Cuando diga ya.

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"Tan solo una vez, yo...

quiero que me grites más adentro.

Y no te pienso avisar, lo creas o no, yo voy a decidir el gran momento.

Más fuerte y dentro."

                                                                                                                           -Love of Lesbian; Cuando diga ya. 



* * * * *

Lidiar con el calor que hacía en agosto en Madrid era algo demasiado complicado, pero por lo menos en el piso de Lisa, con un pequeño ventilador destartalado que se había comprado, se podía intentar.

— He estado pensando.

Me giré en el colchón hinchable, observando la espalda desnuda de la chica que se giró poco a poco para quedar frente a frente conmigo.

— Ajá, ¿sobre qué?

— Que, en realidad, — mordí mi labio inferior, buscando la mejor forma de entablar una conversación así con ella, sin asustarle. — tampoco nos conocemos tanto. Llevamos medio año así y en verdad no sé qué es lo que más te gusta, ni qué tipo de películas son tus favoritas, ni que tres cosas te llevarías a una isla desierta o en qué lugar del mundo te gustaría vivir.

Lisa dejó escapar una carcajada, girando para quedar boca arriba y se sentó, apoyando la espalda en la pared de la habitación.

— Bueno, tú si quieres saber algo solo tienes que preguntarme, ya lo sabes.

— ¿A ti no te interesa saber esas cosas de mí?

Arqueé una ceja, mordisqueando el lado interno de la mejilla con la finalidad de no gritar si la respuesta era negativa.

— Claro que sí. — No me vi, pero estoy seguro de que mis ojos brillaron al escuchar aquello. Lisa estiró el brazo para hacerse con un canuto y el mechero, prendiéndolo después y dándole una calada. — Pero creo que sé ya bastantes cosas de ti.

— ¡Oh venga ya! Eso es imposible. — Me acerqué a ella para arrebatarle el porro y poder darle una calada yo, devolviéndoselo después. — Venga, si es así, ¿cuál es mi color favorito?

— El amarillo. — Contestó, sin vacilar un instante. — La gran parte de tus camisetas son de ese color, y si no fuera ese — se quedó unos segundos callada, jactándose de que, evidentemente, había dado en el clavo. — debería serlo, te sienta muy bien.

— Lo es. — Refunfuñé, volviéndome a tumbar de espaldas a ella, que estalló en carcajadas por mi reacción. — Y siempre he dicho que me encantan las películas de terror, pero en realidad me muero de miedo cada vez que veo una, por eso siempre prefiero las de risas. Ya bastante miedo da la vida real, me parece importante poder desconectar de ella viendo una película que te haga reír.

En silencio, dejó que sus dedos comenzaran a acariciar mi espalda, erizándome el vello y provocándome pequeños suspiros involuntarios. Aún me pregunto qué hubiera hecho si el timbre no hubiera sonado en ese momento y si cinco minutos más tarde las risas de Jisoo no hubieran ocupado esas cuatro paredes.

— Hoy nos vamos de fiesta.

— Como todos los días. — Protesté yo, haciendo a Lisa reír y provocando que Jisoo gruñera.

— Pero no a una fiesta cualquiera, va a ser LA fiesta.

Me senté en el colchón, flexionando las piernas para que Jisoo tuviera sitio y estiré el brazo para que Lisa me pasara el canuto.

1999. | Chaelisa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora