𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐚 & 𝐃𝐨𝐬

6.1K 334 180
                                    

ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ ᴀᴅᴜʟᴛᴏ

ᴘʀᴜᴇʙᴀ ᴅᴇ ᴘᴀᴛᴇʀɴɪᴅᴀᴅ

 Volver a sentir la calidez de sus labios, y las húmedas caricias de su lengua entre mis piernas me emocionaban, causando que moviera mis caderas levemente de un lado a otro en una pequeña danza.

Mi ritmo cardiaco aumentaba descontroladamente, al igual que mi respiración.

Sus manos sostuvieron con firmeza mis caderas, evitando que ejerciera algún movimiento con ellas, torturándome con sus carias.

Liam — jadee en advertencia.

Aquello basto para que apartara su lengua, pasando a morder suavemente la parte interna de mis muslos y dejar leves carias sobre mi piel.

Abrió aún más mis piernas haciéndose espacio entre ella, empujo sus caderas hacia delante hundiendo su pene erecto en el interior de mi húmeda vagina, acariciando lentamente todo mi interior con suaves embestidas. Reclinó su cuerpo hacia delante quedando sobre mí, penetrándome aún más profundo.

Un gemido tras otro, solo esta cama era consciente del placer que me causaba.

Tomo mi cuello entre su mano, mordiendo el lóbulo de mi oreja bajando lentamente haciendo lo mismo en mi mejilla.

— Te sientes tan bien — gruño contra mi piel.

El ritmo de sus caderas aumentando, las penetraciones se hicieron aún más intensas causando tensión en mis piernas. Arque mi espalda rozando mis senos con su pecho, los cuales danzaban suavemente por el impacto de sus caderas contra mi pelvis.

Clave mis uñas en su espalda a la vez que mi respiración se cortaba, recibiendo un orgasmo que por un segundo parecía ser interminable.

— Sigue — le ordene.

Apoyo sus manos a cada lado de mi cintura penetrándome aún más fuerte.

Agarre con fuerza las sábanas de bajo de mis manos tirando de ellas, obteniendo otro orgasmo igual de placentero.

Eyaculo dentro de mí dejando una cálida sensación placentera.

Lentamente se retiró y se recostó a mi lado, tomando una actitud relajada.

Uní mis piernas acomodándome entre las sábanas para tomar un pequeño descanso.

Las semanas pasaban rápidamente.

Hace apenas dos semanas había ido a mi cita con el doctor, todo estaba en completo orden, ya había entrado en la séptima semana de gestión y el doctor me había afirmado que era posible realizar una prueba de paternidad en este periodo.

El hecho de saber de qué ya era posible saber la paternidad de mi bebe, me causaba nervios, no podía dejar de pensar en eso sin importar que. Apenas ayer le había comentado a Liam la novedad, dijo que debía de contactar a Erik cuanto antes.

— Empieza a notarse, aunque creo que es muy pronto para eso.

Lo mire de reojo para luego bajar la mirada a mi vientre.

Él rozaba delicadamente sus dedos sobre mi barriga que, a mi parecer, no empezaba a crecer.

— Claro, empieza desde ya a decirme que estoy gorda.

Se alejo quitando sus manos de mí.

— Dramas — murmuro que apenas pude escucharlo. — ¿Ya has contactado a Erik?

Solté un quejido.

No quería tener que hablar con él, no quería tener nada en relación con él.

— No — susurre sin ánimos.

Clímax Donde viven las historias. Descúbrelo ahora