Te hiero mucho. (Historia del amante guisante.)

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"¿Un mito o un tipo suicida?, dime qué opinas,

¿o el problemas es siempre hormonal?

Ya nadie nota guisante en la cama.


-Love of Lesbian: Te hiero mucho. (Historia del amante guisante.) 




* * * * *




2000.


Esa fue la primera nochevieja que pasé alejada de mi familia, y fue increíblemente distinta para mí. Había pasado de celebrarla con todos los familiares a estar con la única compañía de Jisoo y su gato. Había pasado de tener unos manjares por cena a una sopa de sobre y unos filetes junto con las doce uvas perfectamente contadas. Y aun así, estaba bien, me encontraba bien, porque sentía que estaba donde tenía que estar, donde la vida me había llevado.

Jisoo fue el primero en abalanzarse sobre mí cuando tragamos la última pieza de fruta, celebrando que el mundo no se acababa, algo que había predicho el calendario Maya.

— ¡Feliz año nuevo, Rosé!

— Feliz año nuevo, Jisoo. — Sonreí acariciando su mejilla y después bajé la mirada a Luz, que recibió un cuenco repleto de pienso como entrada al año 2000.

Jisoo había dejado completamente de lado las drogas y las salidas, por eso no me sorprendió que no me propusiera ningún plan para celebrar la nochevieja aparte de ver una película en la televisión. Yo acepté, pero la inmensa necesidad que cada vez crecía más y más en mi pecho me empujó a escaparme de su casa bien entrada la madrugada.

Fue la primera de todas las escapadas que vendrían sin que Jisoo se enterara, o por lo menos sin que ella me dijera que lo sabía.




* * * * *




El seis de enero, Jisoo me sorprendió con un regalo.

— Venga, ¡ábrelo!

— Pero Jisoo... — Suspiré ligeramente, apartando el paquete y mirando a la chica, que parecía tan ilusionada como si el regalo fuera para ella. — Yo no te he podido comprar nada, ya sabes que estoy en números rojos.

— Oh, venga ya, Rosé. Que te haga un regalo no significa que tú me tengas que hacer otro, si te lo regalo es porque me apetece.

Resignado, terminé abriendo el paquete, encontrándome con una fotografía nuestra revelada y enmarcada.

— Hay otra cosa — Me animó la catalana, impaciente.

Yo sin embargo no podía apartar la vista de la imagen, me pareció un regalo tan bonito y único que no quería dejar de mirarla. Era de una tarde en la que nos encontramos con un fotógrafo que sacaba fotos por ganarse unas pesetas, Jisoo insistió en sacarnos una y a pesar de mis quejas, logramos hacerla.

1999. | Chaelisa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora