Eileen no podía creer lo que Sergio le estaba diciendo ¿que Brei su AMIGO Brei la estaba asfixiando y besandola contra su voluntad? Era imposible, podía decirse que él era su mejor amigo obviamente jamás le haría algo como eso.
Aunque la verdad es que no recordaba gran cosa de lo que pasó la noche anterior, solo sabía que un imbecil se había pasado con ella y que después Brei la acompañó a su casa, seguro estaba muy cansada ya que no recordaba ni cuando se había ido a dormir.
-debes estar confundido Sergio, ese no era Brei-dijo por millonésima vez en esa mañana Eileen, Sergio ya empezaba a molestarse ¿él la había defendido y cuidado en altas horas de la noche para esto? Parecer un niño que grita ¡lobo! ¿Solo para llamar la atención de alguien? Maldita sea que no valía la pena. Obviamente tampoco esperaba que Eilenn se parara a darle aplausos pero joder ni "gracias" le había dicho.
-solo te digo que te mantengas alejada de ese chico Eileen, no es una buena persona-estas palabras venían del lado más sincero de Segio, no quería verla pasar por la misma situación y mucho menos en un momento donde no pudiera ayudarla.
Aquello simplemente enfureció a Eileen ¿Quién se cree ese imbecil para estar diciendole que su amigo era una mala persona y básicamente un violador?
Muchas veces hacemos y decimos cosas para herir a las personas que se preocupan por nosotros. Es algo estúpido, como si nuestro cuerpo se olvidara de su filtro y solo escupiera cualquier cosa hiriente para no solo la persona que lo escucha, sino también para la persona que lo dice
-¿y tu quién rayos te crees para decirme quién es buena persona o no? Yo lo conozco muchísimo más que a tí, conozco sus miedos y sus alegrias ¿y tú qué? Por lo que tengo en claro hasta pudiste ser tú la persona que me daño anoche.-estas palabras dañaron a Eileen y la hicieron querer retractarse al mismo instante en que las dijo.
Sergio recibió sus palabras como un golpe en su estómago ¿le acaba de decir violador? El sería incapaz de dañarla y no solo a ella, a cualquier mujer maldita sea. Su padre había maltratado a su madre durante años. Lo más sucio que le podían decir a Sergio era eso.
-vete-fue lo único que salió de la boca de Sergio, quería gritar y romper cosas ¿Cómo siquiera pudo llegar a sentir algo por ella? La chica que estaba parada frente a él no era la chica que desde un principio llamó tanto su atención con sus mejillas sonrojadas pidiendole harina a mitad de la noche y dejándolo dormir en su casa cuando lo necesitaba. Esa chica ya no está aquí al parecer.
Eilenn no tardó mucho en correr hasta su casa y cerrar la puerta con todas sus fuerzas para luego sentirse sucia, había sido víctima de dos casi violaciones en una maldita noche, eso la hacía sentirse asqueada por los hombres ¿Cómo podían hacer ese tipo de cosas tan despreciables y luego seguir bebiendo con su amigos como si nada?.
No tardó en meterse en la ducha para luego caer al suelo en ella, se sentía muy cansada, le pesaba el cuerpo el cuál estaba lleno de moretones (la mayoría en partes no visibles gracias a Dios) pero ella sabía que estaban ahí, la mayoría sería muy fácil ocultarlos con una camisa manga larga o algo de cuello alto pero sus muñecas no sería algo tam fácil, estaban realmente lastimadas por la presión que ejercieron en ellas y que la estuvieran asfixiando no ayudaba a circular la sangre en sus muñecas, eso lo hizo peor.
Dudando mucho si debería asistir a clases Eilenn se decidió por faltar, lo menos que quería era que alguien preguntara por sus moretones. Si ella fuera del tipo de chica que es mentirosa no habría perdido mucho tiempo en exhibirlos para decir una excusa estupida como "a mi novio y a mi nos gusta el sexo muy duro" o alguna estupidez como esa, pero Eileen no era así.
Brei despertó con increíble dolor de cabeza, el cuál desearía que fuera tan fuerte como para no recordar lo que hizo anoche, él lo recordaba todo, cada súplica de Eileen, cada intento de escapar y lo que le dió más miedo: sentir como la vida de su querida Eileen se escapaba entre sus manos.
Aquello solo hacía que él quisiera morir y acabar con todo, había herido a su mejor amiga y mujer por la que se enamoró perdidamente a tal punto de querer entrar a la misma universidad sólo para poder verla todos los días,él no era un acosador obseso solo sentía un amor por ella más allá de las palabras humanas y sabía muy bien que la seguiría hasta el infierno y de regreso sobre sus rodillas si ella se lo pidiera.
Caminó por toda su casa golpeandose y también insultandose. Pero sabía que en algún momento tenía que enfrentarse a Eileen y pedir disculpas por lo que se había atrevido a hacer.
No tardó en vestirse y llamar a su puerta, esperando con todas las ganas del mundo que no se encontrase ahí, la verdad es que la sola idea de ver a Eilenn justo después de casi abusar de ella era demasiado para él.
Volvió a tocar y no respondía nadie. Y aunque la puerta de Eilenn continuaba abierta pudo escuchar otra abriéndose la de Sergio.
Al verlo Sergio sólo quería patearlo, él estaba ahí libre de toda culpa en su cuerpo, tan tranquilo como si nada hubiese pasado. Le daban nauseas que personas así existan en este mundo.
-¿Vas a terminar lo que comenzaste ayer?-Sergio casi escupió las palabras en su rostro sintiendo una mezcla de odio y repulsión hacía él.
Brei no se inmutó ante lo que escuchó ¿Quién se creía este hombre para tratarlo como una mierda? Aceptaba que fuera él el que salvó a Eileen anoche pero eso no significaba que de alguna manera era superior a él, y por él amor a Dios Brei aceptaba su error no necesitaba que un desconocido estereotipo de niño bonito con ojos azules le recriminara cualquier mierda.
-¿y qué si vengo a eso? No te metas donde no te llaman-dijo con rabia y claramente siendo pedante. Lo último que pasó por su cabeza fué "terminar" lo que casi pasó anoche.
-La verdad no me importa, solo no soporto que cretinos como tú se aprovechen de las chicas inocentes como ella, pero que más da. Ahoguense en su mierda-dijo Sergio para luego abandonar el pasillo dejando a Brei con la palabra en la boca.
