Escuela.
Puñetera escuela.
Era una mezcla de escuela japonesa con escuela abierta pública mexicana.
Por alguna razón me estaba paseando en un carrito de compras y un chico me detiene, me mira a los ojos y me dice con delicadeza.
–Pudiste haberte lastimado. Ten más cuidado– Su voz me tranquiliza.
Transición vergas y ahora me estoy saltando una clase.
Volteo a un lado y este chico de nuevo.–¿Quieres venir conmigo?–.
–Vale– por alguna razón lo sigo y vamos al salón del fondo, el aula de arte.
Se dan pequeñas transiciones de película de nosotros dos siendo felices en el receso, de ambos en el aula de arte pintando muy felices.
De la nada es de noche, otra vez el salón de arte. Este chico llega y empieza a decirme cosas sobre otro chico; parece estar celoso.
–No sé de qué hablas– le dije.
Está por hablar, pero entra un hombre gordo y feo, se acerca a mí sin rodeos y me ataca sexualmente.
El chico me protege, me ayuda a quitarmelo de encima y al final lo matamos clavándole un pincel y lo ahogamos en pintura.
Eh despertado.
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Sueños sin razón
RandomEsta historia es solo para publicar sueños raros que he tenido desde que entré a preparatoria, también publicaré algunas ideas que se me vengan a la cabeza y/o borradores de cualquier cosa. No esperen lógica... Porque no la hay.