Dejó caer el lápiz en la mesa tras estirar los brazos y dejar caer la espalda en la silla con un pesado suspiro. Al fin había terminado los deberes, y le había costado un par de horas que, para él, fueron las más pesadas y a la vez las más tranquilas del mundo.
Kurama alzó un poco la cabeza para ver los apuntes de Hayami y luego los deberes terminados, esbozando así una leve sonrisa que mostraba su satisfacción al lograr realizar cada una de las operaciones. Creía que podía celebrarlo de alguna forma, por lo que se alzó de la silla de forma despreocupada para irse a la nevera y tomar una cerveza o...
Ahora que pensaba en cervezas... Quizás se había pasado con Minamisawa... Bah, se lo merecía por idiota.
Pero desde hacía bastante rato que había dejado de oír sus quejas y amenazas, por lo que supuso que se había ido a pasear o a tomar el aire. Suspiró aliviado por ello, levantándose de la silla para guardarlo todo y hacer algo de provecho y disfrutar un poco de aquella calma.
Tardó bastante poco en pasar la escoba por toda la casa, limpiándola de todo el polvo acumulado hasta que quedó limpia desde su punto de vista. Eso sí, la habitación de su compañero ni la pisó. No quería saber nada de él por el momento.
Salvo... Cómo estaría en aquel momento...
Volvió a caminar hasta el salón, dónde por el camino tomó el tarro con galletas de chocolate que siempre guardaba encima para ir comiendo mientras miraba la televisión en completo silencio. La mirada se le iba, pasando de la pantalla a la ventana y siempre que se daba cuenta de ello negaba con la cabeza y volvía a atender a los anuncios que estaban emitiendo.
Con un pesado suspiro, bastante aburrido por tanto silencio, se levantó de la cama para acercarse con cautela a la ventana y ver qué estaría haciendo Minamisawa en el portal. Por lo que pudo comprobar no se había ido del lugar. Es más, su posición era la misma que había visto al llegar a casa; sentado en el escalón de la casa y la cabeza ligeramente hundida en sus piernas. A saber que estaba haciendo... Y mejor no seguir preguntándose eso si quería reflexionar.
Un siseo sonó cerca de la pierna del moreno y algo ligeramente húmedo frotó su pierna. En cuanto agachó la cabeza y vio su serpiente, no pudo evitar esbozar una de las mayores sonrisas jamás hechas, pues ella era la única que lo había visto con una de ellas en el rostro.
-¡Hish! -Dijo tras tomarla en brazos y dejarla sobre su regazo.- ¿Cómo has podido salir de la caja?
La serpiente, obviamente, no le iba a responder aquello, pero volvió a sisear sacando su lengua viperina hacia un lado del sofá, olisqueando algo en el ambiente. Kurama suspiró, acariciando el largo de lo que, en teoría, era su tripa.
-Estar siempre vigilada te agobia, ¿no? -Suspiró antes de sonreír con cansancio.- Perdona, pero debes estar bajo el cristal. No puedo dejar que escapes y te mate algún imbécil.
La serpiente siguió reptando por el sofá, ignorando que su dueño estuviera hablando, pues acababa de rastrear una agradable víctima y su estómago estaba vació. Con sigilo, siguió su camino hasta empezar a subir el brazo del sofá.
-Aunque Minamisawa no hizo eso... -Seguía hablando Kurama.- Más bien te acogió en el bolso y... No sé que iba a hacer contigo.
Apoyó la cabeza en el respaldo del sofá mientras dejaba caer las piernas al suelo, ignorando que la serpiente se encontraba pasillo abajo, rumbo a las escaleras para poder saborear aquel suculento ratón que no se encontraba a una vista cercana a la de su dueño.
-En verdad... Creo que estoy siendo algo injusto con él. Siempre me ha tratado bien y en algunas cosas es cuidadoso conmigo, pero hay cada momento en que una buena hostia en la cara es necesaria. -Entrecerró los ojos, tratando de visualizar todas las cosas que lo molestaban.- Aquellos motes tan infantiles, sus aires de grandeza, su arrogancia, su mirada de “yo valgo más que tú” y su... su... -Trató de no gruñir al recordar aquel pequeño 'incidente' que ocurrió al emborracharse.- ¡Es un jodido pervertido de mierda, ególatra y chupapollas!
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ODIO CUANDO REALMENTE TE AMO
FanfictionKurama Norihito. Universitario y amante de las serpientes. Vive con su "amigo" Minamisawa Atsushi, con el que comparte piso al no poder llegar a fin de mes. ¿Por qué le llama "amigo"? No se sabe. Quizás sea porque en realidad no lo deja en paz en el...