𝐄𝐋 𝐒𝐎𝐋 𝐒𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐁𝐀 en el horizonte cuando Coop llegó a casa de Emily, con una mezcla de emoción y nerviosismo. En su mano derecha sostenía un ramo de flores, y en la izquierda, una bolsa de papel cuidadosamente envuelta que contenía un libro, un regalo especial que había estado planeando desde hacía semanas. Era su primer aniversario como pareja, y quería asegurarse de que fuera un día inolvidable.
Emily lo esperaba en la puerta, vestida con una camiseta de su banda favorita y unos jeans ajustados. Su sonrisa se iluminó al ver a Coop acercarse.
—¡Feliz aniversario, Em! —dijo Coop, entregándole las flores— No puedo creer que ya haya pasado un año desde que empezamos a salir.
Emily tomó las flores, aspirando su dulce aroma antes de darle un abrazo cálido.
—¡Feliz aniversario, Coop! —respondió ella, sintiendo una oleada de felicidad recorrer su cuerpo— Estas flores son preciosas, y sabes que me encantan las rosas.
Coop sonrió, complacido de haber acertado con el regalo. Luego, le entregó la bolsa de papel.
—Y esto es para ti. Sé que no es mucho, pero pensé que te gustaría.
Emily abrió la bolsa con curiosidad y encontró un libro de edición especial de su autor favorito. Sus ojos se llenaron de sorpresa y emoción.
—¡Coop! Es increíble, ¡me encanta! —exclamó, abrazándolo de nuevo— Sabes exactamente cómo hacerme feliz.
—Quería regalarte algo que realmente te importara —dijo Coop, contento de ver la alegría en los ojos de Emily— Algo que pudieras guardar y recordar este día.
Después de un momento de ternura, Coop miró su reloj y sonrió.
—¿Estás lista para ir al concierto? —preguntó, sabiendo cuánto significaba para ambos la música de esa banda.
Emily asintió con entusiasmo.
—¡Por supuesto! He estado esperando este concierto desde que compramos las entradas.
Ambos subieron al taxi, sintiendo la emoción burbujeando en sus corazones mientras se dirigían al lugar del concierto. El tráfico de la ciudad era un caos, con las luces de los autos brillando en todas direcciones, pero para Coop y Emily, el tiempo parecía volar. Las luces que parpadeaban a través de las ventanas del taxi creaban un efecto hipnótico, reflejándose en los ojos de Emily mientras observaba el mundo exterior con una sonrisa tranquila.
Durante el trayecto, Coop no pudo evitar tomar la mano de Emily, entrelazando sus dedos con los de ella. Era un gesto simple, pero cargado de significado. Cada segundo que pasaban juntos en ese taxi les recordaba los innumerables momentos que habían compartido en el último año. Momentos llenos de risas, conversaciones profundas, pequeñas peleas y reconciliaciones. Momentos que los habían transformado en lo que eran ahora: una pareja que había crecido y madurado juntos.
