—¿Y entonces que pasó después, profesor? —preguntó una chica mientras observaba con atención a quien les daba la última clase del día. — Porque sólo nos contó hasta la parte donde su enamorado lo iba a cuidar
—Oh pue' plimelo acaben los ejelcicios y después les acabó de contal ¿vale?
Yun aún no sabía cómo que es que había terminado contándole su vida a sus alumnos. Tampoco es que le incomodara hacerlo, hasta cierto punto se sentía un poco mejor por poder contarle a alguien todo lo que había pasado. Aunque claramente no les contaba todo por completo, porque eran cosas que le avergonzaban o cosas demasiado personales que ni la gente más cercana a el conocía.
Paso media hora y todos sus alumnos ya habían terminado, cosa que sólo le hizo reír. Aún quedaba un buen tiempo antes de que acabará su clase así que comenzó a rápidamente contarles que es lo que había sucedido.
—Pue' cleo que les conté hasta la palte en la cual estaba enfelmo
—Si profesor, iba en esa parte —dijo una rubia con una pequeña sonrisa en su rostro mientras veía con atención a su profesor—
—A pue', lo estuve cuidando y todo eso.
Finalmente había acabado de contar aquella historia, realmente le había costado bastante contar aquello por el hecho de que había sido duro cuando ello sucedió, recordar eso aún era como si una espina estuviera aún pinchando.
—Pero Dios que horrible
Yun escuchaba atento los comentarios que sus alumnos soltaban, a algunos poco le importaba aquello y a otros les parecia lo más interesante, quizá sería sólo por evitar tener que soportar su clase, pero aquello realmente poco le importaba, sólo necesitaba alguien a quien contarle.
Shui se encontraba sentada observando como aquel mecánico arreglaba automóviles, sus piernas se movían hacia delante y atrás. Su cabello rizado estaba atado en dos cometas. De nueva cuenta había terminando con Armando porque Juan Camilo había ido al taller para arreglar su motocicleta que había comprado apenas, pero que ya le estaba dando fallas, dudo mucho en llevarla ya que podría ser algo peligroso pero no tenía opción ya que se había ofrecido a recogerla y no quería volverle a fallar a Yun porque realmente lo estaba ayudando con todo.
—Pues eso sería todo chaval —dijo el pelinegro mientras le entregaba la factura—
—Joder, bueno gracias aquí esta el dinero
Yun ya se encontraba frente al taller, su amigo le había explicado la situación así que fue tan rápido como acabó de dar clases.
—Bueno finalmente llegaste, aquí te dejo a tu pequeña. Yo tengo que irme que se me hace tarde
—¿A donde ilas?
—Ammm pues tengo que arreglar algunas cosas y eso —le respondió bastante nervioso mientras se subía a su moto, se colocó el casco y salió del taller como alma que lleva el diablo—
Era su mejor amigo y comenzaba a pensar que algo le estaba ocultando, no estaba seguro de que sería y tampoco acababa de creer ello, quizá sólo sería su imaginación...
—¡Hola papi! —dijo la pequeña para lanzarse hacia su padre el cual simplemente gustoso la tomó entre sus brazos para cargarla y comenzar a caminar directamente a la salida—
—¿Qué tal te fue hoy peque?
—Muy bien y más porque pude ver como trabaja tu amigo
—¿Juan Camilo? —le preguntó confundido—
—Nooo, el de ojos bonitos
—Aaah vale, hablas de Almando?
—Si, si. Parece divertido su trabajo
Subieron al coche y lo primero que hizo Yun fue poner un disco de una serie que su hija tanto disfrutaba. Ser padre hacia años le hubiese parecido algo ridículo y algo a lo cual no estaría dispuesto, pero esa niña simplemente puso su vida de cabeza y le trajo tanta felicidad.
Su teléfono sonó dos veces, supuso que sería algún mensaje de sus alumnos que siempre alguno acababa con dudas o podría ser alguno de sus amigos. Observó su teléfono hasta que llegó a su hogar, cierta sorpresa se llevó al ver que quien le había hablado era Armando aún así no dudo en responderle. Los mensajes que eran dos le preguntaban sobre si quería ir a tomar un café y que si aceptaba sería cerca de las 7 de la noche, sólo observó los mensajes y salió del chat. Directamente marcó a otro número.
—Holaaa Yun ¿qué necesitas? —respondió una chica alegremente—
—Hola guapetona. Espelo que estés bien. Quería pedirte un favor
—Claro, ¿qué necesitas? ¿Quieres que cuide a Shui?
—Si, eso te iba a pedil. Si puedes?
—¡Claro! Y ¿de qué hora a que hora?
—Pue yo dilia que de las siete hasta las ocho o nueve
—Vale, vale. Nos vemos en un rato entonces
—Glacias enselio
(🥥)
Casi 4 meses sin actualizar JSJAJ
Pwrdon enserio, pero no encontraba la inspiración necesaria aaIntentaré actualizar más seguido y eso, gracias por leer
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Tiempo. Yunando
Fanfiction"Porque el tiempo se le había ido a Armando, pero quizá habría una segunda oportunidad" Continuación de: "Atención"