Pishtaco

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Mitología: Peruana

Categoría: Oscuridad

Apariciones: Supernatural

El pishtaco o nakaq es un personaje  mitológico de la tradición andina, especialmente en Perú. En algunos lugares de los Andes, el pishtaco es llamado kharisiri. ​ La leyenda del pishtaco o pishtakuq como asesino "degollador", surge entre la población de los Andes Centrales peruanos, además de Ayacucho, Huancavelica y Cusco en las épocas de construcción de ferrocarriles, carreteras o explotación minera intensiva.

El pishtaco es un bandolero solitario, carece de compañía o apoyo, si es capturado por la población se matará sin duda a fin de no revelar sus secretos; no así si lo capturan las autoridades pues se cree que actúa bajo el amparo del gobierno como un agente secreto. Actúa protegido por la soledad de los caminos que unen los pueblos, ataca a personas solas que viajan distraídamente; las espera en un recodo del camino y las degüella inmediatamente sin darles posibilidad de defensa. Para ello utiliza una especie de cuchillo curvo muy afilado y grueso que esconde entre sus ropas. Generalmente de raza andina pero puede ser blanco o incluso negro, tienen la barba descuidada y cuerpo fornido.

Sé trataría de un bandolero cuya ocupación es la de asaltar mujeres u hombres solitarios. Principalmente, el pishtaco degüella a sus víctimas para sacarles la grasa y venderla, así como comer su carne en forma de chicharrones. O bien las entierra, a veces con vida, para fecundar la tierra o dar solidez a las construcciones.

La preocupación por la grasa corporal tiene una larga tradición en la región andina, al punto que los indígenas prehispánicos le rendían culto en la forma del dios Viracocha (literalmente "mar de grasa"). También es natural para los campesinos pobres ver a la gordura y al exceso de grasa corporal como una señal de vida, buena salud, fuerza y belleza. Se creía que muchas enfermedades tienen su origen en la pérdida de grasa corporal, por lo que la delgadez extrema era despreciada. Tomando en cuenta esto, la práctica de los conquistadores de tratar sus heridas con la grasa corporal de los indígenas muertos en batalla horrorizó a estos.

La imagen del pishtaco ha evolucionado dentro del imaginario colectivo, desde un sicario indígena durante el incario, hasta un gringo habilidoso en el oficio de degollar semejantes; pasando por tipos europeos. Al parecer refleja una metáfora con respecto a la explotación foránea de los lugareños.

 Al parecer refleja una metáfora con respecto a la explotación foránea de los lugareños

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