Capítulo 15

74 6 3
                                    

—¡Lu despierta ya! — salto encima de ella y pega un grito.

—Violenta. Casi me da un infarto.

—Perdón. Ahora sal de esa cama que ya es tarde — luego de hacerlo, vamos a la cocina a desayunar.

—Y dime ¿Qué expectativas tienes para hoy?

—No lo sé, pasarla bien. Nada más.

—Para mí que también quieres aclarar tu corazón.

—Deja de molestar con eso. No me gusta ni me gustará David, lo único que siento es atracción física, pero la mental es mucho más fuerte, cosa que siento por Alex.

—Qué poeta, me matas — nos reímos y nos ponemos a comer. Luego de que acabamos, vamos a su habitación.

—¿Puedo ser tu estilista?

—Bien. Deja me baño y ya me arreglas.

Luego de una hora y media en la que Lucía se la pasa maquillándome y probando distintos estilos de peinados, termina.

—¡Voilà! — me miro en el espejo y quedo impresionada. Veo a una persona totalmente diferente.

—Eres una genia. ¡Me encanta!

—De algo me sirvió todos esos cursos — sonríe.

—Tienes talento, chica.

—Ahora vamos a mi vestidor, a ver si encontramos algo lindo — luego de otra tediosa media hora en la que Lucía me hace medir medio vestidor, decidimos por un crop top, un jean tiro alto y tacones, los mejores amigos de las mujeres, exceptuando a los perros — Cuando Alex te vea va a morir. Estás hermosa.

—Me siento diferente, pero me gusta.

—Ahora vete, que vas a llegar tarde — luego de despedirme y prometerle que la llamaría para contarle cómo me fue, me voy.

—¿Alex? — lo saludo. Está sentado en una mesa.

—¿Ve? Wow, te ves genial.

—Gracias — me pongo roja.

—¿Pedimos?

—Pidamos.

Nos la pasamos hablando sobre diversas cosas, nunca hay un silencio incómodo. Luego de que salimos del restaurante, nos vamos a comer un helado.

—Y bueno, ahora va a haber una fiesta ¿Quieres ir?

—Me encantaría.

Llegamos a la casa en la que será la fiesta, ya está bastante llena.

—¡Hola Ve! — me saluda Lucía. Luego de que la llamé para contarle cómo me había ido, la invité a la fiesta.

—¡Hey! Te presento a Alex. Alex, Lucía — mientras ellos tienen una pequeña conversación, miro mi entorno. Y me encuentro con la mirada de David, justo con el que no quería encontrarme.

—¿Ve?

—¿Sí?

—Vamos a ir por un trago ¿Vienes? — las palabras de David vienen a mi mente.

—No, vayan. Los espero aquí — sonrío. Los dos han congeniado bastante bien.

—Verónica — puta mierda.

—¿Hm?

Tratando de entendermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora