Capitulo 15

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Hola, quiero decirles que esta semana planeo hacer tres actualizaciones de este fanfic porqué...eh, supongo que porque quiero y puedo, principalmente porque puedo.

Disfruten la lectura.

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Capítulo 15: Vuelve, Por Favor.

-¿Visitas? - Konan observaba a Kishasa con intriga. La pequeña mujer asintió. Konan se mostró un poco preocupada - ¿Cuántos y quiénes son?

-Son los mismos de la cascada, aunque traen refuerzos; son 21 presencias en total, aunque dos parecen más de animales que otra cosa - Kish sonrió un poco - y viene Gaara-kun con ellos - concluyó un tanto emocionada.

-¿Cómo nos encontraron? - fruncieron el ceño Konan y Naruto.

-¿Qué importa? Ya están aquí, habrá que salir a pelear - dijo el rubio, decidido. ¿Acaso su advertencia no les había llegado a los oídos? Vaya montón de idiotas. Kishasa le observó de reojo, él estaba siendo más obstinado de lo esperado.

-No, - Konan negó con un gesto imperturbable - solo salgan y activen las bombas para desaparecer este cuartel; luego márchense a cumplir con su misión. Nos reuniremos en la guarida número seis - ordenó la mujer.

-Tsk, de acuerdo - contestó con resignación Uzumaki, relajando su cuerpo.

-Lo que tú digas, Konan-san - dijo alegremente la chica.

-Itachi, es hora de irnos - Konan caminó hasta Kishasa y le dio un beso en la frente - ten cuidado pequeña.

-Claro, salúdeme a Pain-sama, ah, y dígale que me debe un entrenamiento; él ya sabe de qué - la mujer mayor sonrió.

-Por supuesto, linda - miró a Naruto - cuídala, por favor - pidió con un tono amable y mirándolo fijamente.

-¿Cuándo no lo he hecho? - se quejó el chico. Con Konan no era tan frió como con el resto de los Akatsuki, en parte por ser mujer, en parte por ser más comprensiva que los demás y haberle tratado con más amabilidad cuando recién ingresó a la organización. La peliazul sonrió y le pasó un ángel de papel a la niña, quien guardó el objeto con cuidado en su mochila.

-Solo cuídense - recalcó antes de realizar unos sellos y esfumarse de su escondite.

-También me marcho.

-¿No verás a tú hermano menor, Itachi-san? - preguntó algo triste Kishasa. Naruto le miró también interrogante. ¿Era el momento adecuado?

-Aun no es tiempo - sonrió el Uchiha - aun no lo es - repitió con melancolía más para sí mismo que para los demás. Naruto suspiró, un dilema menos en que pensar.

-Bueno, después te diré como está, ¿vale?

-Te lo agradecería mucho. Hazme un favor y ve lo que piensa y cuan fuerte se ha hecho, ¿sí? - se hincó apoyándose en una de sus rodillas para quedar a la altura de su compañera, mirándola fijamente manteniendo una pequeña sonrisa.

-¡Claro! - le respondió entusiasta.

-Eres una buena chica, Kish - la abrazó - cuídate mucho y cuida también a tu amigo cabeza hueca - sonrió viendo a Naruto, éste bufó y desvió la mirada del pelinegro. Si otro miembro de Akatsuki le dijera eso él ya estaría manteniendo una pelea, pero se trataba de Itachi. La niña les miró divertida.

-Jeje, por supuesto - guiñó un ojo de forma traviesa.

-Bien, me voy - se separó de ella y, como Konan, le dio un beso en la frente; ella le dio uno en la mejilla. Itachi le puso una paleta de caramelo en la boca - para la buena suerte - le dijo mientras se paraba y dejaba a la niña con un tinte rosado en sus mejillas. Caminó hasta Naruto y le tendió la mano - suerte.

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