📍┊(우유) - YOUR PRINCESS ; Chanbaek

O15

Beakhyun parecía que tenía muchas cosas que decirle a quien ahora se mostraba tan altanero y poco coherente. Durante unos segundos no supo controlar lo que parecían jadeos débiles, después de haber terminado de alcanzar la situación se percató de exactamente lo mismo; Chanyeol no entendía lo ridículo de la situación. — me das asco — le dijo sin muchos más rodeos. Si bien debía de admitir que aún sentía un choque eléctrico en su espalda baja, también se veía obligado a admitir lo descarado que era Park, sobre todo si se trataba de humillarlo.

Chanyeol levantó ambos brazos con resignación escandalosa. — venga, que mal se te dan las bromas a ti, ¿eh? —

— ¿bromas? — le preguntó Baekhyun con incredulidad. — estoy cansado de todo lo que haces para intentar avergonzarme — se quejó. — nos casamos por únicamente el bien de nuestro futuro, no porque nos quisiéramos o algo por el estilo — Chanyeol sonrió altanero y aquello hizo que Baekhyun continuara hablando. — nada nos obliga a tener que vernos o hablarnos, ése fue el trato —

El mayor rascó su mejilla con inquietud. — iré a dormir — dijo mientras bostezaba, Baekhyun notó que había ignorado por completo lo que le había dicho. — buenas noches, cielo — habló Chanyeol como si de verdad quisiera tratarle así, por mucho que él mismo entendía que la situación cada vez le hacía enfadar más. Pasó de él rodeándole, simulando pereza, Baekhyun le miró de reojo permitiendo que se fuera. Ahora, ahí, parado en medio de las escaleras no tuvo más que decir, Chanyeol se empeñaba en mostrar cualquiera de sus defectos siempre delante de él y desquitandose con SuHo.

Durante los siguientes cuatro días no sucedió absolutamente nada relevante, Baekhyun había decidido no dormir en la recámara con su esposo, tener que escuchar su respiración y a veces sus ronquidos cuando llegaba demasiado cansado algunas noches, no era nada satisfactorio, había pensado varias veces en asfixiarlo con una almohada, tal y como lo hacen las villanas de la telenovelas que miraba su madre. Chanyeol no le había dirigido la palabra desde esa noche, evitaba todo contacto y había parado de molestar a SuHo con los tan típicos comentarios ofensivos de los cuales tanto gustaba presumir, era como si de pronto todo se hubiese vuelto como el plan original.

El reloj encima de su mesita de noche color "chocolate" sonó con prisas en cuanto el despertador se anunció escandalosamente por toda la habitación. Una mujer con uniforme azul cielo entró a la pieza con una charola plateada, encima había un vaso de jugo de toronja, un sándwich y unas cuantas galletas de mantequilla. — Joven Baekhyun — llamó ella con suma delicadeza, tenían órdenes de tratarle como él se lo merecía. — joven Baekhyun — volvió a llamar pero el chico recostado en el colchón no respondió, la chica se asustó al pensar que durante la noche pudo haberle pasado algo, así que optó por dejar la charola en la mesita y sentarse al borde de la cama, seguido de esto se inclinó y tocó la barriga de Baekhyun para asegurarse de que al menos continuaba respirando. Ella suspiró con un fuerte alivió después de percatarse de que sencillamente el joven estaba tremendamente perdido en su sueño. Le movió un poquito y éste gruñó. — lamento despertarlo, pero su desayuno está aquí —

Baekhyun bostezó con suma pereza, se abrió como una estrella de mar, estirandose y murmurando incoherencias. Levantó un poco la cabeza y observó a la chica aún sentada al borde de la cama, lo cual le resultó extraño, ella se percató de la reacción del joven y de inmediato se levantó, disculpándose repetidamente. — disculpe, vi que no despertaba y yo...— Baekhyun rió y negó.

— ¿Podrías preparar mi baño? — dijo amablemente, la mujer asintió y se fue con prisas hasta el gigantesco cuarto de baño que olía a bombones y naranja. Baekhyun aprovechó el momento en el que la chica se retiró hacia el cuarto de baño para levantarse y buscar su bata de seda color crema, se la puso y enredó los tirantes creando un delicado nudo. Tomó el vaso con jugo de toronja y caminó con sus pantuflas puestas hasta el balcón. Desde ahí podía observarse a SuHo, regando las plantas mientras le oía silbar. Sonrió y habló. — ¿quién está en casa? —