Cita de consolación

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De: Takito

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De: Takito

Para: NikkiUsagi

-¡Oh! ¿En verdad haremos esto? -dijo nervioso Deku acomodándose su corbata negra frente a la puerta rosa de una habitación de motel.

-Reservaste la habitación princesa con acceso a internet, ¿verdad? - Kacchan lo golpeó con el hombro mientras abría la puerta rosa y entraba llevando un pastel de betún rojo y verde con chispas de estrellas.

Deku suspiró derrotado, su perfecta navidad romántica al estilo japones que había planeado se había desmoronado como galletas. Entró a la habitación y la cama matrimonial tenía almohadas en forma de rosas rosas, un edredón rosado y unas luces blancas en la cabecera. Kacchan se quitó la chaqueta de motociclista y se echó a la cama estirándose como un felino.

-¡Sube, Deku! ¡Este colchón es suave! -Kacchan dio golpecitos en la cama y lo invitó y Deku volvió a suspirar.

El de cabello verde se arrastró y se desplomó a la cama, acostándose a lado de Kacchan con su hombro derecho pegado al izquierdo del rubio. Entonces permanecieron mudos y mirando como del techo colgaban unas cadenas en forma de enredaderas que servían para suspender a tu pareja. De pronto se oyó el golpeteo en la pared y un largo gemido.

-¡Ahhh! ¡Así cariño, más, más, más! -gritó una mujer y aquello volvió el momento incomodo.

Deku volvió a suspirar preguntándose como una típica noche navideña con su pareja terminó estando acostado en la cama de un motel con su mejor amigo.

-¿Así que hoy querías perder tu virginidad con Uraraka? -habló Kacchan y con el control remoto encendió la música de la habitación con melodías románticas de piano para tapar esos ruidos obscenos de los cuartos contiguos.

-¡Si! -soltó frustrado Deku y aflojó la corbata de su traje -Lo planee por meses, reserve esta habitación. El alquiler en navidad es caro así que me gaste casi todo mi sueldo pero quería entregarme a ella esta noche y que es lo que hace, va y me cita en un lindo lugar y me dice: "Deku-kun lo siento pero no aguanto esta relación. Llevamos un año de novios y nunca me tocas, a penas me das un beso y la mano, en serio a veces te veo como un hermano menor, la verdad me siento asqueada. Lo siento mucho pero cortó contigo".

-¿Un año y solo le dabas besos y agarrabas su mano? ¿Cómo te aguanto!

-¡Cállate! -respondió alterado y sonrojado -¡Algunos somos tímidos!

-Deku tienes treinta y cuatro años, eres un salaryman poco destacado y vives con una gata a la que le compras ropa de diseñador pero no pudiste satisfacer a tu novia al menos una vez.

Deku se hundió en el colchón y sus pecas enrojecieron. Es que a él no se le daba bien eso de la intimidad se justificó. Quería a Uraraka ella era una mujer paciente, dulce y buena, la directora de su sección y la perdió por su timidez extrema con las mujeres. Tal vez tenía una fobia con el sexo femenino.

-¡Y que hay de ti! -evidenció para defenderse y frunció el ceño -Eres un host de bar con la polla de fuera que humedece a las mujeres con solo verlas? ¡Eres un puto! ¿Qué haces sin pareja en navidad?

-¡Ya sé que soy un puto! Pero esta vez era diferente, ¡ve esto! -Kacchan sacó un anillo de matrimonio de su bolsillo y se la pasó a Deku, era de un diamante naranja muy bonito -Compre el pastel para esta noche -dijo señalando el pastel rojo y verde de la mesa -Y quería sorprender a mi chica con el anillo pero la maldita perra me envió un mensaje de voz diciendo: "Se acabo, Bakugou. Llevamos un año y siempre estamos follando, parece que no piensas en formalizar, me canse de esperar y confieso que he estado saliendo con otros chicos y por fin me ha salido un amante que me propuso matrimonio y de verdad me ama. Adios".

Deku vio el anillo a contraluz y por curiosidad se lo puso y se sorprendió que le quedara a la perfección. Recordó que Kacchan era malo para los regalos de sus infinitas novias y nunca recordaba el número de sus medidas, seguro que pidió su talla de anillo porque siempre decía que tenía cara de niña y con peluca se parecía a la tía Inko.

-¡Mira que lindo se ve! ¡A Camie se le vería genial si no te hubiera botado! -dijo en burla y comenzó a carcajearse de la desgracia ajena.

-¡No te rías, solterón de mierda!

Kacchan siempre salía con mujeres pero al final siempre huía de ellas porque tenía miedo de formalizar. Todo en su vida era efímero, se cambiaba a menudo de departamento, de número telefónico y de trabajo evadiendo a sus ex. Deku su amigo de la infancia era su única estabilidad.

El hombre de pecas y vestido de traje negro siguió riendo hasta las lágrimas e intentó hablar y respirar entre su risa que resonaba en las paredes rosas y se oía dulce e infantil.

-¡Cállate virgen María! ¡Lo que me paso no es gracioso!

-¡Si lo es! ¡Pensar en ti como un tipo casado es muy gracioso! -dijo con la mano en el estómago y el anillo naranja en el dedo -¡Que mujer te va aguantar siendo un puto, con ese carácter de viejo amargado y el como explotas cada vez que alguien toca tu colección de perritos de juguete en tu casa!

-¡Voy a matarte cabeza de pino!

Kacchan se sintió humillado al ser dejado y Deku después de reír y sacarse la decepción de su relación finalizada suspiró de nuevo. Ambos suspiraron. Y la música de piano sonaba con los sonidos sugerente de sexo en las paredes. Comprendieron que con su actitud repelente hacia a lo femenino se quedarían solos de por vida.

-Nunca me voy a casar -gimoteó Kacchan con decepción.

-Nunca perderé mi virginidad -sollozó Deku.

Ambos se sintieron condenados a vivir en soledad entonces se voltearon de costado y se miraron cara a cara y contemplaron sus ojos rojos y verdes, la forma distintas de su narices y el color de su boca. Entre parpadeos recordaron una vida entera de aventuras cuando de niños jugaban con figuras de superheroes creyendo ser uno, de adolescentes observando videos pornográficos con el miedo que alguna de sus madres los descubrieran y de jóvenes cuando se mudaron al mismo tiempo a la gran ciudad de Tokyo. Y de pronto vieron frente así a la única persona que siempre ha estado ahí por casi treinta años.

Parpadearon, hubo un silencio entre ellos y sin pensar juntaron los labios...

-Fin-

ᴍᴇʀʀʏ xᴍᴀsʜ! | ᴏɴᴇsʜᴏᴛsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora