Primavera había llegado. Alice continúa viviendo en la residencia de los Kirigaya. El padre de Alice había aceptado esto ya que durante la cena de navidad este se apareció y converso con el padre de Kirito.
Era sábado pero Kirito no estaba en casa pues había salido con Eugeo y Eiji ya que el castaño necesitaba ayuda al comprar un regalo para Yuna ya que su aniversario como novios está cerca. Mientras Alice estaba lavando algunos trastes, recibió un mensaje de un número que no tenía registrado. Dicho mensaje decía: "Ve al parque Sumida a la una en punto. Tu me reconocerás".
Esto le pareció muy extraño. Pensaba que tal vez era un mensaje de broma por lo que estaba dudando de ir, pero vio el reloj y marcaba las 12 PM. A pesar de eso, Alice puso sus zapatos y salió de la casa en camino hacia el parque.
Muchas cosas pasaban en su mente mientras viajaba tranquilamente en el tren. Pensaba en como huir en caso de que se tratará de un secuestro o algo parecido y también de como alguien consiguió su número. Bajo de la estación y se dirigió rápidamente al punto de encuentro.
El parque estaba repleto de gente por lo que Alice no sabía cómo proceder o hacía donde dirigirse pero, a lo lejos, vio un enorme árbol solitario en donde yacia una persona que a la distancia era imposible pasar por alto aquel cabello castaño. Era Asuna.
Alice se acercó a ella. Asuna sabía que la rubia estaba ahí, pero está no volteaba. Seguía girm viendo hacie en frente hasta que dijo:
- Lamento haberte llamado de repente.
- No importa. ¿Qué quieres Asuna?
La castaña ahora sí se giro para quedar frente a frente con Alice. Su mirada transmitía enojo, como las últimas veces que se ha encontrado con ella pero ahora también denotaba tristeza. Para Asuna era raro lo que estaba pasando.
- Pasan los años y aún no comprendo. - Dijo Asuna. - No comprendo cómo no me dijiste nada. No enti nel por qué no me dijiste el por qué te fuiste. Ese día te ofrecí mi apoyo y aún así no dijiste nada. Esperé y esperé y no volviste. Trate de superarlo. Trate de olvidarlo pero... ¡Lo único que pasó fue que comencé a odiarte! ¡Me abandonaste! ¡Te fuiste así como si nada! Y ahora, después de mucho, vuelves sin decir nada... ¿Por qué? ¿Por qué estás aquí de nuevo?
Lágrimas comenzaron a salir no solo de los ojos de Asuna, sino también de los de Alice, pero es que ella sabía que todo era su culpa.
- Asuna, yo...
- ¡No! No trates de arreglarlo ahora. He venido a retarte.
Asuna dio media vuelta y comenzó a retirarse lentamente pero, se detuvo un momento. No volteo a ver a Alice pero esto era algo que no se quedaría así. Alice aún lloraba pero sus palabras no salían. Quería decir algo, sabía que tenia que hacerlo, pero no pudo. La que si lo hizo, fue Asuna.
- No se cuándo. -Dijo Asuna. - No se dónde, pero cuando llegué el día, espero estés lista.
Asuna entonces se fue dejando a una Alice que cayó de rodillas mientras lloraba. Ella sabe que fue su error no decirle nada. Ella sabe que fue su culpa que sea asi de hostil con ella. Ella sabe que no merece su amistad después de todo lo que hizo. Y que todo lo que vendrá de ella, lo tendrá que aceptar.
El día lunes había llegado. Después de despedirse de Kirito y Sugu, Alice se dirigió a su salón de clases para encontrarse con Tieze y Ronye. Los alumnos prestaban atención a sus clases, cuando de repente un fuerte sonido llamo la atención de todos.
Profesores, alumnos e incluso la directora se asomo en busca de la causa del ruido, la cuál estaba en el patio. Era una guitarra lo que sonaba y nadie más.
Alice se asomó y vió que se trataba de Asuna. Cuando la castaña la vió, tocó un increíble solo de guitarra mientras se llevaba elogios de todos los alum la. De otra ventana, Kirito, Shino, Eugeo, Eiji, Yuuki y Sugu observaban esto con cierto enojo y preocupación.
Kirito vió a Alice a la distancia entiendo que era ella a la que buscaban. Asuna terminó su solo, tomó el micrófono y, ante todos, dijo:
- ¡Alice Schuberg! ¡Este reto ha sido invocado! Ahora la pregunta es ¿Aceptaras o huiras de esto?

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Dime "Te Amo".
FanfictionElla sabía que algo le hacía falta, pero no sabía lo que era. Ella era feliz pero sentía que algo no estaba bien. La vida de la estudiante Alice Schuberg es una llena de bastantes rutinas donde la palabra "diversión" no existe. Pero un día todo camb...