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La niña de once años había dado un brinco del susto desde su bolsa de dormir por la inusual forma de despertar de Camila como cada madrugada.

- Maldición, Camila - dijo levantándose preocupada del suelo.

La respiración de Camila era entrecortada y agitada. Lauren se acercó a su cama de un salto para ponerla entre sus brazos.

- Está bien, está bien - dijo acariciando el cabello de la niña que se encontraba aferrada.

Poco a poco Camila deshizo el abrazo, pero Lauren aún se encontraba cerca.

- Una pesadilla otra vez - dijo la castaña, cabizbaja.

- Hey - Lauren llamó su atención tomando su barbilla - No te ocurrirá nada. Estoy aquí, de acuerdo? - dijo pasando su pulgar suavemente por el labio inferior aún tembloroso de Camila.

- Sí - respondió junto a su rostro iluminado ante lo dicho por Lauren.

- Ahora vamos. Todo estará bien - dijo ayudándola a recostarse nuevamente.

Lauren posó su brazo sobre la manta de Camila, cubriéndola con cautela de aquel miedo que sentía.

- Lauren? - mencionó Camila mientras sonreía ligeramente.

- Mmhm? - murmuró curiosa Lauren junto a una sonrisa.

- Cantas? - pidió en tono dulce.

- Siempre - susurró Lauren.

Lauren sonrió suavemente al igual que Camila antes de abrir sus labios para dejar salir aquella canción de siempre. Ambas niñas se sentían únicas al tenerse de compañía en cada madrugada.

IRÉ CONTIGO (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora