ANGEL & DEMIAN 3: LA VENGANZA DE GREYSTOKE

CAPITULO XIII

Angel rugió y lo golpeo en la cara de nuevo, Alastair regreso el golpe de inmediato y dio un giro para tratar de golpear la otra mejilla pero Ángel fue rápido y sometió su brazo para hacerlo caer al suelo de rodillas. Entonces lo pateo en la cara y usando toda su fuerza, lo levanto por completo en el aire y varios metros sobre el césped del parque. Las personas que estaban por ahí comenzaron a correr para alejarse, con la idea de que un tiroteo o una pelea de bandas estaban a punto de suceder.

Ángel dio un enorme salto para llegar desde su posición hasta la de Alastair. El vampiro tomo una rama del suelo para intentar calvársela pero Ángel hizo que la soltara con una dura patada en su muñeca y luego volvió a golpearlo en el rostro. Alastair tomo otra pequeña rama y se la clavó en la espinilla.

— ¡Argg! – grito Ángel de dolor.

Alastair se levantó rápido, y pateo las cosquillas de Ángel con todas sus fuerzas.

— ¡¿Cómo es que tú puedes tener un hijo?! ¡Tú no mereces esa dicha! – grito enfurecido, Ángel trato de darle otro puñetazo pero Alastair intercepto el golpe y pudo darle una fuerte patada en el estómago, seguida por un puñetazo que le derribo.

Ángel se quedó tirado en el suelo por un segundo, tratando de recuperar el aliento.

Alastair estaba más que complacido. — Y por eso voy a quitártelo. Oh, las cosas que le voy a hacer a tu hijo. . . Jajaja

Un sinfín de malas ideas cruzaron por la mente de Ángel, cosas que Ángelus había hecho con decenas de niños de la edad de su hijo ahora regresaban para atormentarlo. Para hacerle ver a su pequeño sufriendo los mismos calvarios a merced de aquel monstruo que tenía delante. Un monstruo que el mismo creo y que ahora tenía la responsabilidad de parar. Se sacó la rama de la espinilla y la arrojo con todas sus fuerzas hacia la garganta del vampiro. Penetrando en su piel y ganando tiempo suficiente para levantarse.

— ¡No vas a tocar a mi hijo! ¡Jamás! – le aseguro, pateándole con todas sus fuerzas y enviándolo a volar varios metros más allá del parque.

Alastair sintió un par de huesos romperse en su interior, pero lejos de sentir el dolor, se sintió completamente motivado. Así que se puso en pie de vuelta, con su sonrisa cínica en todo su esplendor. 

— Oh, hare más que tocarlo. . . Le quitare su humanidad y lo convertiré en pura oscuridad. . . En uno de nosotros. – advirtió.

— ¡Jamás! – Ángel salto de inmediato sobre él, enredo sus manos alrededor de su cuello, intentando romperlo pero Alastair le dio un cabezazo que le hizo apartarse.

— No puedes detenerme, Ángelus. – dijo, dándole varios puñetazos en el pecho y el rostro. — Ahora soy como tú.

Ángel detuvo el puño de su atacante en el último golpe.

— ¡No eres en nada como yo! – exclamo, tiro del puño de Alastair hacia delante para darle otro puñetazo, pero luego Alastair le sostuvo los brazos con los propios, empujándose hacia atrás para evitar que atacara de nuevo.

— ¡Somos vampiros, Ángelus! – exclamo con orgullo. — Matamos y tomamos lo que queremos, tú me enseñaste eso. . . ¿Y adivina qué?, lo que quiero ahora es ver el cadáver de tu hijo bajo mis pies. – con un rápido movimiento soltó su brazo izquierdo y penetro con su puño en el estómago de Ángel.

— ¡Argg! – rugió de dolor, desplomándose hacia delante. Sujeto aun por el agarre de su contrincante.

Alastair reía, complacido con el dolor que veía reflejado en los ojos de su creador. Había esperado tanto para verlo que ahora no quería detenerse, quería seguir estrujando en su interior hasta que muriera de dolor y luego ir a por el mocoso y rebanarle la garganta con sus colmillos mientras se bebía su sangre. Sí, eso era todo lo que había soñado por un siglo e incluso más— Sin embargo, un tronido metálico lo regreso a la realidad.