Todos tenemos una historia de amor que nos cala hasta los huesos y que al finalizar, por mucho que nos duela dejar ir, la soltamos, la dejamos que vuele alto y deseamos lo mejor para en el que una vez, fue el amor de nuestras vidas.
Este es el caso...
Han pasado ya un par de días desde que Aitana y yo nos acostamos. No hemos vuelto a quedar para no lanzar sospechas en nuestros círculos próximos, pero con frecuencia hacemos videollamadas antes de irnos a dormir. ¿Qué somos? Todavía no lo hemos hablado, pero lo que sí estamos de acuerdo es en que ante todo prima la amistad. Hoy es el día en el que vamos a vernos después de todo eso. Pues nuestros productores ya tienen la mezcla lograda y necesitan que les demos nuestra más humilde opinión.
Me ducho y me visto para ir hasta el estudio. Lo tengo a media hora. Elijo ponerme lo siguiente, acompañado con unos jeans negros rotos por las rodillas y unas vans blancas.
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Desayuno súper rápido, cojo lo necesario y me marcho. En el coche me pongo música variada desde una playlist de Spotify.
(...)
Llego en media hora. Aviso a mi mánager, el cual me contesta que se va a retrasar. Me pide que le mantenga informado de toda elección que hagamos hoy, aunque estará en contacto con la mánager de Aitana. Hablando de Aitana, justo acaba de llegar en compañía de su agente de management: su prima.
-Hola Luis. -Me saluda con un abrazo.
-Hola Aitana. -Se lo devuelvo. -Hola Olga.
-Hola Cepeda. -¿Nervioso?
-Yo estoy deseando ver el resultado, más que nervioso estoy impaciente.
-Igual que yo. -Añade Aitana poniendo la mano para chocar. Se la choco y nos reímos.
Entramos los tres juntos al estudio. Ya en el interior, nos reciben nuestros productores.
-Es un verdadero placer trabajar para dos máquinas como vosotros. -Dicen ambos.
-Dios, ¡qué ganas de escucharlo! -Dice Aitana impaciente.
-Ya sabéis que las canciones son como hijos, de eso habláis en las entrevistas, así que esta, será como vuestra hija y la verdad es que suena espectacular. Ha quedado una base que váis a flipar. Yo ya la estoy viendo en las listas y en las radios más importantes del mundo. -Dice mi productor.
-¡Qué locura! -Digo mirando a Aitana.
-Si decidís utilizar esta base, podemos quedar ya mañana si no tenéis ningún compromiso para grabarla. Avisamos a vuestra vocal coach y le damos caña.
-Genial. -Asiente Aitana.
-Vamos entonces a escucharla a ver qué os parece. Pasad. -Nos invita el productor de Aitana.
Entramos en la sala de grabación. Ya os la imagináis toda llena de cables, de mesas de sonido... Pues así y en el medio un ordenador donde nos iban a reproducir la mezcla. Aitana, Olga y yo nos sentamos en el sofá. Nuestros productores le dan al play y empieza a sonar la base de nuestra colaboración. Aitana me mira con una sonrisa que yo le devuelvo. Mi cabeza empieza a moverse con la música, al igual que mis manos golpean mis piernas mientras la batería marca el ritmo.
