El viaje de regreso al internado no fué más que una carretera muy larga para dejar vagar mis pensamientos sobre todo.
Pensé en como Frank se burló de mí, y de alguna manera siento que es mi culpa que todo eso haya pasado entre nosotros ya que pude decirle que no, pude pararlo y hablar del tema. Decirle que siempre me ha gustado pero que respeto a su novia...Esa sería la opción más madura, pero como no; sólo me fuí de la casa cuando Frank se fué a bañar para de esa manera no tener que despedirme de él. De por sí el desayuno fué muy incómodo ya que él se sentó frente a mí así que sólo digamos que no levante la mirada de mí plato.
También pensé mucho en Miranda y Alex; y ahora que lo pienso no tuve tiempo para hablar con ella sobre que rayos está pasando con mi hermano. Obviamente no son novios, ella me habría contado al instante.
Jamás pensé que diría esto pero ya quiero volver a la universidad. Volver para estar con Lanita, hablar de nuevo con él chico de mi clase de Filosofía Literaria, volver a ver a Sergio...Sergio y sus ojos, Sergio y sus labios, Sergio y su sonrisa torcida, simplemente Sergio.
Al llegar a los edificios de la universidad solo un suspiro de alivio se escapa de mis labios. Ya tuve mucho tiempo para pensar, es hora de actuar y seguir adelante.
Subo hasta mi departamento y veo unas cajas frente al dormitorio que está a mi lado. Rápidamente dejo mis maletas en el sofá de mi casa para ir a saludar a mi nuevo vecino.
Al tocar la puerta me doy cuenta de que esta un poco abierta.
-¿Hola?-llamo al interior
-Un momento- me responde la voz de un chico que luego abre la puerta-Hola vecina-dice para luego tenderme su mano para estrecharla
-¡Hola!-digo estrechando la suya para que luego me halara hasta él para dar un beso en mi mejilla, es un chico muy lindo de ojos marrones al igual que su cabello- Me llamo Eilenn,vivo al lado, si necesitas algo no dudes en decirme.
-Soy Brei, de hecho si tienes tiempo ¿te gustaría ayudarme con la mudanza?-dijo mientras abría por completo la puerta y ¡joder! Habían cajas por todos lados maletas en el piso todo estaba totalmente desordenado. Este chico necesita un toque femenino en la casa.
-joder,de verdad necesitas ayuda...hagamos algo,vayamos a almorzar al cafetin y luego venimos a ordenar tu casa ¿Te parece?
-Claro- dijo con una sonrisa para luego tomar sus llaves de una mesa al lado de la puerta y caminamos por el pasillo en silencio.
Al abrirse el ascensor nos topamos con Sergio en él. Tenía puesto un sweater rojo y un jean negro.
Primero posa su mirada en mí, luego en Brei y otra vez en mí. Saliendo del ascensor sin quitarme la mirada de encima. Noto que se queda mucho tiempo mirando mi cuello, seguro se percató se los moretones que tengo gracias al paintball.
Me dirije una mirada de ¿preocupación? ¿intriga? O puede que sólo sea mi imaginación y el pobre chico sólo tenga hambre o sueño.
Como sea. Brei y yo por fin llegamos al cafetin y pedimos u a pizza para cada uno. Al hablar con él me dí cuenta de que es muy parecido a mí. Tenemos muchas cosas en común.
Me contó que el internado había perdido su carta de ingreso y por eso no había comenzado clases la semana pasada, sus padres estaban muy molestos con él ya que había conseguido un empleo en una fábrica y la verdad es que le pagaban muy bien, pero el decidió seguir estudiando aprovechando el hecho de que la universidad le dió una beca por tener unas excelentes notas.
Después de pasar más tiempo del necesario en la cafetería nos dirigimos a los dormitorios y nos dispusimos a organizar su casa.
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