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Esa hora de almuerzo ya hacía sentir sola a Camila en su primer día de escuela.

- Hey - y justo en ese momento apareció aquella pequeña desconocida.

La atrevida niña se sentó frente a la castaña y observó con atención a la Camila ahora cabizbaja. Notó que no tenía comida.

- Ten - dijo dividiendo su sándwich en dos partes.

Extendió su mano y Camila tomó de forma tímida aquella mitad.

- Gracias - dijo casi en un susurro.

- Nunca traes almuerzo? - cuestionó Lauren con curiosidad.

Camila negó lentamente con su cabeza.

- Entonces tendrás que soportarme durante mucho tiempo - comentó decidida.

Camila frunció su ceño ligeramente.

- Pero estarás sana y salva - acabó de decir, dándole una mordida a su parte del sándwich.

Vio hacia los ojos de Camila y notó la confusión de la castaña.

- Qué? No quiero que mueras de hambre - mencionó encogiéndose de hombros.

- Está bien - respondió Camila, sonriendo instantáneamente por la preocupación algo dulce de la niña frente a ella.

- Por cierto, puedes llamarme Lauren - dijo extendiendo su mano.

- Soy Camila - tomó su mano y Lauren la sacudió de arriba a bajo con gracia, haciendo reír a ambas.

- Camila - repitió Lauren mostrando una sonrisa.

Camila amó el sonar de su nombre en los labios de Lauren, junto a su sonrisa que dejaba notar esos pequeños rasgos a los lados de sus ojos.

IRÉ CONTIGO (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora