Cuando me levanté me di cuenta que no me había duchado, y lo primero que debía hacer para mi propia higiene era meterme en la ducha. Estaba muy cansada del día anterior, y sabía que hoy no sería un día sencillo. Caleb me llevaría a la cafetería donde ya había ido un par de veces, de hecho, incluso la chica que servía los cafés me había ayudado a desahogarme, pero eso era algo que él no sabía. Podía tomármelo como una cita, pero realmente solo era de paso para ir a clase. Caleb y yo estábamos en las clases más duras: las técnicas. Nada comparado en las cuatro horas que hacía Alison para completar su currículum y ya ver qué haría en un futuro cuando le llegara. Mike me echo mucha prisa para que me fuera yendo, y cuando por fin terminé de vestirme, ahí estaba Caleb, junto a las escaleras.
—Buenos días.
—Buenos días, ¿nos vamos? —me preguntó él después de repasarme de arriba a bajo.
—Sí, ya estoy preparada.
Caleb me acompañó hasta el coche, y como no me abrió la puerta, dando así la broma que siempre teníamos. Al menos esta vez puso música bastante calmada, nada comparado con lo que se solía poner en el coche de Jack. Estuvimos hablando animadamente hasta que llegamos a la cafetería. Nada más llegar la mujer de la última vez me saludó con la mano y vino a atendernos.
—Hola otra vez, ¡hoy te veo acompañada! —dijo con una sonrisa la chica.
—Si bueno, ¿recuerdas nuestra última conversación? Él es Caleb.
—Encantada pues, me alegro de que ya estéis bien. —entonces me fijé que Caleb estaba muy sorprendido, y a la vez, muerto de la vergüenza—. ¿Qué vais a tomar?
—Yo un café largo con leche por favor. —contesté, pero me di cuenta que Caleb aún no se situaba—. Caleb ¿ Tú que quieres?
—mmmmm...Lo mismo que ella. —la chica se fue y entonces Caleb me miró y empezó a hablar tan rápido que me costaba entenderlo—. ¿ Porque estabas hablando de mí con ella? ¿Y cuando se supone que fue eso? —por fin consiguió decir.
—Bueno haber... Fue el día que se me averió la moto. Os estaba esperando, y estaba muy cabreada. Había venido aquí por la mañana, y me pareció muy amigable la chica. Me transmite mucha calma como habla y todo. Así que no sé cómo le acabé explicando todas mis penas del día. Lo siento si te ha podido incomodar.
—Elizabeth tranquila. Me ha sorprendido, pues sí, pero ya está. Al menos me alegro de que vayas conociendo a gente. Viendo como están ahora las cosas, no sé si volveremos a estar como antes.
—Tienes razón. Me da la sensación de que todo va a ir cambiando.
Caleb y yo nos quedamos medio entristecidos mientras íbamos terminando el café. Me despedí de la camarera, y salimos hacía el instituto. Aparcó en la plaza de parking más cerca de la entrada, cuando vi a Mike y le saludé con la mano. Él me la devolvió, pero me di cuenta que no tenía cara de muy buenos amigos. Entonces fue cuando me di cuenta de que Alison estaba a su lado con muy mala cara, así que supuse que todos sabrían ya que me había ido antes con Caleb, y supuse que eso a ella no le haría mucha gracia.
—¿No han pasado ni veinticuatro horas y ya estás ligando con otras?—de repente se puso las manos en la cabeza, hasta que volvió a hablar, esta vez con más fuerza—. Sabía que acabarías con ella, ¿cómo te atreves?
— No es una cosa que te importe, no es una cosa que le importe a ninguno de vosotros. Pero para vuestra información, no somos nada, la he ido a buscar pues sí, pero solo porque no quería ir solo. No me apetecía estar con Jack y con Amberly, se lo podía haber dicho a Mike, pues sí, pero me parece que ahora todos estamos en una situación delicada, así que dejad de mirar por mí y solucionar vuestros asuntos.
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INCANDESCENTE
RomanceElizabeth era una mujer fuerte, muy segura de sí misma. Todo se le desmorona de un día al otro. Tendrá que volver a encontrarse, todo eso añadiendo sus nuevos compañeros, y su nuevo estilo de vida al que debe adaptarse. Pero nadie, salvo su circulo...