CAPÍTULO 26: PRISIONERO ENTRE DIARIOS Y SANGRE

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- ¿Mi hermano? -Dorian frunció la frente, llevando su mano al pomo de la espada. Harry se dio cuenta de aquello y ocultó su miedo tras sus oscuros ojos.

-Nosotros no somos una amenaza Dorian-continuó Harry, pasando saliva.

-Ustedes robaron a mi hermano de los brazos de mi madre-Dorian apretó la mandíbula, se le veía terriblemente molesto. La sangre le subió a las mejillas y Harry se obligó a utilizar las palabras correctas, una en falso y su cuello ya no sostendría su cabeza.

-En realidad, no fuimos nadie de nosotros, un humano lo robó-Harry se encogió de hombros, sin despegar su mirada de los dedos que empuñaban la espada del príncipe.

- ¿Me crees estúpido pequeño Harry? -Dorian se llevó la otra mano a los labios y entre temblores los acarició, como si pensara qué haría con el muchacho.

-Para nada, príncipe Dorian-Harry se acercó un poco al chico, casi rozando sus tensas rodillas con las de Dorian-No tuvimos nada que ver en el rapto de tu hermano, pero Garnet no paró de buscarlo todos estos años...hasta que lo encontró. Está en el castillo, y solo pido algo a cambio.

Dorian entrecerró los ojos, buscando con su mirada un ápice de mentira que le dijera que lo que Harry decía no podía ser verdad. ¿Su hermano?, llevaba diecisiete años desaparecido, no lo conocía...su padre alguna vez le había dicho que eran gemelos, sin embargo, con el paso de los años dudaba que aquello fuera cierto. Y su hermano, raptado, nunca sabría de la existencia del chico.

-El diario de Maya Dyner-concluyó Dorian, mordiéndose el labio-De acuerdo. Hagamos esto. -Dorian se levantó de la cama y caminó por la habitación, dando vueltas y frotándose los dedos, se le veía nervioso, extraño proviniendo del príncipe, quien era engreído y egocéntrico. Harry contuvo la respiración, era bien sabido, al menos entre él y su hermano Henry, que hacer tratos con cualquier caído era casi un suicidio, pero Harry necesitaba ese diario y a ese ejército de ángeles caídos, que solo podrían ser liberados con el heredero de Georgia-Te daré el diario, claro está...pero serás mi prisionero privado hasta que los ángeles de allá arriba hagan su baile con los desterrados, ahí acudirá uno de mis prisioneros, amigo de la directora tuya, a entregarte junto con el diario de tu amiga y me darán a mi hermano.

Harry entrecerró los ojos.

- ¿Y Valliot Ednes? -Harry también se puso en pie.

-No saldremos hasta que encuentren al heredero, lo sabes bien-Dorian lo miró desde arriba, un poco más alto que él, y sonrió de lado. -Así que cuando salgas, encárgate junto con Henry de buscarlo.

-Muy bien-Harry entonces lo recordó-Y ¿Por qué me quieres de prisionero?

Dorian lo miró un momento, tan pensativo y entonces se mordió el labio inferior, mirando a Harry de una manera tan extraña que provocó escalofríos en el gemelo.

-Me gusta divertirme de vez en cuando-Dorian se encogió de hombros, dejando de lado por fin el pomo de su espada-No tengo buena compañía dentro del palacio.

- ¿Y yo soy buena compañía? -preguntó Harry, sintiendo sus piernas temblar.

-No-Dorian se apartó de golpe, dándole la espalda-Pero eres la mejor opción en cuanto a compañía se refiere, comparado con los caídos que me rodean, eres perfecto.

- ¿Gracias? -Harry frunció el ceño y se cruzó de brazos, incómodo.

-De nada pequeño.

MITADES DE ÁNGEL- EL RETORNO DE EDNES ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora