𝐍𝐨 𝐥𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐚 𝐦𝐚𝐦á '𝐉𝐀𝐄𝐌𝐑𝐄𝐍

xiv. Libertad

Afuera hacía frío y caía una ligera nieve. RenJun apenas podía ver a través de la ventana nublada. Estaba en el estudio de grabación en Incheon, trabajando con Mark, revisando las nuevas letras de su primer álbum en inglés.

—Tu pronunciación todavía necesita un poco de trabajo —dijo el Canadiense—, pero creo que estarás bien.

RenJun suspiró, poniendo una mano al costado de su audífono.

—Son mis jodidas "erres". No puedo pronunciarlas, es tan estúpido.

—Te acostumbrarás. —Mark observó su reloj y frunció el ceño—. Mierda, tengo que encontrarme con mi novia... Ya terminamos por hoy, buen trabajo.

—Voy a quedarme y practicar —masculló RenJun, aún observando fijamente las partituras delante suyo—. Buenas noches.

—Ese es el plan. Nos vemos luego. ¡Oh! —Sonrió—. No te veré más tarde. Estarás en Jeju en unos días, te veré en un par de semanas.

—Oh, sí —dijo RenJun, y una sensación de calidez inundó su estómago—. Dios. Necesito esas jodidas vacaciones.

—Te las mereces. —Mark miró su reloj nuevamente—. Estoy retrasado. Ten buenas vacaciones. Goodnight.

—Sí —murmuró RenJun, concentrándose en su música de nuevo. Miró fijamente las palabras, reconociéndolas en su cabeza, antes de abrir la boca y, cerrando sus ojos, dejar salir la letra. Su voz resonó en la pequeña habitación y le produjo escalofríos, como siempre que trabajaba en el estudio de grabación. Se sentía en casa, como si nunca se hubiese marchado.

Oyó un irritante golpeteo sobre el vidrio y volteó para ver de qué se trataba. Allí estaba su hermano, sonriéndole abiertamente y sosteniendo su guitarra.

Balbuceó algo, y RenJun arrugó el ceño y entrecerró los ojos.

—¡¿Qué?! —gritó, y luego se estremeció. El sonido retumbó en sus oídos.

JaeMin tiró del interruptor, permitiendo al intercomunicador trabajar de ambos lados, y sonrió de nuevo.

—Estás trabajando duro allí dentro.

RenJun rodó los ojos.

—Ven aquí. Necesito un poco de música.

JaeMin entró en la cabina con la guitarra puesta en su espalda, y cerró la puerta detrás de él.

— No puedes hacerlo sin mí, ¿eh?

—Jódete —replicó RenJun, sonriendo. Se ajustó los audífonos y le sacó la lengua. JaeMin le devolvió la sonrisa, moviéndose hacia delante y capturando la lengua del otro chico entre sus labios—. ¡Mmph!

JaeMin chupó la lengua dentro de su propia boca y lo besó profundamente haciéndole gemir dentro del beso. Movió sus manos sobre la correa de la guitarra de JaeMin y tiró de ella para atraerlo más hacia él. JaeMin rió y se tiró hacia atrás.

—Estás juguetón —dijo JaeMin, ya con ojos oscurecidos por el deseo—. Quieres trabajar en esto o...

—¿Volver a nuestra habitación? —preguntó RenJun. JaeMin frotó sus manos, avanzando hacia él—. JaeMinnie, tengo que practicar. No podemos.

—Mmm, también tengo que practicar un poco —contestó JaeMin, en voz baja. Besó la mandíbula de RenJun, dejando a sus labios vagar sobre el cuello de su hermano, hacia su oído, chupando el lóbulo con su boca.

RenJun se derretía por JaeMin, amando la atención que su hermano le brindaba.

—Jae, no necesitas ninguna práctica en esto —suspiró—. Na JaeMin...