Yo un.. ¿hada? #1

Epílogo

NARRADOR OMNISCIENTE

Tiempo atras..

Las cinco chicas estaban acostadas impecablemente en sus camillas, sus cabellos tirados uniformemente hacia atras, sus ojos cerrados de la misma manera y su cuerpo recto cual porte de una princesa; Ryan yacia al lado de Julieta esperando a que terminara la transformación aunque sabia muy bien que esta tardaba un par de dias en asimilarse.

Bufó impaciente y miro a sus acompañantes.

-¿Cuanto mas falta? -inquirio el morocho acomodándose nuevamente en la silla.

-Lo normal sería una semana -respondió Madame Victoria mirando preocupadamente la maquina que contaba el proceso de la transformacion. Todo el salón estaba en completo silencio, solo observando cautelosamente- aunque aca dice que solo le quedan unas horas.. -observó mientras le daba varios golpecitos a la maquina; Ryan se altero ante la idea de que lo rompiera- ¿Estara averiada?

-No lo creo -aseguro el director de la escuela, Felipe- llevamos años usando las mismas para las hadas que nacieron en este mundo sin poderes, nunca habian fallado.

Los tres se quedaron mirando a las seis chicas, su belleza era excepcional, pero tambien la reaccion ante la trasformación; y todos lo sabian. Nadie en toda la historia había hecho su cambio en tan poco tiempo, excepto, personas especiales; pero ellas directamente nacen en sus respectivos Reinos, no en la tierra.

-¿Porque creen que el consejo habra querido que vengan? -pregunto Ryan- Nadie nunca lo habia hecho, nuestro mundo es un secreto.

-Tienes razon en sospechar -afirmó el director frotándose la barbilla- pero no es de nuestra incumbencia, ellos tendrán sus razones.

-No, a mi también me parece raro -todos se giraron en dirección de Madame Victoria la cual estaba apoyada contra una columna haciendo resaltar sus extensas curvas- el presidente del consejo vino a decirme que programe el cuarto de elección de poderes solo con diez objetos.

-¿Solo diez? -los dos hombres en la sala estaban realmente atónitos, ¿Como el presidente puede hacer tan cosa? No creen que haya sido asi, seria demasiado extraño.

-Exacto - afirmó Madame Victoria.

-¿Cuales? -Ryan aun seguia inquieto con la idea de que las amigas de Julieta estarían ahi, podrian reconocerlo y mandar todo al diablo.

-La Sirena, El Roba Almas, Los Invisibles -comenzó a relarar haciendo que cada vez se pusieran mas incómodos- La Radioactividad y, por ultimo, Posesión y Control.

-¿Posesión y Control? ¿Radiactividad? ¿Que? -pregunto el chico haciendo una mueca que extraña. El a su hora de tener que elegir su categoría de Hechicero nunca lo dudo, y ni siquiera miro los catorce objetos que tenia a su alrededor. Solo logro distinguir un humo verde cargado con electricidad que parecia escalofriante y una sirena con ojos rojos.

-Tal vez en otra vida conozcas esos poderes -a Madame Victoria le recorrió un escalofrio por toda la espalda- pero no te lo recomendaría.

-¿Porque? -Ryan estaba deseoso de respuestas, se notaba en su mirada.

-Porque esos son los Cinco Poderes Oscuros y nadie que los haya portado es bueno, ansian la muerte y el destrozo -la mujer trago fuertemente- son capaces de llegar hasta el final, dejarte sin alma, sin respiracion; odian el amor y la amistad, detestan la luz y aman la oscuridad. Pero las Hadas de la Oscuridad no son tan tontas como para juntarse con ellos, se diría que les tienen miedo.

-¿Y ahora donde estan todas esas personas?

Madame Victoria resoplo y miro al suelo, tratando de lidiar con la emocion de este chico. Ella sabia muy bien lo que significaba y lo que podian llegar a ser todos esos poderes; lo habia vivido. Por eso, tomar las decisiones que tuvo que elegir nunca le habian parecido extremas; ella ansiaba encerrarlos aún mas.