La escuela primaria, donde los niños comienzan a no solo estudiar, sino a experimentar sus primeras interacciones sociales con demás niños. Dónde los niños comienzan a tener lo que conocemos como amigos, pero todo era muy diferente para cierta pequeña.
La pequeña Alice llegó como cualquier niño lo haría: feliz y llena de alegría. Estaba muy feliz de conocer e interactuar con otros niños. De hablar con las niñas sobre su postre favoritos y distintos estilos de cabello. Una nueva vida para alguien muy pequeño. Algo necesario para comenzar a crecer y saber acerca de lo que la interacción social hace.
La niña llegaba emocionada a casa para contar a sus padres de su maravilloso primer día en la nueva escuela. Esa sonrisa que tenía desde el inicio del día, aún perdurabs en su rostro. Cruzó la puerta y, sin perder ni un segundo, fue en busca de sus padres.
Los padres se veían como una típica familia los cuales conversaban mientras bebían una taza de té. La pequeña Alice entró a la sala desplegando una gran aura de felicidad a sus padres. El padre de la niña fue el que la vio y la cargo para sentarla en sus piernas.
- ¿Qué tal tu primer día de escuela? - Preguntó el padre.
- ¡Fue genial! - Contestó la niña alegremente. - Ya hice algunos amigos.
La mamá de la pequeña Alice se unió a la plática, pero en ella se notaba cierta inconformidad en su rostro.
- Alice, linda. - Dijo la madre. - ¿Sabes a qué se va a la escuela? A estudiar. Las relaciones que formes ahí, tienes que dejarlas como mero compañerismo.
A la madre no le importo acabar con la felicidad de su hija. Aquel rostro que era el de una niña que conocía otro mundo, cambio a un rostro lleno de algo más que solo apatía. La sonrisa, la felicidad. Todo eso que tenía la niña desapareció. La niña dejo la sala y se dirigió directamente a su habitación. El esposo veía un poco molesto está escena, tomó su taza de té y se fue de la sala mientras la madre comenzó a lavar algunos trastes.
Con la filosofía de la madre, la niña llegó a cuarto año sin interactuar mucho con los niños. La chica que llegó a un nuevo año, se encontraba sentada en su asiento esperando a que la clase comenzará, pero una niña se acercó a ella.
- Alice ¿Verdad? - Preguntó amablemente la niña.
- Si. Tu eres Asuna ¿Cierto?
- ¡Así es! He venido a darte esto. Una invitación para mí cumpleaños número diez. Espero tu confirmación.
La niña observo la invitación por unos momentos y sonrió pues todavía podía volver a hacer amigos. Pero sabía que está vez no se lo diría en voz alta a sus padres.
Una vez llegó a casa, entró con su rostro lleno de apatía para que su madre no sospechará nada. Fue directo al garaje en busca de su padre. El señor se encontraba dando mantenimiento a su vehículo mientras la pequeña niña observaba el vehículo abierto del baño y demás cuando siempre lo había visto cerrado.
- Alice ¿Qué pasa? - Preguntó el padre.
La niña le entrego la invitación a su padre el cuál la abrió y entendió lo que quería decir y de por qué lo busco a el. Sabía que su madre no le daría permiso pues es totalmente diferente y más ahora con la nueva hermana de Alice, Selka.
- ¿Puedo ir padre? - Preguntó Alice.
- Claro hija. Tengo una idea. - Respondió el padre.
El día sábado llegó, Alice se vistió de una manera muy hermosa. Siendo una niña, usaba un vestido con zapatillas blancas y una trenza. Claramente, esa ropa sería algo que su madre notaría y le prohibiría ir a la fiesta, aunque ella no sabía lo que era. La niña bajo de su habitación, su madre se encontraba leyendo pero cuando Alice se movió, como por arte de magia, notó la presencia de la niña.

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Dime "Te Amo".
Fiksi PenggemarElla sabía que algo le hacía falta, pero no sabía lo que era. Ella era feliz pero sentía que algo no estaba bien. La vida de la estudiante Alice Schuberg es una llena de bastantes rutinas donde la palabra "diversión" no existe. Pero un día todo camb...