Synesthesia | seongsang

Blanco

Este color simboliza paz, amor y bondad, todo lo contrario a lo que representa el negro.

Este extra es de Seonghwa, y será narrado desde su perspectiva.

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Desde que vi el azul en la primera canción de piano que toqué, se convirtió en mi color favorito. Y desde que supe que podía ver más colores a través de la música, supe que era a lo que tenía que dedicarme por el resto de mi vida.

Cuando era un niño, mi mayor sueño fue poder mostrarles a las personas el valor que la música tiene. Trabajo con ella, mi pasión es enseñar toda su magia.

Pero a pesar de todo eso, sentía que algo faltaba en mi vida. Un color, específicamente.

Como buen fiel creyente del destino, esperé a que ese "algo" que me faltaba apareciera en mi vida. Mi instinto me decía que en algún momento llegaría, y yo esperaba pacientemente. Esperaba a aquel color que terminaría de completar mi gama de colores.

Nunca esperé que ese "algo" era realmente "alguien". Yeosang llegó como un huracán de emociones, listo para escribir de nuevo todo el significado que alguna vez creí conocer a la perfección.

Llegó con su bonita sonrisa, su bonita manera de ser, todo él llegó a incrustarse en cada parte de mí. Me arrastró a sus propios colores, sin él saber que los tenía.

Llegó para fusionarnos en una nueva paleta, para tocar en cada tonalidad. Y para crear uno nuevo, el color que sería nuestra propia definición.

Como buen fiel creyente del destino, al toque reconocí que ese rubio sería mi persona, mi destino. Lo supe desde el primer momento.

Lo confirmé aquel día que Yeosang apareció de nuevo en mi lugar de trabajo. Se veía mucho mejor, aquellos dos colores que estuvieron rodeándolo una semana entera, al fin habían desaparecido.

— Hola, hyung.

— Buenas tardes, Yeonnie.

Mi día mejoró en automático cuando la hermana del rubio frente a mí me habló por la mañana, diciendo que había decidido salir de casa y venir a verme.

En esa semana que estuvo en su habitación, no falte ni un solo día. Incluso un par de veces, dormí con él.

Estar ambos en una cama, con el calor corporal de Yeosang rodeándome, fue un sueño completamente hecho realidad. Cada vez comprobaba más que adoraba pasar tiempo con el rubio.

— Hyung, quiero hacerle una pregunta.

— Todas las que quieras, Yeo.

El chico sonrió, acariciando las teclas del piano a su lado. Lo miré expectante, esperando que hablara. Parecía pensar bien su pregunta, dejando pasar los minutos, aquellos que aproveché para perderme en su rostro, en la luz que irradiaba.

— ¿El blanco es un color?

Parpadeé confuso, aquella cuestión había logrado tomarme desprevenido. No sabía que responderle concretamente.

— Yo... Supongo que sí, tengo reacciones seguidas con ese color.

Yeosang asintió, parecía satisfecho con la respuesta. Pero una nueva duda me atacó a mí.

— ¿Por qué preguntas?

El chico solo rió, más no respondió, creándome más confusión. Acerqué más mi silla a la suya, y acaricié suavemente su brazo. Esperando atentamente su respuesta.

— Hace unos días, mi hermana me regaló un nuevo libro. Este habla sobre los colores y lo he estado leyendo...

Ya no pude escuchar más después de esas palabras. Mi mente se ocupó en una sola pregunta: ¿Le aburría estar conmigo, mi manera de enseñar?

Aquello me extrañó y dolió en cierta manera, por lo que me levanté de mi silla, caminando hacia la ventana. Escuché la voz del rubio, más no entendía sus palabras.

— ¿Seonghwa?

— Aquí estoy.

Hablé para que pudiera guiarse por el sonido de mi voz, a sabiendas de que ésta se escuchaba apagada. Solo el hecho de pensar que Yeosang no quería seguir, me dolía. Que había logrado aburrirlo, dolía.

— ¿Qué sucede?

No respondí de nuevo, me concentré en observar el cielo, tratando de dispersar las emociones grises que se habían creado. Miré de reojo como Yeosang se colocaba a mi lado, con la cabeza al frente. Como si estuviera viendo lo mismo que yo.

Yo me dediqué a observarlo a él. Habló de nuevo después de unos minutos de silencio.

— Hay un color que quise descubrir por mi cuenta, ya que tenía el presentimiento que tú lo representas.

— ¿Cuál es?

— Blanco.

Yeosang de nueva cuenta, logró tomarme desprevenido. Nunca me había detenido a pensar a qué color pertenecía yo.

— ¿Blanco?

— Si, blanco. Para muchos, es un color simple, pero tiene un significado mas profundo del que creen. El negro es ausencia de luz... El blanco es luz, Seong, tu eres mi luz.

Sonreí al escucharlo, y por instinto lo abracé. Dejé que mi cabeza reposara en la unión de su cuello y hombro, sintiendo su calor corporal.

— Tú también eres la mía, Yeonnie.

— Quiero descubrir todas las tonalidades posibles contigo. Y cuando se acaben, inventemos las nuestras.

Las personas podrían creer que juntos somos gris, porque yo soy blanco y Yeosang parecía ser negro.

No podían estar más equivocados.

Yeosang nunca fue negro, él brillaba en otro color.

Él era serenidad, brillaba fuerte e intenso, cálido como la luz del Sol. Llamaba la atención fácilmente. Quitando la capa negra que ocultaba su verdadero ser, Yeosang era alegre, creativo, inteligente. Amarillo.

Yeosang representa el amarillo, yo represento el blanco.

Y juntos, somos dorado.