La magia de la deducción (Sherlock Holmes y Tú) [Potterlock]

Libros y pociones

Llegamos a clase de pociones del profesor Slughorn.
-Ah señoritas al fin llegan- dijo el profesor -pasen-
-Profesor ¿donde puedo dejar mi paquete?- pregunté con una leve sonrisa.
-Démelo yo se lo guardo hasta que termine la clase- dijo tomando el paquete bajo su brazo y dejándolo en su escritorio - bien hoy haremos la pócima para dormir la cual tenéis en la página 12 de vuestro libro-

Todos abrimos el libro por la página doce, era una pócima algo complicada pero no tenía porqué equivocarme.
Nos pusimos a elaborarla, Sherlock y yo ni siquiera nos mirábamos lo cual resultaba muy doloroso para mí.
Sabía que iba a resultarme muy complicado a partir de aquel día volver a ganarme la confianza y el aprecio de Sherlock hacia mí.

Después de un tiempo el profesor Slughorn probó todas las pociones con unos pájaros que traía, solo la mía y la de Sherlock funcionaban a la perfección aunque la suya duraba algunos minutos más que la mía por lo que los puntos de la clase fueron para Slytherin.
-Eenhorabuena- dije con una leve sonrisa.
-Gracias- dijo él serio - puedo enseñarte si quieres, así tu me enseñas los hechizos-
-Está bien- dije con una leve sonrisa.
-¿Te parece bien a las cinco en el patio empedrado?- dijo él.
-Perfecto- dije con una sonrisa antes de ir con John a la sala común tomando mi paquete antes de salir.

Al llegar a la sala común nos sentamos en un sofá para abrir el paquete de mi abuelo, el cual me hizo quedarme de piedra.
-Una saeta de fuego- dijo John -es la escoba más rápida del mundo-
-Es genial- dijo Mary- con ella seguro que ganáis -
- seguro que sí- reí.
-Bueno será mejor que nos pongamos a repasar antes de que nos toque defensa contra las artes oscuras- dijo John.
-¿Sabéis algo de quién es el profesor?- pregunté.
-No- dijo Mary -pero según una chica de tercero es muy guapo-
-Espero que no- dije -no quiero tener más problemas por culpa de chicos guapos-
-¿Eso quiere decir que te gusta Sherlock?- dijo John golpeándome con el codo.
-No- dije seria -no quiero que se enfade sin ningún motivo-

Ambos repasamos los hechizos antes de Defensa contra las artes oscuras.
Cuando llegamos a la clase todos los alumnos esperaban en la puerta.
John fue a hablar con Sherlock y de vez en cuando ambos nos miraban.
-Estos dos están tramando algo- dijo Molly.
-Estoy segura de ello- dije.
-Qué raro que el profesor aún no llegue-
-Si- dije - es muy raro-

De pronto un hombre de cabello negro ondulado apareció allí de sorpresa, era de tez pálida, ojos verdes y muy alto, era muy atractivo.
Todos tomamos asiento, el único que estaba libre era junto a Sherlock así que me senté con él.
-Bienvenidos a Defensa contra las artes oscuras- dijo el hombre con una sonrisa -yo soy el Profesor Aldridge y espero que además de divertiros en mi clase todos nos llevemos bien además de aprobar el examen-
Sus hermosos ojos verdes hicieron un barrido general de la clase y comenzó a pasar lista. Cuando llegó mi nombre sus ojos se clavaron en mí.
-He oído muchas cosas sobre usted señorita Potter- dijo con una hermosa sonrisa -es toda una celebridad-
-Gracias- dije.
-Espero grandes cosas por su parte- dijo sonriendo -al igual que todos los demás-

La clase fue muy entretenida aunque al ser la primera que teníamos nos dedicamos a conocernos un poco mejor todos.
Todas las chicas estaban como locas aunque yo mantenía la compostura para no irritar a Sherlock.
-Sé que te atrae como a todas- dijo Sherlock -no hace falta que te contengas-
-Tú eres un sabelotodo- dije seria.
-Tú también- dijo con una leve sonrisa -ya tenemos otra cosa en común-
-Eres imbécil- dije cruzándome de brazos.
-Si pero no puedes estar sin mí- dijo riendo.
-Eso es cierto- dije -no podría discutir con alguien-
-Tienes a Mary, a John y a Molly- dijo él.
-Pero no es lo mismo- dije sonriendo.

Terminó la clase y después tuvimos historia de la magia con el profesor Binns, fue la clase más aburrida de todas,incluso Sherlock y yo nos dormíamos.
Al finalizar la clase todos fueron a sus salas comunes y yo fui a buscar el libro de hechizos y mi caldero a la clase de pociones para estudiar con Sherlock.

Me dirigí al patio empedrado y estaba allí con su caldero en la mano.
Corrí a su lado cuando me saludó.
-¿Lista para preparar unas pociones?- dijo él.
-Mmmm- dije sonriendo -por supuesto, pero creo que estaremos mejor en el círculo de piedra, a estas horas casi no hay gente por allí-
-pues vamos- dijo sonriendo poniendo rumbo hacia allí.

Cuando llegamos nos sentamos en una esquina del patio, casi no había gente.
Mientras estábamos preparando los materiales charlábamos un poco.
-John me ha dicho que tienes una saeta de fuego- dijo él.
-Si- sonreí -me la ha regalado mi abuelo-
-Que suerte- dijo sonriendo -solo espero que no te hagas mucho daño en el partido-
-Eso espero- dije -mi familia va a venir a verme jugar-
-Que bien- dijo él con una sonrisa -estarás nerviosa-
-Para nada- dije -tengo muchísimas ganas de verles-
-Es normal- dijo él.
Nos pusimos a repasar las pociones, Sherlock era muy bueno preparándolas.
-Creo que serías muy buen profesor de pociones- reí - imagínate sustituyendo a Slughorn-
-Que va- rió -no me veo capaz de ello-
-Seguro que sí- dije riendo.

Cuando estábamos ensayando los hechizos, Kevin apareció por allí.
-Hola buscadora- dijo él con una sonrisa -¿repasando hechizos?-
-No solo le doy clases a mi amigo- dije sonriendo.
-Recuerda que mañana tenemos entrenamiento a primera hora- dijo - te quiero despejada y preparada para entrenar duro-
-Está bien Kevin. Adiós- dije cuando se fue.

Sherlock suspiró cuando se fue.
-Te gusta demasiado ese tío- dijo él -ni siquiera le atraes tú-
-No me gusta Kevin- dije seria y le di un abrazo -no te pongas celoso de cosas que no son verdad. Tú, John y mis primos sois los únicos con los que me llevo demasiado bien-
-Me alegra oír eso- dijo él riendo.

Cuando fue casi la hora de cenar ambos nos dirigimos a nuestras casas y cuando llegamos a las escaleras nos dimos un abrazo.
-Nos vemos en el gran comedor- dijo el mientras me abrazaba.
-Está bien- dije sonriendo.
-Gracias or enseñarme- dijo él separándose - eres una gran profesora-
-Tú también lo eres-sonreí.
-Seguro que no tanto como tú- dijo él besando mi mejilla - nos veremos luego -

Cuando se fue subí corriendo a nuestra sala común donde solo estaba Mary.
-Hola- dije con una sonrisa de oreja a oreja.
-Uy que feliz estás ¿No?- dijo ella riendo.
-Si un poco- reí.
-¿Qué tal la clase con Sherlock?- dijo Mary moviendo las cejas.
-Genial- dije suspirando -explica de maravilla-
-Estás enamorada de Sherlock- dijo ella riendo.
-Si- dije suspirando -no se lo digas a John ¿Vale?-
-Tranquila puedes confiar en mí- dijo ella sonriendo -seguro que él también lo está de ti-

Después todos los alumnos fuimos al comedor, la directora McGonagall nos recordó que pronto sería Halloween y tendríamos una cena especial.
Después de la cena dimos una última vuelta por los pasillos y volvimos a la sala común donde estaban mis primos con chucherías de Honeyduckes así que nos quedamos con ellos riendo y pasando un gran rato comiendo ranas de chocolate grageas de todos los sabores... fue una de las mejores noches del curso.