Las maletas están a medio hacer y a Yoongi no le molesta empujarlas o patearlas cuando trae a Jimin enroscado a él como un bebé koala.
Claro, si bebé koala es el termino apropiado para el chico que le besa el cuello y le susurra que por favor, por favor, vamos a corrernos.
Yoongi respeta mucho a los koalas para compararlos con Jimin en el estado actual. Eufórico y caliente. Contoneándose sobre su erección cuando se sientan en la cama y Yoongi lo deja en su regazo.
-Acabamos de comprometernos. -dice el escritor de repente, como si las erecciones de ambos y los besos no estuvieran ocurriendo. -No..., no deberíamos. ¿Tu crees? ¿Deberíamos?
-Yo creo que deberíamos pero, pff, estoy súper excitado ahora mismo y mi pene está reteniendo demasiada sangre como para pensar bien. -balbucea el CEO, antes de besarle todo el cuello y morderle con suavidad la oreja. -No lo se. Pregúntame después que me corra.
Jimin sonríe y echa la cabeza hacia atrás para exponer su cuello a los besos del mayor.
-Cuando eso pase ya no será necesario. -asegura. -Estaré de acuerdo contigo.Yoongi coloca las manos en su cintura y lo tira contra la cama para posicionarse sobre él. El roce entre ambos es estremecedor y Jimin no puede sentirse culpable por gemir satisfecho solo con eso.
-Deberíamos hacerlo entonces. -bromea Yoongi, besando la comisura de sus labios -Porque amo cuando estamos de acuerdo.Levanta las cejas de manera sugerente, pero es su voz, el tono en el que dice que deberían hacerlo, el que vuelve loco a Jimin. Porque su voz hace que suene lujurioso y demoledor, y él sabe que será justo de esa manera.
Y Jimin asiente. Desesperado.
-Sí...,Yoongi, sí.
Yoongi jadea y le besa en la boca. Sus lenguas se enredan en un vaivén lento y mas sensual que el torbellino de la sala. Es una lucha ardiente por el control, donde se turnan por ceder. Primero tu y ahora yo, de nuevo tu. Tu. Tu. Yo.
No sabe cómo, pero Yoongi se ha deshecho de su jersey y él está casi desnudo, salvo por su bóxer. El roce de sus pieles juntas arde y, saber que casi se pierde de esto, le hace desearlo aun mas.
—Voy a prepararte, amor —gruñe Yoongi sobre su oído. La voz, joder, la voz de Yoongi suena tan bien y tan mal que le marea.
—No..., ayer, ya estoy. —susurra. Sus mejillas se sienten calientes y él se niega a abrir los ojos para mirar a Yoongi. —Puedes..., puedes solo ponerlo, estoy bien.
Es difícil hacerse entender si le apena mirar al contrario pero espera que Yoongi entienda que está lo suficientemente estirado y, mas importante, desesperado como para ser preparado.
Un beso sobre sus labios y las manos del mayor están acariciando sus costados para bajar el bóxer.
—Entonces tendré que comerte y ya. —afirma el CEO.
Jimin tiembla de excitación pero está tan seguro de su deseo que, pese a la vergüenza que colorea sus mejillas, no duda en abrir las piernas y mostrar su entrada.
—Por favor. —clama bajito.
Sin embargo, no sucede lo que espera.
No.
Sus caderas son sujetadas con fuerza y, en un segundo, es volteado sobre su abdomen. Ni siquiera tiene el tiempo para formular la pregunta cuando los dedos de Yoongi abren sus nalgas y sucede algo que Jimin solo ha fantaseado. Lo que nunca le pidió a ninguna de sus parejas o imaginó que sería tan bueno.
—Oh.., oh, dios mio~. ¿Qué..., qué haces?
Es obvio y debería sentir vergüenza de preguntar, pero no puede porque la lengua de Yoongi está ahí, justo donde la necesita mas, y no hay forma en que se pueda avergonzar de eso.
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I do, of course I do 💍 Yoonmin
Fiksi PenggemarJimin no sabía que escribir una novela basado en un personaje real le podía traer tantos problemas. Yoongi no sabía que su vida daría un giro de ciento ochenta por culpa de un escritor que no conocía. Sus vidas chocan contra la del otro. Un mini-se...