Clases y Hipogrifos

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Todos los de Gryffindor fuimos al gran comedor a la hora del desayuno, todas las mesas tenían comida de todo tipo para desayunar.
Yo por mi parte tomé unos huevos con bacon, un zumo de calabaza y una manzana.
Molly se acercó hasta nosotros con una sonrisa.
-Que ganas tengo de empezar- dijo ella con una sonrisa.
-Si- dije yo antes de dar un trago a mi zumo.
-Sherlock no a comido nada todavía- dijo John -seguro que está triste de formar parte de Slytherin-
-Voy a verle- dije levantándome.

Me acerqué hasta la mesa de Slytherin y me senté a su lado.
-Hola Sherlock- dije con una sonrisa.
-Hola (T/N)____- dijo él con una leve sonrisa.
-¿No te gusta el desayuno?- pregunté -aún no lo has probado-
-Aún no tengo hambre- dijo sonriendo.

Noté como alguien tiraba de mi túnica hacia atrás y me tiraba al suelo.
Una niña de pelo negro ondulado, tez pálida y ojos azules se sentó en mi lugar.
Me levanté molesta.
-¿quién te crees que eres para hacerme eso?- dije.
-Lárgate de aquí estúpida Gryffindor- dijo ella con aires de superioridad.
-Yo voy donde quiero no donde tú me lo digas- dije molesta.
-¿Qué pasa aquí?- dijo el profesor Slughorn detrás de mí.
-Profesor ella me ha tirado- dije seria.
-¿Es eso cierto señorita Adler?- dijo el profesor.
-Si- dijo ella con una gran sonrisa de satisfacción -los de Gryffindor no son bienvenidos en esta mesa, ni mucho menos pueden relacionarse con nosotros-
-De eso nada- dijo Sherlock -yo hablo con quien quiero no con quién mi casa quiere que lo haga-
Sonreí ante aquella reacción de Sherlock.
-Debido a su comportamiento señorita Adler- dijo el profesor Slughorn cruzándose de brazos -10 puntos menos para Slytherin. En cuanto a usted señorita Potter vuelva con sus compañeros por favor-
-Si profesor, hasta luego Sherlock- dije sonriéndole y volviendo con John y Molly.

Cuando me senté John me frotó la espalda.
-Que niña más estúpida- dijo él con seriedad.
-Al menos le han quitado puntos a la casa por su comportamiento- dijo Molly.
-Me preocupa mucho Sherlock- dije - el pobre no se parece para nada a ninguno de ellos-
-Si- dijo John -su reacción ha sido genial-
-Uy a John le gusta Sherlock- dijo Mary con una risa.
-¡¿Qué dices?! ¡Ni de broma!- dijo él molesto.
-Tranquilo John- dije sonriendo -solo era una broma-
-Con esa niña vamos a tener muchos problemas- dijo Molly.
-Seguro que si- dije -Sobretodo yo-

Llegó la hora de ir a clase y la primera que teníamos era transformaciones con la directora McGonagall.
John y Mary se sentaron juntos, Molly se sentó con un chico de Ravenclaw llamado Greg y yo tomé asiento en el único sitio que quedaba libre.
Sherlock entró por la puerta acelerado y la profesora Mcgonagall clavó sus ojos en el.
-Lo siento profesora tuve que ir a la enfermería a darle un recado a la señora Pomfrey de parte de Slughorn- dijo él jadeando.
-que no se repita señor Holmes y siéntese con la señorita Potter- dijo señalando el hueco libre que había a mi lado-
Sherlock se sentó a mi lado y abrió su libro.
-Suerte que hoy está de buen humor- dije susurrando.
-Si- dijo él sonriendo.

La profesora Mcgonagall dio una charla sobre lo que aprenderíamos en transformaciones, todos estábamos atentos después de que transformará un cáliz de agua en un hermoso cuervo de color negro azabache.
Claro que aún estábamos muy lejos de aprender a hacer aquellas cosas.
La siguiente clase que tuvimos fue encantamientos con el profesor Flitwick.
-Hoy el tema de la clase será la levitación- dijo el profesor que estaba sobre una torre de libros - la levitación es la capacidad de hacer que los objetos vuelen. ¿Tenéis todos vuestras plumas?-
Todos levantamos nuestras plumas y las dejamos sobre la mesa.
-Excelente- dijo él -el hechizo que necesitamos es Wingardium Leviosa y el movimiento que tenemos que hacer es agitar y golpear- dijo el profesor con suaves movimientos de varita -repetid conmigo-
-Agitar y golpear- dijimos todos a coro.

Todos nos pusimos a ensayar los movimientos.
-Wingardium Leviosa- dijo John agitando la varita con mucha fuerza de arriba abajo.
- John me vas a sacar un ojo- dijo Sherlock.
-Mira se hace así- dije tomando mi varita y haciendo suaves movimientos - Wingardium Leviosa -
La pluma comenzó a elevarse en el aire con suavidad y todos los niños me miraban incluido el profesor Flitwich.
-Muy bien señorita Potter- dijo Flitwich con una risilla - además lo ha hecho a la primera, por ello 10 puntos para Gryffindor-
-Tienes que darme clases- dijo John riendo.
-tranquilo te enseñaré en la sala común- dije sonriendo.
-A mi también- dijo Sherlock de pronto como si estuviese compitiendo.
-Vale a ti también te enseñaré- dije riendo.

Por la tarde no tuvimos clase así que fuí a ver a Hagrid con John, Sherlock, Molly y Mary.
Fang nos recibió con unos grandes lametones y unos enormes ladridos.
-Shhh cállate Fang- dije riendo.
-Hola chicos- dijo Hagrid -llegáis justo a tiempo para ayudarme, tengo que ir a ver a un hipogrifo recién nacido ¿me acompañáis?-
-Por supuesto- dijimos los cinco a coro.

Fuimos con Hagrid al bosque donde había un grupo de hipogrifos en un claro, eran unas hermosas criaturas de muchos colores, desde un gris plateado hasta un negro azabache.
Aquello me recordó a Buckbeak y me preguntaba como se encontraría ahora que estaba solo.
-Esperad aquí- dijo Hagrid.
-Hagrid ¿Puedo hacerlo yo?- dije emocionada -se como se hace, yo me encargo de Buckbeak en casa-
-Vale pero no se lo digas a nadie- dijo él.
-Ten cuidado- dijeron Molly y Mary.

Me acerqué con movimientos muy lentos hasta que todos los hipogrifos me miraron.
Hice una reverencia y todos ellos me la devolvieron.
-Que pasada- dijeron John y Sherlock.
-Ten dales esto- dijo Hagrid lanzándome unos trozos de carne para cada uno.

Les di un trozo a cada uno y todos formaron un círculo donde estaba un pequeño hipogrifo bebé igual que Buckbeak.
-Hola pequeño- dije sonriendo dandole un pedacito de carne.
Era muy hermoso, pequeño y frágil pero se comió muy rápido el trozo de carne.
Le llevé hasta Hagrid para que lo examinase.
-Está muy sano- dijo con una sonrisa dandole otro pedazo de carne -se te da muy bien lo de cuidar hipogrifos-
-Gracias- dije riendo levemente -mi abuelo me enseñó-
-Y lo hizo de maravilla por lo que veo- Dijo Hagrid con una leve risa.

Estaba anocheciendo por lo que decidimos volver al castillo para cenar.
-(T/N)______ eres increíble- dijo Sherlock- has hecho que todos te hicieran una reverencia-
-solo hay que tenerles respecto y mostrarte amigable con ellos- dije sonriendo.
-Me encantaría poder hacer eso- dijo Mary.
-En tercero Hagrid nos enseñará- dije riendo.
-Creo que lo vamos a pasar muy bien todo el tiempo que estemos aquí- dijo John riendo.

Los cinco nos enlazamos por la altura de los hombros y seguimos nuestro camino hacia el gran comedor de nuestro nuevo hogar.

La magia de la deducción (Sherlock Holmes y Tú) [Potterlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora