8 - Mudanza

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Yoongi no le tomaba importancia real a nada que le dijeran. No habría pasado de la adolescencia si así fuera. Pero lo que dijo su tío, bueno, eso se repetía en su cabeza una y otra vez.

No había probado bocado en la comida, no durmió bien y pasó la mañana y parte de la tarde estirado en su cama, sin pensar en nada mas que la reunión, en la mirada de asco de su padre, la burla en los ojos de su hermano y las hirientes palabras de su tío.
No había visto su propia cara, pero era claro que su expresión debe haber sido triste y acabada si Jimin lo sacó de ahí. Se debe haber visto como todo un perdedor.

Era aún mas horrible saber que se vió como un perdedor frente a ellos. Dios, él quería abrirse ante todos, quería asumirse y demostrar que ya no era un adolescente asustado.

¿Y esa había sido su primera experiencia?

Su familia no lo tomaría en serio nunca. Bien podría ir olvidando su parte de la herencia, o de ir a la próxima cena de año nuevo. Carajo, si por su tío fuera, lo sacarían del registro familiar.

De pronto, una idea descabellada cruzó por su cabeza. Era loco, pero quizás ayudaría a que todos borrasen su imagen de perdedor y lo comenzaran a ver como el Yoongi real.

Sí, eso haría.

Tomó su abrigo y subió a su auto, derrapando contra el asfalto, hasta que vislumbró el edificio de Jimin. Su estómago estaba agarrotado, y era claro que solo se calmaría con una respuesta afirmativa.

Entró al edificio, saludó al amigable portero que le hacía ojitos y caminó hacia el ascensor.
-¡El señor Park salió! -gritó el muchacho, acercándose.

-¿Salió? ¿Hace mucho?

-Oh, él suele salir a correr en las tardes. -afirmó. -Va a la playa cuando se acerca la puesta de sol y vuelve antes de que sea totalmente oscuro. -el chico pasó sus manos por su cabello en un gesto claro de coqueteo. -Puede esperarlo aquí, si desea.

Yoongi deseaba salir corriendo. La idea que traía en mente ya no parecía la mejor, y el universo estaba enviando claras señales de "Aborta misión, cabo".

Sí, cuando el universo lo dice es mejor hacer caso.

Yoongi solo se despidió amablemente del portero-coqueto y salió del edificio.

Solo para tropezar con Jimin.

"Decídete, universo"

-¡Yoongi! ¿Qué haces aquí? -sonrió el escritor.

-Ya, es que pasaba por aquí y pensé en saludarte. -mintió. Los nervios hacían cosas graciosas con sus tripas.

Por suerte la ropa ajustada de Jimin era distracción suficiente. Bendito sea el inventor de la licra.

-¿Quieres subir por un café? -preguntó el menor. -Tengo una cosa tuya que he olvidado devolverte.

-¿Una cosa?

-Mh, pero tienes que subir para averiguarlo. No pienso hablar cuando mi portero está desnudándote con los ojos.

Yoongi sonrió, finalmente relajándose un poco, y subieron. Y ya que estaba aquí....

[[...]]

La pulsera de Yoongi había quedado olvidada desde la noche del diluvio. En un inicio, para ser francos, Jimin quiso quedarsela por el simple gusto de castigarlo. Yoongi había sido grosero en marcharse sin decirle nada, y un hombre tiene que tener su revancha.

Pero su corazón era blando y pensar que la pulsera era especial, y que Yoongi podría emocionarse por recuperarla, pues lo hicieron cambiar de opinión. Puede que halla fantaseado un poco con Yoongi abrazándole por puro agradecimiento, y dejando algún que otro beso. Pero Jimin lee mucho, ¿bien?

-Se quedó entre las sábanas... -dijo, finalmente, entregando la pulsera.

Pero la expresión de Yoongi no fue la esperada, lo contrario. Su sonrisa flaqueó y cambió a una mueca lúgubre. Sus ojos se volvieron sombríos también.

La guardó en su bolsillo, como si la cosa fuera hierro hirviendo, dejando a Jimin (que es un curioso escritor) intrigado al respecto.

-Gracias, Jimin. No sabía que la había perdido.

-Tampoco parece que quisieras recuperarla. -contestó. -Pero, ¿por qué has venido?

Yoongi abrió la boca y luego la cerró. El sonido de tragar casi fue palpable, haciendo que todo quedara en absoluto silencio.

-¿Quieres mudarte conmigo? ¿Por favor?

-¿Bromeas? ¡No! -chilló Jimin. -¿Por qué, en el mundo, me propones eso?

-Mi casa es grande, tendrías cuarto propio, y un estudio. También tengo piscina...-sonrió el millonario.

-¿Qué? No me interesa nada de eso, Yoongi. ¿Como puedes querer vivir conmigo si ni siquiera me conoces?

-Pero...eres mi novio. Y te lo pedí por favor.

-¡Tu novio falso! -gritó ante la insistencia.

La expresión de Yoongi bien podría ser la de un cachorrito pateado. Jimin se preguntó como sería negarle algo a este hombre cúando era un niño.

-El incidente de mi tío... No he logrado pensar en otra cosa, Jimin. -habló. -Solo sería por un tiempo, para demostrarles que voy en serio, que no soy un cobarde. Les demostraría quien soy, sin tener que discutir con ellos.

-¿Quieres que me mude contigo para salir del closet con tu familia? -el otro asintió. -¿Puedo pensarlo? Yoongi, esto no formaba parte del trato inicial. Esto es mas grande.

Yoongi estaba avergonzado, lo sabía por sus orejas rosadas y su mirada baja. De repente se puso en pie, con claras intenciones de irse, pero Jimin le sujetó el brazo.

-Quédate a cenar, ¿sí? Pediré algo al restaurante italiano y pensaré un poco.

-No, no quiero molestar más. -murmuró Yoongi. -De verdad me pasé, no tengo que pedirte esta clase de cosas Jimin. Lo lamento.

Jimin soltó aire.

La cara de Yoongi es, por dios, ¿qué rayos? Jimin sabe que no tiene obligación con él, pero su pecho dolía de tener que negarle algo.

La casa de Yoongi seguramente sería cómoda, llena de lujos y sin que él tuviera que mover un dedo. Podría incluso verse como unas segundas vacaciones. Esos eran motivos válidos para aceptar. Los únicos y motivos válidos, realmente.

Que Yoongi tuviera ojos tristes y expresión preocupada no son motivos válidos, Park Jimin. No tenía obligación con el hombre, carajo.

Pero, de nuevo, Jimin había aceptado hacer un contrato de falsa relación. Y esta petición podía ser un anexo de aquello, ¿no?

-Si yo aceptara... -la cara de Yoongi se iluminó como vela. -¿Cuando tendría que ser?

-Hoy, mañana, pasado...Cuando quieras, bombón.

Bien, aparentemente Jimin se estaba mudando con su novio falso y millonario.

Las cosas todavía están bajo control.

¿Verdad?

I do, of course I do 💍 YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora