El hombre de la capucha gris

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Fuimos a las tres escobas, en pocos minutos habíamos llenado el local.
Era un sitio muy pequeño pero acogedor.
Sherlock, John, Mary, Molly y yo nos sentamos en una mesa con cuatro cervezas de mantequilla caliente.
-Mmmm que rica- dijo John tras dar un sorbo.
-Si- dijo Mary limpiándose el bigote de espuma.
-¿Y si brindamos?- dijo Sherlock -Por la primera snitch de (T/N)_____ y que esperemos sea la primera de muchas otras-
-Salud- dijimos chocando las copas para luego beber.

Todos los del equipo golpeaban mi espalda con cuidado debido al brazo vendado y me daban la enhorabuena.
Estabamos pasando un gran rato pero pronto tuvimos que volver al colegio.
Cuando salimos de las tres escobas pude ver como un hombre con una capucha gris nos observaba fijamente, no pude reconocerle porque no veía su rostro.
-(T/N)_____ vamos- dijo mi padre sacandome de mi trance.
-Si ya voy papá- dije agarrando su mano.
-Estás contenta ¿No pequeña?- dijo mi abuelo -tu primera snitch-
-Mucho- dije sonriendo -pero lo estoy más desde que estais aquí -
-Ay tesoro- dijo mi abuela besando mi mejilla - sabes como sacarnos una sonrisa-
-Solo digo lo que siento- dije sonriendo.
-Me he fijado en una cosa antes...- dijo mi abuelo moviendo las cejas -ese niño... Sherlock... ¿Te gusta verdad?-
-No- dije sonrojada -no me gusta abuelo-
-Dímelo al oído que papá no se entera- dijo él riendo.
-No- dije cubriendo mi rostro con el cuello de mi padre.
-Vale, vale- dijo riendo -no te enfades-

A la mañana siguiente nuestros padres nos llevaron a Hogsmeade como si fueramos de excursión.
Lo primero que me llamó la atención fue Honeydukes, con sus escaparates pintados de diferentes colores.
-Papá quiero ir allí- dije señalando el escaparate -nunca entré dentro-
-Si papá- dijo John -¿Podemos?-
-Solo será un rato- dijo sherlock.
-No tardaremos mucho- dijo Mary.
-Ni gastaremos mucho- dijo Molly.
-De acuerdo- dijeron nuestros padres riendo antes de que entraramos corriendo en la tienda.

Todo era maravilloso, estaba lleno de dulces de todas las clases.
Calaveras de gominola que se movían, jarabe que aún burbujeaba, serpientes de gominola que se retorcían, algodón de azucar con todas las formas y colores, regaliz que nunca se acababa, caramelos que te hacían cosquillas en la lengua al comerlos, ranas de chocolate, grageas de todos los sabores... todo era como el país de los dulces.

Recorrimos todos los rincones de la tienda y probabamos cada cosa que veiamos.
-(T/N)______- dijo Sherlock -prueba este chocolate-
Tomé un pequeño sorbo.
-Mmmm que rico- sonreí -me llevaré uno para llevar despues y algo de ese jarabe de la entrada-
-Estate quieta- dijo John agarrando una serpiente de gominola que no dejaba de escucrrirse entre sus dedos.
-Para- dijo Mary dando un golpe en la cabeza de la gominola haciendo que parase.
-Muchas gracias- dijo John antes de comersela.
-Me encantan estos chicles de mega burbujas- dijo Molly haciendo una enorme pompa que cubrió todo su rostro -vaya-
Todos reímos y yo la ayudé a quitarselo.

Compramos un montón de chucherías más de las que habíamos planeado y unos chocolates para tomar.
Nuestros padres fueron al Pub de madame Rosmerta, una bruja muy simpática.
-Sabeis las normas- dijo ella -nada de magos menores-
-Son nuestros hijos y nietos- dijo mi abuelo -no harán nada son muy buenos-
-En ese caso pueden pasar- dijo ella dejandonos paso.

Entramos en el pub, era bastante pequeño con unas cabezas reducidas en la puerta que charlaban enre ellas y se burlaban de vez en cuando de la gente.
-Madre mía - dijo John -son peores que Peeves-
-Si- reí -tengo que admitir que es cierto-
-Con sus burlas recorriendo los pasillos- dijo Sherlock -a veces me saca de quicio-
-Ou- dije abrazandole -pobrecito Sherlock-
-Chicos ¿qué vais a tomar?- preguntó el tío Ron.
-Cerveza de mantequilla- dijomos a la veez los cinco.

Todos reimos y charlamos, estaba siendo un día perfecto.
Al salir del Pub miré hacia una esquina y pude ver que el mismo hombre del día anterior estaba allí de pie mirándonos fijamente de nuevo. No pude reconocer su rostro pero aún así no me daba una buena sensación, es más me daba un poco de miedo.

Volvimos al castillo y hicimos una fiesta de despedida para los padres ya que se iban el domindo por la mañana, extrañaría mucho a mi familia pero sabía que pronto volvería a estar a su lado.

La magia de la deducción (Sherlock Holmes y Tú) [Potterlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora