vi. De primeras veces primero tú

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—Chicos, buenas noticias —anunció Sulli, bajando los escalones hacia el sótano, donde JaeMin y RenJun habían pasado el tiempo con algunas nuevas canciones.

—¿Qué? —preguntó JaeMin levantando la mirada de su guitarra y frunciendo el ceño.

—Bueno, ustedes saben que siempre vamos a la casa de su tía para la cena de navidad.

—Mierda —dijo RenJun—, olvidé que hacíamos eso.

—RenJun —regañó Sulli—. Sí, hacíamos eso, pero este año va a ser aquí.

—¿Eh? —RenJun se levantó, encogiendo los brazos.

—Toda la familia va a venir para la cena de navidad —explicó Sulli, sonriendo—, y quiero que ustedes me ayuden a acomodar todo.

JaeMin y RenJun se miraron mutuamente.

—Pero después se van a ir, ¿no? —preguntó RenJun.

—Exacto, ¿no van a... digamos, hospedarse aquí? —añadió JaeMin. Sulli les dio una mirada.

—No actúen tan emocionados.

RenJun rió un poco.

—¡Estoy tan emocionado! Es solo que nosotros siempre pasamos la navidad juntos, ya sabes, únicamente los cuatro. —RenJun intentó sonar sincero, trató de no sonar muy consternado ante la perspectiva de pasar toda la noche con su amplia familia. No podía decirle la verdad a su madre, por supuesto. No podía decirle que estaba planeando darse él mismo a su hermano en la noche de navidad.

—Será divertido —comentó RenJun. Sulli suspiró y sacó dos sobres de su cartera

—Esto vino en el correo para ustedes. Es de su padre.

RenJun se tensó ante la mención y JaeMin apretó su brazo.

—El año pasado no nos envió cartas —declaró el mayor de los gemelos—. Dijo que iba a parar de enviarlas y dárnoslas personalmente.

—Pero no lo hizo —intervino RenJun.

—Me alegra —murmuró JaeMin.

Sulli les extendió los sobres.

—Traten de no enojarse mucho con él. Está... haciendo lo mejor que puede, estoy segura. —JaeMin tornó los ojos mientras RenJun empezaba a romper el sobre que ya había abierto y se sentaba en el brazo del sillón—. En fin. La cena va a estar pronto, chicos —cambió de tema, comenzando a caminar hacia a las escaleras—. Vamos a comer pasta.

—Yum —dijo JaeMin sentándose a lado de su hermano y lanzando el sobre sin abrir al piso—. ¿Qué decía?

—No mucho... Feliz navidad. ¿Para qué se toma la molestia? —JaeMin frotó su pierna y jaló, acercándole.

—Dos semanas hasta navidad.

RenJun dejó caer el papel que tenía en la mano a lado de su hermano antes de posicionarse en el regazo de éste.

—No me lo recuerdes —gruñó en tono de juego.

—¡Hey! —exclamó JaeMin, sonriendo y golpeando a RenJun en el brazo, con suavidad— ¿Qué quieres decir con eso? —El menor sonrió con timidez.

—Nada. —JaeMin picó el trasero de RenJun y éste se retorció.

—¿Nada? —molestó— ¿Estás pensando en devolver el regalo que me compraste?

RenJun suspiró teatralmente.

—No puedo librarme de él... alguien debe de tomarlo.

—Hmm —JaeMin resbaló sus manos hacia detrás del otro, tocándole por encima—, ¿puedo tocarlo de nuevo?

𝐍𝐨 𝐥𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐚 𝐦𝐚𝐦á '𝐉𝐀𝐄𝐌𝐑𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora