IV. La Mentira

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"El animal más peligroso para el ser humano, es la mariposa en el estómago"

Los labios que estaba besando eran suaves y tiernos, aunque estaban inertes producto de la sorpresa, ¿acaso se había vuelto loco?, debía estarlo, besar a un desconocido en mitad de la noche, justo cuando había terminado de tomarse un trago, no era de las mejores ideas que había tenido, de pronto el sabor de la sangre inundó sus sentidos, definitivamente había perdido la razón, al sentir que no correspondía al beso, inconscientemente provocó una reacción para que estos se movieran y solo mordisqueo un poco, pero lo suficientemente fuerte para herirlo, eso incitó que él comenzara a corresponderle de inmediato, pero cuando su lengua se introdujo para saborearlo mejor, las pequeñas manos de la otra persona, lo empujaron y salió del despacho inmediatamente sin darle la oportunidad de saber su identidad.

- ¿Quién era?, ¿Quién olía tan deliciosamente bien?, se devolvió a su sillón, pero no podía dejar de pensar en aquellos labios, sentía su aroma por toda la habitación, pensando en eso se quedó dormido y fue ahí mismo donde su padre lo encontró a la mañana siguiente.

- ¡Thitiwat!, ¡no lo puedo creer!, te dejo solo por un mes y te olvidas de tus obligaciones como el heredero de la corona, ¡por todos los santos!, ¡se supone que serás rey algún día! – A pesar que le dolía la cabeza horriblemente, solo podía agacharse y soportar el reto de su padre, cuando su majestad se ponía a recordarle todos sus deberes, era un monologo sin fin. - ¡Ve a tomar un baño!, ¡apestas! – Si definitivamente apestaba, ¿Cómo demonios en diez años no habían podido encontrar a su Natouch? – Después vuelve aquí, tengo un asunto que hablar contigo.

- ¿Sobre qué? – Preguntó resignado.

- ¡Ve a darte un baño Thitiwat!, después hablamos.

- ¿Viste a alguien anoche saliendo de la biblioteca? – Earth lo miró con cara de confusión.

- Muchas personas señor, personal del servicio, personal de seguridad, el profesor Ho y el amo Fluke... - ¿Fluke?, una oleada de una extraña excitación se apodero de su cuerpo.

- ¿Dónde esta él ahora?, ¿Qué hace?

- Está con el profesor Ho en el invernadero, Pin está con ellos también. – Pin, era extraño ese perro, desde que Fluke había puesto un pie en el castillo, parecía haber recobrado sus mejores días. Bueno si es que algún día tuvo algunos, siempre se comportó como si estuviera triste.

- ¿Earth?, recuérdame como llegó Pin al castillo.

- Fue una semana después de la revuelta en el palacio Siripongthon, mi señor. – Dijo Earth. - Solo tenia su placa. – Ohm recordaba que después de eso, solo se quedó a vivir ahí.

- Iré con ellos.

- Pero mi señor, su majestad solicitó que después de tomar un baño vuelva a la biblioteca.

- Mi padre siempre ordena miles de cosas, ¿dime Earth?, ¿Cuándo le he obedecido?

- Nunca mi señor... - Le sonrió a su secretario y se alejó por el pasillo.

En el invernadero el profesor Ho hacia sus experimentos, sobre todo creaba nuevas plantas a través de injertos y tenia miles de flores, Ohm miró desde lejos el rostro fascinado de Fluke, sonreía abiertamente, mientras acomodaba su pelo producto del calor, ese día llevaba un pantalón ancho y una polera de todos colores, resaltando mucho más su estilo hippie, él era todo un profesor de aldea.

SE SOLICITA PRÍNCIPE AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora