One-shots •Frerard•

2007

Para harufoxx te quiero ❤❤❤

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— ¿Estás bien? ¿Puedes seguir? — Le preguntó amablemente Mikey a Frank, quien estaba comenzando a llorar de nuevo. Era la cuarta vez que se ponía a llorar, aún no terminaban de tocar la canción, y todos en el estudio estaban cansados, todos excepto la banda, quienes sabían qué sucedía, aún así no hacían preguntas al respecto, no querían hacer sentir mal a Frank, todo lo contrario.

— ¿Puedo ir a tomar aire unos minutos? — Pidió Frank en un hilo de voz, sus ojos avellanas estaban llenos de lágrimas debido al dolor y la angustia que aún no desaparecía. Deseaba ser feliz, deseaba dejar de sufrir como lo estaba haciendo, pero era imposible, estaba destinado a llorar de por vida.

— Claro, Frank. Aquí te esperamos — Contestó Mikey con una pequeña sonrisa, dándole la calma que necesitaba. Mikey era un gran amigo la verdad.

Abandonó el estudio con prisa, quería irse de ahí para tomar aire, tal vez fumar un poco y pensar en lo horrible que era estar tocando una canción que decía mucho pero que al mismo tiempo no decía nada. Gerard se había casado ¿acaso pensaba que con un par de canciones todo quedaría olvidado? No, claro que no. Frank aún recuerda de cómo se enteró de que Gerard se casó con Lindsey. Raymond lo llamó al día siguiente por teléfono, diciéndole que había asistido a su boda, a la cual no fue Mikey tampoco, y todos sabían el porqué de eso. Las lágrimas le nublaban la visión y le costaba respirar, el llanto se hacía presente, pero su único objetivo era irse de ahí para poder estar en paz. Gerard se había encerrado en el estudio para poder cantar su canción que la había creado desde "lo más profundo de su corazón", o eso dijo cuando llegó como treinta minutos tarde, y además al decir esas palabras había mirado a Frank, quien ni siquiera le dirigió la mirada, no quería verlo hoy sinceramente. Escuchar como Gerard cantaba le partió el alma, y tanto que lloraba sin poder evitarlo. Frank llegó afuera y pudo sentir el viento helado en su rostro cuando abrió las puertas con desesperación.

Se sentó en el suelo, tratando de no pensar en Gerard, quien realmente era el amor de su vida. Sollozó al pensar en cuántas veces había engañado a Jamia por alguien como él, quien lo había traicionado de la peor manera, se odiaba, se sentía una basura ahora mismo, pero ya no podía hacer nada al respecto. Se le hacía imposible dejar de llorar, no daba más de dolor, su corazón estaba roto en mil pedazos, y todo por la culpa de Gerard. Puso sus tatuadas manos en su rostro, tratando de que nadie vea su dolor, aunque a estas alturas le daba igual. Pocas personas que pasaban lo veían por como lloraba, como si nunca hubieran llorado. Frank sintió como una persona se sentó a su lado y apoyó su cabeza en su hombro. Ese perfume sólo le pertenecía a Gerard, al hijo de puta que tanto daño le hizo. Inmediatamente quitó las manos de su rostro, observando con furia como el pelinegro acariciaba su cabello castaño para calmar su llanto, el cual no se calmaría jamás. De manera impulsiva lo empujó, recibiendo de parte del mayor una mirada triste. Se levantó del suelo muy enojado, tomando fuerte del brazo a Gerard, quien gemía del dolor ante su agarre.

— Frankie — Dijo Gerard con dolor, pero a Frank no le importaba en lo absoluto. Lo arrastró dentro del lugar, todos allí los miraban extraño, nadie entendía qué sucedía — Frankie por favor... — El pelinegro ya tenía pequeñas lágrimas en sus verdes ojos, le dolía su brazo y la situación. Pero entendía que era su culpa que Frank esté así. Al oír los gritos y súplicas de parte de Gerard, Mikey y Ray salieron del estudio alarmados.

— ¿Qué haces, Frank? — Preguntó Mikey muy nervioso, ya que Frank estaba llevando del brazo a Gerard vaya a saber dónde.

— ¡No te metas, Mikey! — Le gritó el tatuado furioso, todos los veían pero nadie intervenía, porque lo mejor era no meterse. El menor de los Way no dijo nada ante su respuesta furiosa, sólo miró a su hermano con lastima y después se hizo un paso hacia atrás, porque Mikey sabía que Frank jamás le haría daño, de eso estaba seguro.