Clímax

𝐂-𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 4

ᴄᴏɴꜱᴇɴᴛɪᴅᴀ

  Le pasé más verduras a Akxel.

— No la toques, y si lo haces no te pongas las manos en la boca, ¿entendiendo?

— Sí.

Has estado todo el día con Canela, la pobrecita has estado tan mal, el veterinario había dicho que era a causa de la edad, y que muy probablemente no llegué a fin de mes, y aquella notificación le ha sentado mal a Akxel y a Abril.

A mi por igual, ella ha sido una excelente compañera en varias ocasiones, me dolería bastante perderla, y tan solo imaginarlo me provocaba querer llorar, aunque la muerte de la abuela me ha dejado un sensible y todo me afectaba un grado más.

Dejé los platos vacíos en la lavaplatos, apoyando mis manos en la isla de la cocina para tomar una profunda respiración. He tenido más dolores de cabeza de lo usual, pero se lo responsabilizaba a mis estados de ánimos últimamente.

— ¿Puedo tener más?

Abrí los ojos fijando la vista en la pequeña niña a mi lado. Me mostró el platillo de plástico en dónde tenía su porción de pastel.

— Ya has comido suficiente pastel cariño, ya no más dulces por hoy.

— Pero... — sus labios se fruncieron con tristeza al igual todo su rostro. — Solo un poco.

Suspire y me agache a su altura.

— Comiste mucho dulces hoy, mañana te daré más pastel, pero ya es suficiente.

— No, yo quiero ahora.

Empezó a sollozar apretando sus ojos. La mire fijamente, me partía el alma verla llorar, pero no podía complacerla en cada cosa que pidiera y menos si le hacía daño.

— Mañana mi amor. — Trate de convencerla.

— ¡No! — Chillo con fuerza.

Su llanto aumentaba cada vez más.

— Por más que llores no vas a tener más pastel.

Tan solo quería taparme los oídos para cesar el ruido.

Note la presencia de Liam acercarse, ni siquiera lo escuché llegar por el llanto ensordecedor de Abril.

— ¿Qué pasa? — Preguntó en un tono preocupado.

Sin esperar una respuesta la tomo en brazos y la abrazo antes de sentarla sobre la isla.

Me incorporé dando unos pasos hacia atrás.

— ¿Por qué lloras?

Su llanto paro, ahora solo sollozaba, su rostro estaba muy enrojecido y sus ojos empapados al igual que sus mejillas.

Ella tan solo le mostró el platillo vacío.

— Quiere más pastel — le expliqué. — Pero ya ha comido demasiado dulce hoy, ya no más hasta mañana.

La miro con tristeza mientras acariciaba su cabello. Abril levantó la mirada haciéndole ojitos.

— Por favor — le tendió el platillo.— Solo un poco papi.

Liam lo tomo dándome una mirada de lo siento, lo mire incrédula, no podía creer que otra vez lo estaba haciendo. Me enojaba, me enojaba bastante.

— Solo es un poco — murmuro pasando a mi lado.

Pero claro, de poco en poco le cumplía todas sus exigencias, tan solo malcriándola.

La bajo de la isla y le devolvió el platillo con la porción de pastel, Abril ni siquiera me miró, tan solo se marchó pendiente a lo que tenía en su platillo.

El dolor que persistía en mi cabeza empezó a molestarme, incluso mi pulso se había acelerado un poco.

— Solo es un pedazo de pastel.

Levante la mirada y aparte sus manos de mi, sabe cuanto odio que complazcamos a nuestros hijos con caprichos.

— Un pedazo de pastel, Liam.

— Bee no te enojes por eso, solo es una pequeña tontería, además odio ver la llorar.

Una pequeña tontería que luego será un problema.

— Está mal y lo sabes.

Lleve una mano a mi cabeza.

— Lo sé — dejé que me abrazara.

— Solo no la consientas tanto.

— Tratare de no hacerlo.

Dejé salir el aire de mis pulmones. No ha sido un día fácil con todas estas emociones estancadas, Liam no ha estado hasta ahora, pero por suerte los niños no se alborotaban y eran tranquilos.

— ¿Por qué no vas y te sientas y descansa? Yo me encargo de la cena.

Negué.

— No te preocupes, yo puedo encargarme.

Tomó mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo a los ojos.

— Se que puedes, pero también se que no te sientes bien, y has estado lidiando con los niños tú sola todo el día, por lo que quiero que que vayas y te sientes y te relajes, ¿sí? Yo me encargo mi amor.

Lo miré agradecida.

Sus labios se posaron sobre los míos dulcemente.

— Gracias, te amo.

— Yo también te amo cariño.

Hice lo que me dijo y fui a la sala de estar, recostándome justo al lado de Abril, quien me miró y sonrió con dulzura.

No podía enojarme con ella, era tan solo una niña, mi niña.

— ¿Me prestas el control mi amor?

Se levantó rápidamente y lo tomó para entregármelo, recostándose al lado de mí.

Encendí la tv y busqué alguna película animada.

Akxel se levantó del suelo y se sentó a mi lado, sumándose a nosotras.

— ¿Tocaste a Canela?

Me miró con sus lindos ojos azules y negó con su cabeza, mostrándome sus manos.

— No mami, mira.

Acaricie su cabello y asentí, dejándole saber que le creía.

Tan solo me relaje disfrutando de la compañía de mis hijos.

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ᴍɪʟ ɢʀᴀᴄɪᴀꜱ ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ