15. La Gran Tormenta

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-Te prometo que saldremos pronto de aquí, Kei, chicos, solo sigan sus ordenes para mantenerse a salvo..

-¡¿Pero que hay de...?!

-No va a hacerme daño... Con suerte, ellos no morirán primero.

...

Aquel recuerdo retumbaba en la cabeza de las tormentas, con tal de cumplir su misión, obedecerían y harían lo posible para cumplir. La batalla bajo techo en el hotel Hanohano de estaba volviendo más agresiva luego de que recurrieran a la megaevolución, donde un Mega-Blastoise y un Mega-Gallade junto a sus entrenadores luchaban contra el contrario, mientras las Eeveelutions presentes solo se mantenían a la defensiva. Los Dex Holders menores observaban el camino que uno de sus compañeros, Black, había tomado junto a su Musharna para averiguar el origen de esta tormenta y darle un giro de 180° a la batalla, ya que el fuerte viento de la tormenta se filtraba en el interior y dificultaba la batalla de sus senpais.
Y debido a un ataque de Espeon, el Parasect de Crystal ha sido debilitado.

-¡Parapyon!- exclamó asustada la capturadora mientras se dirigía a su pokemon.

-...- el número 6 solo caminaba lentamente en silencio hacia ella junto a su Espeon.

-¡No te acerques! ¡Mega!- llamó a su pokemon para ponerse a la defensiva mientras ella regresaba a Parapyon.

-¡N-No te acerques a Crys!- exclamó Yellow mientras Chuchu se ponía en el frente- ¡N-No se cuáles son sus intenciones ni que quieren de nosotros pero no lo lograrán!

-...- la mirada de Kie solo se mantenían igual de triste y con poca intención, oculta en una mirada seria mientras tomaba su piedra activadora en manos.

-¿Por qué...tienes esa mirada?

-¡¡Blasty!! ¡Aaahh!- exclamó la castaña mientras esquivaba los ataques psíquicos de Gallade e iba con su pokemon.

-¡JAJAJAJAJAJA! ¿Quién es mi siguiente oponente? ¡No pueden con nosotros! Después de Alix, yo soy el más fuerte, mejor rindanse y háganos el trabajo sencillo, esa tormenta es nuestra mayor ventaja.

-No deberías estar muy seguro...

Las olas arrastraban todo lo que se encontraba en el medio, incluyendo a los pokemon que se encontraban en el agua, algunos al alcance siendo ayudados por los poderes psíquicos de Musha, mientras su entrenador de la gorra trataba de concentrarse junto a su pokemon en encontrar al verdadero responsable de aquella atrocidad que no los dejaba escapar, ¿No se supone que esos entrenadores son igual de jóvenes que él y sus Kouhais? ¿Cómo causaban tal fenómeno?

-Arg...son demasiadas preguntas... ¡¡No es momento para eso!! ¡MUSHA! ¡HAY QUE DETENER ESTO! ¡AYÚDAME!

Su Musharna solo sonrió ante la motivación, procediendo a colocarse sobre su cabeza y alimentarse de los sueños y pensamientos de su entrenador para ayudar a concentrarlo. La lluvia no cesaba pero no muy a lo lejos, pudo divisar en su vista algo peculiar, un gran remolino se estaba acercando a la isla Akala, dirección directa al hoter Hanohano, y al prestar un poco más de atención...

-Con que es eso... ¡Es la hora de actuar! ¡La prez y los demás estarán en peligro si tardamos más!

Aquel joven entrenador observaba al remolino sospechoso que se acercaba cada vez más, al igual que lo suponía, se trataba de un pokemon perteneciente a una de las 6 tormentas, no había más opción que detenerlo.

Mientras en el interior del hotel Hanohano, los pokemon de Blue y Crystal se habían rendido, y ante ellos observaban como los pokemon de las 6 tormentas jadeaban un poco del cansancio, pero estaban dispuestos a seguir por sus entrenadores. La dex holder de cabellos rubios veía con confusión al número 6, Kei, tratando de obtener una respuesta, la cual claramente no le diría. Mientras sus kouhais se mantenían a la defensiva, de sus pokeballs salieron Yen, Incineroar de Sun, el Decidueye de Moon y el Dewott de Lack-two liderando líneas del frente, con la esperanza de conseguir algo de tiempo o incluso una manera de escapar. La tormenta de cabellos negros solo sonreía al ver a aquellos jóvenes.

-Jeje...¿No te recuerda a los viejos tiempos?

-...- Kei solo asintió al verlos y volteó un poco su mirada a la tormenta con un poco de duda y a la vez preocupación, pero con tal de que no se le note, decidió girar la cabeza y volver a prestar atención a los Holders que tenía en frente- Pronto todo esto terminará y nuestros pokemon lo saben Hyun...

-Sus pokemon...- los pensamientos de la rubia se hicieron fijarse en los pokemon que los acompañaban, estaban muy apegados a sus entrenadores, si no fuera así no hubieran logrado la megaevolución; una idea surgió- Debo leer la mente de alguno de sus pokemon...- susurró de forma White lo había escuchado, por lo que se preocupó al instante.

-Es peligroso Yellow-senpai, ¿Cómo vas a acercarte?

-Solo necesito un minuto para ver sus recuerdos...ese chico, Kei, tiene una mirada triste y su pokemon se le queda observando mucho...y además, no quiero ver más pokemon heridos...

-Yellow-senpai...- aquellas palabras realmente tocaron el corazón de la chica, por lo que solo asintió buscando una forma de acercarla a uno de los pokemon que los atacaba- Si debilitamos a uno de sus pokemon, puedes lograrlo ¿cierto?

-Sí... Pero no lo lastimen mucho.

-Bien, entonces también pelearé con ustedes- dijo firme poniéndose junto a Sun y sacando a su Serperior, Amanda.

-¡¿No es genial?! ¡Vamos a pelear señorita Moon! ¡No van a hacernos nada ni a nosotros ni a la región Alola que tanto queremos!

-Solo Moon está bien, nadie se deshará de nosotros.

-Mhp...

-¿Aún tienen energía? Bien... Acabaré con ustedes, ¡Gallade, Umbreon! ¡Prepárense!

-Espeon...- bajó a mirada a su pokemon, quien solo asintió, mientras Kei ocultaba otra pokeball detrás suyo.

-¡Ataquemos ya! ¡Yen, Lariat Oscuro!

-¡Puntada Sombría!

-Dewott, ¡Concha filo!

-¡Amanda, hoja afilada!

-¡Ja! ¡Gallade, Psicocorte! ¡Umbreon, bola sombra!

-Espeon, psíquico...

Y así, con las ordenes de los entrenadores, los diversos ataques se fusionaron y empezaron los pokemon a defender a sus entrenadores de los contrarios, mientras estos ideaban estrategias tratando de ganar el poco tiempo que predecían tener.

Mientras, tiempo corría cada vez más para Black, luego de encontrarse frente a frente con el gigante torbellino causante de la tormenta, y al divisar la silueta en su interior no tuvo duda alguna que estaba frente a un pokemon bien entrenado además de fuerte y resistente. No era más que un Gyarados, el cual miraba firmemente con un poco de miedo a la vez qur tenacidad. Con el honor y seguridad de sus compañeros holder en juego, tenía que acabar con este tormento que puede llegar a mayores.

Pero...

¿Qué pasaría si les dijera que el tiempo es más corto del que creen?















Continuará....

























Heyyyy que pasa mi gente, no he muerto xd tuve que hacer reconocimiento de campo y volver a leerme todo el manga de pokespe xd

Me extrañaron? No? Oh...

Bueno, nos vemos la próxima~

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2020 ⏰

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