Pasé una noche difícil. Me desvelé hasta gran parte de la mañana, ya que la gran pelea con David me dejó destrozada.
A las once de la mañana, me dirijo a la Oficina, para averiguar mi calificación final. Cuando llego, respiro hondo y entro.
—Buenos días, para averiguar mi calificación.
—¿Nombre? — me pregunta la secretaria.
—Verónica Lyons — espero impacientemente mientras digita mi nombre en el computador, y contengo la respiración.
—Ha sacado siete de diez. Aprobó la materia — grito eufórica, mientras me despido con la mano y me voy corriendo a empacar.
En el trayecto hacia la casa de Lucía, no paro de pensar en David, siento la necesidad de contarle cómo me fue y lo agradecida que me siento hacia él, pero soy muy orgullosa.
—¡Hola Ve! — me saluda Lucía desde la entrada.
—Hola linda. ¿Cómo estás?
—Yo estoy muy bien. ¡Pero aquí la que importa eres tú! ¿Cuánto sacaste? — lo único que tengo que hacer es mirarla directo a los ojos para que lo sepa.
—¡Aprobaste!
—¡Pasé! — gritamos al mismo tiempo.
—Tenemos que festejar, vamos a la bodega de vinos y... — la interrumpo.
—No tengo ganas de tomar alcohol en este momento — decido contarle a Lucía mi situación con David, incluido el cómo me siento ahora.
—Babe, para mí que a ti te gusta ese hombre.
—¿Acaso estás loca? A mí me gusta Alex, él es tierno, y muchas cosas más que no tiene David.
—¿Hacemos una lista de pros y contras?
—Bah, muy de película.
—¿Entonces qué tienes pensado hacer?
—Mañana voy a salir con Alex y lo besaré. Ya veremos qué siento con él, pero dudo que David me guste — a pesar de que yo sentía que mi corazón lo tenía Alex, Lucía plantó una semilla de la duda.
—Ya lo veremos — me sonríe de una manera que no logro comprender.
—¿Y tú cómo vas con Andrés?
—Ya me aburrí. Mañana pienso terminarle.
—¿Crees que llegues a encontrar a un hombre con el que dures más de un mes? — bromeo.
—No. Mi corazón es indomable, nadie lo poseerá.
—Me gustaría ser como tú.
—Tú eres demasiado inocente para ser como yo. En fin, voy a pedir helado y pizza ¿Quieres algo más? — se me quedó en la cabeza lo de que soy demasiado inocente.
—¿Inocente yo?
—Sí, eres muy tierna. De seguro llegas virgen al matrimonio.
—Estoy esperando al indicado, eso es todo.
—¿Y dices que no eres tierna?
—Deja de molestarme.
—No te enojes. Iré por mi celular, ya vuelvo.
—Bien — mientras la espero en la sala, me llega un mensaje. Es de Alex.
—Quiero verte ya.
—Contaré las horas. xx — qué cursi soy. En ese instante llega Lucía, así que guardo el celular.
—Ya pedí la comida.
Pasamos el resto de la tarde y la noche viendo películas y comiendo. Decidimos acostarnos temprano, para poder estar decente mañana cuando me vea con mi ruso.
ESTÁS LEYENDO
Tratando de entenderme
RandomTengo 17 años, y finalmente es mi último año en este campus colegial. Contextualizándolos un poco, cuando tus padres no tienen el suficiente tiempo para ti, y con pretextos como que es lo mejor para tu futuro, te meten en un campus, o cárcel pagada...