¿Cuál es el sentido de la vida?

Capítulo II Un nuevo amanecer

Para ese entonces yo tenía 12 años, ya no creía en Santa Claus y en todo lo relacionado con la magia, mi mundo se había tornado gris y triste.
Entonces comencé a preguntarme si podía vivir en un mundo tan triste y falto de luz como este, un mundo sin magia...
La respuesta obvia era que no.

Así que desde este momento comencé a investigar a cerca del universo, de dios, de teorías conspirativas, fantasmas, alienígenas etc.

Todo lo que tuviera que ver con el misterio ya lo sabia.
Descubrí que la mente humana es mucho más poderosa de lo que creía. Muchas de las cosas que pensé sobrenaturales se las atribuía ahora a esta.

Exorcismos, fantasmas, ouijas, monstruos como el del lago Ness, el jeti y de mas, sabia que eran falsos y que si había cosas que aun no descubríamos, la mayoría de fotos o testimonios eran falsos y lo hacían para ganar dinero, me volví mucho más analítico y razonable de lo que ya era antes.

Una de las cosas que no olvidare fue cuando mi maestra de geografía de 1 año de secundaria, nos menciono que había leído sobre la tierra hueca.
Una teoría que dice que en realidad la tierra esta hueca en los polos y hay un mundo dentro de ella.
Justo en este momento me hice la siguiente pregunta: Si mi maestra de geografía, duda de la geografía clásica, y cree en una teoría tan loca como esta,
¿Tal ves las cosas que creía que eran reales podrían ser falsas?

Cosas así y mas empecé a investigar, daba con una teoría por aquí, una negación por allá. Y así me pasaba los días investigando teorías en internet.

Descubrí muchas cosas nuevas que me llamaron la atención como la telequinesis; la cual me encantaría que fuera real, mas sin embargo no me podía dar el lujo de creerla, porque no tenía fundamentos ni lógicos ni científicos...
Extrañaba ser niño.