nada durante el viaje los gemelos se veían aterrorizados y a la vez algo curiosos por la niña de grandes ojos plata y cabello azabache, cuando llegaron se levantó del mullido asiento y camino a la salida del Expresso Hogwarts.
El castillo se veía impresionante por fuera pero lo era aún más por dentro, sus puertas eran enormes, juraba que un gigante podría entrar por ellas sin problema alguno, sus escaleras y paredes de piedra talladas se veían preciosas, cuando entró al gran comedor detrás de la mujer de cabello negro y rostro serio y elegante, entró viendo el techo nocturno y las velas flotantes, sabía que eran un hechizo pero nada le quitaba lo impresionante, sin darse cuenta siguió caminando cuando ya todos los de primer año que la acompañaban se detuvieron por lo que choco con alguien que estaba delante suyo— Fíjate por donde caminas fenómeno—
Una niña rubia, con pecas y ojos verdes la miro mal y estuvo a punto de soltar algún otro improperio contra la pelinegra hasta que fue detenida por la bruja que los había guiado hasta ahí, la cual se había presentado como Minerva Mcgonagall, luego de unas breves palabras explicando que debía hacer el grupo de niños procedió a llamar uno a uno y estos se sentaban bajo el sombrero que se encargaba de elegir su respectiva casa.
—Genesis Lestrange— La bruja hablo fuerte y un murmullo se escucho en el comedor entre el mar de murmullos se escuchaban frases como "Es la hija de Bellatrix" "Debe ser una mortifaga"; Sin embargo esto no logro intimidar a la pequeña que se sentó donde habían indicado y sintió el sombrero sobre su cabeza —"Una Lestrange, me confundes, tienes la ambición propia de tu familia, pero también tienes la valentía de un Gryffindor" — Gryffindor no, Gryffindor no por favor— Suplicó repetidas veces la pequeña —"Gryffindor no, ¿eh? Alcanzarías la grandeza en esa casa" — No, no por favor— "¿Segura? Bueno entonces debo decir ¡SLYTHERIN! — A pesar de los murmullos iniciales al escuchar su apellido la sala ahora se lleno de ovaciones y la pequeña sonriente se fue a sentar a su respectiva mesa donde fue bien recibida por los demás en esa misma casa.
La cena fue magnifica y deliciosa, le recordaba a las cenas en su casa o al menos la que consideraba su casa, la mansión Malfoy, luego de que esta termino la pequeña siguió al prefecto a las mazmorras donde quedaban la sala común de Slytherin mirando todo con especial curiosidad y atención, el lugar era hermoso, y mas al entrar las paredes eran mas una especie de ventanales gigantes separados por columnas que mantenían todo unido, por las ventanas entraba una hermosa luz azul verdosa que daba el aspecto de ser oscuro, todas las luces de la sala eran verdes y había todo tipo de figuras artísticas de serpientes, entre ellas pinturas y esculturas.
El prefecto pidió a una chica que iba pasando que llevara a las niñas a sus respectivas habitaciones, la dejo en una pequeña habitación individual para ella sola explicándole que tenia suerte que sus padrinos pagaran para que ella tuviera su propia habitación, ella solo sonrió y asintió entrando, una cama con dosel, un par de mesas de noche, un escritorio pequeño, su tocador con una silla y una pequeña alfombra circular al lado de su cama, en un pequeño rincón se encontraban sus maletas y su uniforme ya preparado, despidió cortésmente a la chica mientras cerraba la puerta y caminaba al escritorio viendo todo, se sentó escribiendo una carta a sus tíos agradeciéndoles y contándoles todo lo que había pasado, lo feliz y emocionada que estaba por estar ahí, luego de enviar la carta con una lechuza, se dispuso a dormir pues ya era algo tarde y debía dormir pues entre más rápido lo hiciera más rápido amanecería y ella iría a su primera clase, o al menos así creía ella que funcionaba el tiempo.
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Little Black - Harry Potter World
FanfictionUna pequeña niña con una historia familiar interesante...