𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 & 𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞

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ᴘᴏʀQᴜᴇ ᴛᴇ ᴀᴍᴏ ɪɪ

Mamá: ¿Por qué el tema del dinero te sigue molestando? Ya eres una adulta cariño.

Blair: No me molesta, ma, solo no quiero que me pague mis estudios.

Mamá: ¿Por qué no?

Blair: Pero no quiero Mamá, yo puedo hacerlo sola.

Mamá: Si mi amor, pero piensa en que es tu novio, viven juntos; son un equipo, y un buen equipo siempre trata de ayudarse entre sí, y es muy normal y sano que trate de hacerlo, malo fuera si el tuviera la posibilidad y no lo hiciera.

Suspire frustrada.

Mamá: Blair, no hay nada más lindo que tu pareja quiera ayudarte al cien por ciento, además, es un hombre, son cosas que hacen los hombres, no le quites el privilegio de darte algo que él quiere darte, y no significa que tu no puedas hacerlo, el seguramente lo sabe muy bien... Al menos prométeme que hablaras con él y resolverán las cosas.

Quería desaparecerme de la faz de la tierra en estos momentos.

Blair: Hablare con él, pero no prometo nada.

Mamá: Estoy conforme con que lo intentes. Me alegra haber escuchado tu voz cariño.

Blair: A mí también ma, hasta luego, te amo, y dale besos a papá. 

Mamá: Se los daré, te amo.

Colgué la llamada y solté el teléfono a un lado.

Mire las notas sobre la mesa, solo me faltaba una página más por descifrar para poder acabar, llevaba alrededor de cuatro horas tratando de terminar los apuntes del profesor Mitchell.

Pensaba en hacer la cena, pero quería terminar antes de, mientras más trabaja en esto, menos oportunidad tengo para pensar en la incomodidad que sentía, y aunque le dije a mi madre que hablaría con él, realmente esperaba a que haya entendido con lo que le dije en su oficina.

No quería sentirme enojada, impotente o simplemente ponerme a la defensiva, nada de eso, pero no era algo que pudiese controlar así de fácil.

Trataba de descifrar un párrafo de la libreta justo cuando escuche que llamaron a la puerta, levante la mirada y confundida me levante. No era el timbre normal que estaba acostumbrada a escuchar, al acercarme al recibidor, el speaker emitía una luz roja.

Antes no lo habia utilizado, extrañada pulse el botón que ponía con letra pequeña "Call", este hizo un sonido.

— ¿Hola? — Dije con voz confusa.

Hola Blair, oye, creo que Liam cambio el código de la puerta, ya no puedo abrirla.

Mire el speaker, no supe que más decir y solo pulse abrir, el aparato en la pared cambio la luz de roja a verde, y luego de unos segundos, de verde a naranja.

Al menos sabia que no era un desconocido.

Me acerqué a la puerta y la abrí, Mike ya estaba cerca, y venia con dos bolsas en sus manos, ambas de color negro.

Sonrió con amabilidad.

Su complexión física era fuerte, y muy notable por su alta estatura, a pesar de llevar abrigo, el cual que le quedaba muy bien. 

— No sé porque Liam cambio el código de la puerta después que le dije que me lo sabía de memoria. — Rio irónicamente. — Extraño, ¿no?

— Seguro — le devolví la misma sonrisa amable.

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