Clímax

𝐋𝐈𝐀𝐌

"𝘓𝘰𝘴 𝘢𝘮𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘣𝘢𝘳𝘥𝘦𝘴 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘯 𝘢 𝘢𝘮𝘰𝘳𝘦𝘴, 𝘯𝘪 𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴, 𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘯 𝘢𝘭𝘭í."  —𝘚𝘪𝘭𝘷𝘪𝘰 𝘙𝘰𝘥𝘳í𝘨𝘶𝘦𝘻.

◦ ❖ ◦ɴᴀʀʀᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʟɪᴀᴍ◦ ❖ ◦

— "Solo espero que vengas para entonces, si no, sabes cómo se pondrá tu madre."

Asentí, aunque sabía que no podía verme.

— "Estaré allá, no te preocupes."

— "Bien, buenas noches... Y suerte."

— "Gracias papá."

Colgué la llamada y giré sobre mis pies, mirando a través del cristal que actualmente nos dividía.

Toda la noche había tratado de ganar tiempo, sin embargo, seguir posponiéndolo sería ridículo. Me hacía sentir muy nervioso y ansioso hacerle aquella pregunta, y aunque estaba seguro de sus sentimientos hacia mí, igual dudaba de que fuese a dar un "sí."

Luego de jugar con mi teléfono en mis manos por unos pocos minutos, cruce la puerta hacia el otro lado.

A cada paso admirándola sin despegar la vista de su figura. Estaba esplendida en aquel vestido verde, lucia tal cual la reina que era.

— Ya estoy aquí — le avise, antes de cruzar mis brazos alrededor de su cintura.

Desprendía un dulce aroma primaveral que me encantaba, acerque mis labios a su cuello y deje un camino de besos hasta la piel descubierta de su hombro derecho.

— Es una hermosa vista — señalo hacia el frente.

Y a pesar de que no le he prestado tanta atención a ese detalle, tenía la razón al respecto.

— Sabía que iba a gustarte, lo veía como el lugar perfecto para pedirte de una manera formal que seas mi novia.

Solté sin más, era ahora o nunca.

Se dio la vuelta viéndome a la cara.

Sinceramente espera una reacción más alegre, pero no fue así, ni siquiera podía descifrar su expresión, y eso me hizo sentir nervioso sin saber que esperar de su parte.

Al ver que no decía nada...

— Se que me tarde, y lo lamento, pero con todo por lo que estabas pasando no estaba seguro de que fuese el momento indicado, no quería presionarte a entrar en una relación formal conmigo cuando evidentemente no sabias ni que hacer contigo misma. Y entendería si aún quieres pensarlo.

«Pensarlo...» Eso se asimilaba a un "No".

— Liam... — murmuro.

Di unos pasos hacia atrás.

— Te quiero de verdad, y estaría dispuesto a esperar por un futuro contigo, sé que ese bebé que llevas no tiene ninguna relación conmigo, pero te prometo que puedo amarlo tanto como puedo amarte a ti.

Quería que supiera que por el hecho de que este embarazada no cambiaría mis sentimientos por ella.

Su mirada no se mostraba conforme con mis palabras.

Ya ni siquiera estaba nervioso, sentía miedo, que simplemente no me haya dado una respuesta positiva de inmediato eran motivos de más para tener pensamientos negativos.

— Tu, Liam, puedes tener a quien quieras cuando quieras. ¿Por qué yo? Estoy embarazada de otro hombre... ¿Por qué eso no te importa? No entiendo nada.

Oh... Claro que me importaba, y de cierta manera me afectaba, sin embargo, había algo:

— Antes de darnos cuenta de tu embarazo, prácticamente te prometí la luna y las estrellas, y yo cumplo mis promesas a como dé lugar, y más si eso implica no hacerte daño, Blair, y no quiero que te vayas, no sé si esto contigo fue amor a primera vista o alguna babosada de esas... pero te quiero para mí — quería acercarme paro no me atrevía. — Antes de ti ni siquiera pensaba en tener algo realmente formal con nadie, y ahora llegas tu y en lo único en lo que puedo pensar es en ti caminando hacia un altar y formando nuestra familia. Y si ese bebé debe de formar parte para que un "nosotros" funcione, entonces así será.

Me preocupaba asustarla con mis palabras, pero su expresión de alivio... me alivio.

Respiro pesadamente antes de tomar mi mano y con ternura acariciar mis nudillos.

Hubo un extenso momento de silencio, y por como actuaba, me empezaba a preparar mentalmente para una respuesta negativa.

— Creo que yo soy la afortunada, Li.

Y sus palabras me dieron esperanza.

Me acerque acortando la distancia. Ella levanto su cabeza mirándome con esas hermosas esmeraldas que tenía como ojos; brillaban más que nunca.

Valientemente me atreví a repetir la pregunta.

— ¿Entonces? ¿Quieres o no quieres ser mía? Blair Kelly.

En sus labios se dibujó una hermosa y delicada sonrisa.

— Sí quiero, señor Hampton.

Mi corazón dio un vuelco tan fuerte que dolió.

Tome su barbilla con mis dedos, rosando mis labios con los de ella.

— Eso quería escuchar — susurre.

La bese atrayéndola a un más hacia mí. El dulce sabor a vino se había quedado impregnado en sus labios.

"Como la quiero." 

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ᴍɪʟ ɢʀᴀᴄɪᴀꜱ ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ