𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐖𝐑𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 estaba sumida en un silencio poco común aquella mañana, una calma que contrastaba drásticamente con la energía vibrante que normalmente llenaba cada rincón del hogar. Pero esa quietud no era casual; todos estaban ocupados con una misión secreta: organizar la fiesta sorpresa de cumpleaños para Cami. Cada miembro de la familia Wrather, junto con Emily, estaba inmerso en su papel, asegurándose de que todo estuviera perfectamente alineado para el gran momento. Jenna, la madre de Coop y Cami, estaba especialmente emocionada. Había pasado días planeando en silencio, coordinando cada detalle con Coop y Emily para garantizar que la sorpresa fuera inolvidable.
En la cocina, la cálida fragancia del chocolate invadía el aire mientras Jenna añadía los últimos toques a un impresionante pastel. Sus manos trabajaban con cuidado, decorando con flores de azúcar y una capa brillante de glaseado, concentrada en hacer que el pastel no solo supiera bien, sino que también fuera un espectáculo visual. Mientras tanto, en la sala, Charlotte y Taylor estaban metidas de lleno en la decoración. La habitación se transformaba rápidamente en un paraíso festivo: serpentinas de colores vibrantes colgaban del techo, globos en tonos pastel llenaban el espacio, y un enorme cartel con letras brillantes que decían "¡Feliz Cumpleaños, Cami!" presidía la estancia, capturando la esencia de la celebración.
Ollie, el hermano menor, estaba encargado de los confetis, y se tomaba su tarea con gran seriedad, aunque a menudo se distraía tratando de resistir la tentación de comerse las chucherías que había para los invitados. Con su pequeña mano sosteniendo un puñado de confeti, su mirada se desviaba constantemente hacia la mesa donde estaban los dulces, debatiéndose entre cumplir con su tarea o sucumbir al dulce encanto de las golosinas.
En la sala, Emily y Coop estaban enfrascados en revisar la lista de tareas una vez más. Emily, siempre tan detallista, repasaba cada elemento con minuciosidad, asegurándose de que no faltara nada, mientras que Coop, con su estilo relajado y despreocupado, intentaba calmar los nervios de Emily.
—Tranquila, Em —le dijo Coop, sonriendo mientras le daba un suave apretón en el hombro— Todo va a salir genial. Cami se va a emocionar cuando vea todo esto.
—Lo sé, lo sé —respondió Emily, suspirando—, pero quiero que todo sea perfecto para ella. Es su día especial y se merece lo mejor. Aunque sus personalidades eran diferentes, juntos formaban el equipo perfecto, equilibrándose el uno al otro. La lista de verificación en las manos de Emily parecía interminable, pero cada tarea que tachaban los hacía sentir más cerca de la sorpresa final.
Coop la miró con ternura, admirando una vez más lo comprometida que estaba Emily con hacer feliz a su hermana. Se acercó más a ella y, sin pensarlo dos veces, le dio un beso en la mejilla.
