En un pueblo pequeño con familias amorosas y alegres, siete pequeños crecieron juntos siendo amigos a pesar de sus diferencias, sin embargo el tiempo pasa y ellos deben convertirse en fuertes alfas y dulces omegas.....
-¡¿Te gusta el gato rayado?!
...
Espero que les guste la sorpresa. Gracias por leer, me toma muchohacer este libro, yo estaríamuyfeliz y agradecida si ustedes me regalan una estrellita y comentarios. Muchasgracias patos hermosos.
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JongIn esperaba paciente en el aeropuerto acompañado de su hijo mayor, Yoongi al parecer estaba muy entusiasmado por la llegada de su abuelo, era de sus hijos, quien más comunicación tenía con su padre, cosa que no le agradaba del todo, aunque eran familia, él tenía serias diferencias con la forma tan ortodoxa que tenían de ver la vida, al alejarse por muchos años de aquello, estaba completamente seguro que no quería regresar al régimen de las leyes de los tigres sangre pura. Muchos problemas le habían causado creer aquellas palabras sin sentido, dañando en el camino a las personas que amaba, se negaba a aceptar que, con la visita de su padre y hermano, estos abrieran una brecha en la vida que había construido después de años.
—Yoongi, quiero advertirte de algo—dijo llamando la atención de su hijo, quien le miró curioso—. Tal vez ahora que veas a tu abuelo en persona te des cuenta de ciertas cosas que pudieran ser un poco difíciles de asimilar, ellos viven con creencias que actualmente son completamente equivocadas ¿Entiendes a lo que me refiero?
—No realmente padre—respondió con una mueca.
—Sus opiniones pueden ser duras y tal vez para ellos lo que estamos haciendo no es lo correcto, quiero que estés preparado por si ellos deciden decirte algo acerca de cualquier cosa, tus amigos, carrera y omega—dijo mirándolo de forma profunda.
Yoongi se puso nervioso, desvió la mirada al piso, jugando con sus manos, JongIn tomó aquel gesto de su hijo como uno cargado de ternura, le recordó a su Soo cuando este era descubierto.
—¿Lo sabes? —preguntó temeroso.
—Sí, no es difícil notarlo hijo, hace mucho tiempo que supe que tú y Jimin tenían algo especial, que sobrepasaba el límite de la amistad.
—Quería decírtelo—suspiró con una mueca—. Pero, una vez dijiste que no era el momento de tener un omega, pensé que de alguna manera pensarías mal.
—Pienso que eres joven para formalizar cualquier cosa—suspiró asintiendo—. Mi pensamiento no ha cambiado en lo más mínimo, sin embargo, aunque yo te prohibiera tener una relación con Jimin no me harías el menor caso ¿Verdad?
—Realmente no—se encogió de hombros—. Mi relación con Jimin no es algo que se pueda negociar, ni parar, es algo que sucedió así y estoy feliz por ello.
—Entonces, yo no soy nadie para prohibirte amar, pero sí para advertirte que debes ser responsable, porque tener un omega no sólo requiere amor, sino también esfuerzo y mucha sensatez, es por eso que te repito hijo, cualquier cosa que tu abuelo te diga que no empate con lo que sientes o piensas, sólo no le tomes importancia ¿Entendido?
