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Capitulo 56

Capítulo 56: ¡Ayuda!

Naruto estaba sentado sobre la rama de un árbol. No habían llegado al cuartel general como lo planearon primeramente, sino que se reunieron con todos en un campamento en el bosque.

-¿Te preocupa? - la voz del Kazekage le hizo salir de sus pensamientos.

-Es mi amiga, la considero casi una hermana, claro que me preocupa, además... - miró los primeros rayos del sol aparecer -...ella no es mala, por mucho que esté en Akatsuki y parezca disfrutar del sufrimiento de otros, no lo es. Sé que algo grave pasa como para que esté a favor de tanto derramamiento de sangre.

-También lo creo - Gaara se puso a un lado del árbol en que el ojiazul estaba trepado, cruzando los brazos sobre su pecho. Naruto le vio, de reojo, alzando una ceja. En la mirada del joven kage se notaba ese tono de preocupación. Sonrió de medio lado.

-Sí que te ha conquistado, ¿eh? - ensanchó su sonrisa, burlándose un poco, y se dio la satisfacción de dejar a Gaara apenado.

-Me agrada...y es tu amiga - contestó luego de toser.

-Ajá, como no - se quedaron un rato en silencio, Naruto sopesando la idea de compartir cierta información con él, al final habló de vuelta - ¿sabes que esa vez sólo dijo que le gustabas para que así te dejaran vivir?

-¿Mh? - el kage alzó una ceja.

Naruto procedió a explicarse:

-En ese entonces, cuando te íbamos a capturar, ella leyó que yo no estaba muy de acuerdo con el plan y creo que se dio cuenta de que aun te tenía cierto aprecio...como amigo - la brisa soplaba con tranquilidad, meciendo sus cabellos, - el punto es que ella ideó el plan de encapricharse contigo y dejarte vivir para que, como todo aquello con lo que se encapricha, Akatsuki se lo concediera. Me lo comentó mentalmente mientras íbamos en camino. Incluso tuvimos que mantener las apariencias después de tu rescate, Zetsu siempre estaba vigilando por si algo no cuadraba, listo para poner en duda mi fidelidad a la organización.

-Entonces, ¿todo fue fingido? - una punzada extraña se instaló en su pecho, al tiempo que comprendía los contados instantes en que tanto Naruto como Kishasa miraban a su alrededor con disimulo.

-Mmm...más o menos, o tal vez al principio - Uzumaki meneó su cabeza, pensativo - por esos tiempos Kish solo tenía ojos para Itachi. Siempre era Itachi-san esto, Itachi-san aquello, Itachi-san te amo, Itachi-san es mío, Itachi-san, Itachi-san, Itachi-san - suspiró con pesadez - pero Itachi ya tenía a alguien en su corazón, aunque nunca llegué a conocerle, je-je - se rascó una mejilla - así que ella estaba triste por eso.

-Mmm...

-Pero, luego de que decidiéramos acompañarles a Konoha, que en primer lugar fue con la intención de destruirla a la orden del líder, - admitió Naruto, apenado, - bueno, cuando fuimos con ustedes me di cuenta de algo.

-¿Qué? - se aventuró a preguntar Sabaku.

Naruto giró el rostro para mirar a bajo, encararle y sonreírle un poco.

-Que en verdad comenzabas a gustarle - Gaara tuvo que desviar la mirada, de nuevo esa calidez en sus mejillas que le era tan extraña, - Kishasa-nee no lo admitió, al menos no abiertamente, pero así fue; por eso no creo que deba apenarte el hecho de que le gustes y te guste. Como a mí no me apena, al menos ya no tanto, el hecho de que me enamoré de alguien - Gaara miró a Naruto, que otra vez miraba a la nada.

-No me gusta, es menor que yo y...

-Te gusta y punto, ¿qué importará eso en unos cuantos años? - Se encogió de hombros antes de volver a su semblante pensativo - por eso es mejor que, si ella sale a pelear, no la enfrentes.