No te vayas

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Elliot se había quedado dormido. Me incorporé a la orilla del sofá y lo miré, se veía tan lindo cuando duerme.

— Veo que...ya estas mejor... —Sonrió—

— Si, ya no tengo frío, gracias

— No hay de qué... —Suspiró—

Elliot se sentó junto a mí y se abrocho su camisa blanca que yo había desabotonado. Me tomó de la mano mientras me llevaba a su habitación por alguna razón. Al llegar cerró la puerta y me pidió que me sentara en la cama. No sabia que era lo que tramaba, lo notaba muy serio.

— ¿Qué pasa? —Pregunté pero no respondió—

Se acercó a uno de sus cajones que estaban junto a la ventana y lo abrió para luego sacar lo que era una cajita pequeña. Se sentó junto a mí y me la entrego en manos.

— ¿Q..Qué es esto?

— Tú ábrelo... —Murmuró—

Al abrirlo me encontré con un hermoso reloj plateado que tenia grabado nuestras iniciales. Era muy bonito, elliot me pidió que lo abriera y al hacerlo comenzó a sonar una melodía. A los pocos segundos noté que era la melodía que el había compuesto para mí. Las lagrimas se desbordaron por mis ojos y abracé a Elliot. Correspondió enseguida y después de un tiempo nos separamos para mirarnos a los ojos.

— Es para que no me olvides —Susurró—

— Jamás te olvidaría, ya te lo he dicho... —Reí levemente—

— Eso crees... —Se deprimió al instante—

De un momento a otro nos encontramos en medio de la nada. Las alas de Elliot se hicieron presentes y se arrodillo frente a mí, acarició mi rostro para luego decir "lo siento". El cuerpo de Elliot se comenzó a desvanecer frente a mis ojos con lentitud, esto tenia que ser una estúpida broma... no lo quería perder de nuevo.

— No... ¡no!... ¡no quiero que te vayas!...

— Vivimos hermosos momentos juntos, se que nunca vimos venir aquella tragedia en la mansión de Isla Yura, pero...

— No quiero que me vuelvas a dejar, por favor —Interrumpí—

Me aferre a Elliot y cerré los ojos con fuerza para evitar llorar. Lo escuché decirme de nuevo "lo siento" y cuando abrí los ojos ya no estaba, se había ido, solo quedaba el reloj en el suelo junto a una pluma blanca... una pluma que cayó de las alas de Elliot. El reloj estaba abierto así que la melodía aun seguía sonando. Tomé la pluma en mis manos y rompí en llanto, mi vista se nublaba pero esta vez no por las lagrimas. Sabia que mi vida ya no tenia sentido si el mundo ya me había arrebatado a las personas que tanto quería, esas personas fueron: Leo, quien me había rescatado, y Elliot... el amor de mi vida y el único que llegaré a amar.

Te Quiero Proteger『Pandora Hearts Fanfic』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora