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- Sí, que sea igual al mío - respondió Lauren, indicándole al hombre junto a la aguja con tinta.

El hombre asintió sabiendo lo que haría, poniéndose los guantes de goma. Camila se sentó donde lo estuvo Lauren antes.

- Lauren, dolerá - dijo Camila temerosa al ser la siguiente.

- No será por mucho, tranquila - dijo sentándose en una silla a su lado.

- Recuerdame porqué haré esto - pidió al empezar a arrepentirse.

- Vamos, es un gran regalo - explicó confiada Lauren.

- Estoy muriendo del miedo. Oh, sí. Claro, Lauren. Es el mejor regalo de cumpleaños número dieciocho - dijo junto a una sonrisa falsa.

- Valdrá la pena - mencionó encogiéndose de hombros tímidamente por el sarcasmo de su amiga.

- A que te refieres? - preguntó Camila muy curiosa.

- Esto - explicaba señalando la parte algo rojiza de su piel - Es algo que nos unirá mientras sigamos creciendo - terminó de decir mientras miraba hacia los ojos de la castaña.

- Tienes razón. Es muy -

- Especial - interrumpió a Camila.

- Sí - sonrió.

- Como tú, Camz - confesó por inercia la pelinegra - Oh, no debí decir eso -

Camila se ruborizó instantáneamente haciendo reír ligeramente a Lauren, mostrando sus rasgos a los lados de sus ojos y haciendo detener aún más el corazón de Camila.

El hombre presente aclaró su garganta, interrumpiendo aquel momento.

- Oh - disimuló Camila, mirando hacia el hombre.

- Y? - dijo él, aún esperando a su aprobación.

Camila se enfocó en los ojos de Lauren, desprendiendo su inseguridad.

- Sí, hágalo - dijo decidido, y Lauren tomó su mano.

Camila la tomó ligeramente fuerte, entrelazando sus dedos y dirigiendo su mirada únicamente hacia los ojos de su amiga mientras aquel hombre había empezado ya a hacer el significativo tatuaje sobre su piel, el que las uniría durante el pasar de los años.

IRÉ CONTIGO (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora