Eevee Del 204 [Resubido]

XVI

Esa misma mañana no pudo haber sido un poco más extraño, era raro que Rafael no asistiera hoy, él era el más cumplido y me incomoda también el tema de que Cameron estará en mi mismo salón, ¿esto se puede volver más raro?

— ¿Qué clase toca hoy día? — preguntó la Glaceon

— historia con el profesor más irritable del mundo

— ¿Por qué dices eso?

— se puede decir que se enoja fácilmente por motivos irrelevantes

— ¿Y esos motivos cuáles son?

Brener iba a responderle pero fue en ese momento cuando el profesor entró imponiendo orden en el salón — silencio estudiantes, espero hayan traído el reporte que despedí sobre el tratado de separación.

El día recién empezaba iba a ser todo una clase con Cameron, sin embargo, cuando hay clases y cosas por hacer el tiempo se va volando y ni cuenta uno se da.

— escuché que hoy tenemos una alumna nueva, ¿Cree esa nueva alumna poder presentarse ante mí y sus nuevos compañeros?

La Glaceon se levantó de su asiento y cordial se presentó ante el profesor que era un Lucario.

— Buenos días profesor, me llamo Cameron y me inscribieron ayer no diré nada más ya que a nadie le importa

— ¿Qué? — preguntó confundido — ¿por qué dices eso?

— es que es verdad, todos venimos aquí por una cosa, estudiar, no escuchar la vida social de los demás, ya sabe, la típica «escuchemos su vida para sentir pena por él y hacerlo sentir mejor o al menos actuar hipócritamente para que se sienta bien aún así lo miremos mal de reojo»

Las palabras de Glaceon sorprendieron al profesor, era la primera vez, al menos para mí, que alguien venía y se presentaba de esa manera tan peculiar.La actitud del profesor y su cambio repentino en su rostro, nos hizo sospechar de que iba a regañarla o algo por el estilo, pero no fue así, sólo le dijo que tenía razón, uno iba a la universidad a planear su futuro, no escuchar la vida de los demás, no obstante, ¿que nos valía estudiar si jamás íbamos a estudiar la vida una persona para saber si necesita algo de lo que nosotros hemos aprendido?

Cameron firme y con una actitud directa le respondió:

«no podemos ir preguntando qué necesita alguien de nosotros»

A lo que el profesor la confrontó con otra interrogante.

— ¿Y podemos preguntarnos qué necesitamos de nosotros mismos?

Ella se quedó sin palabras, yo también, pero fue más simplemente porque nunca había visto el profesor debatir por más de 3 minutos con un estudiante, ver como Cameron confrontaba profesor verbalmente fue épico...

— abran su página 65, hoy habrá una prueba sobre el tratado de separación

El tratado de separación, hace 70 años, los humanos y los Pokémon juraron jamás hacerse daño uno al otro, tomando una medida sin violencia y sólo con palabras de que cada uno sería libre de escoger de quedarse con su dueño sea Pokémon o humano, sea libre de entrenadores o sea libre de Pokémon, en pocas palabras, se nos fueron otorgados derechos, tipo los derechos humanos.

Cuando acabó la clase, la clase, no la escuela, era hora de ir a almorzar, sin embargo, Cameron quería quedarse un rato.

— ¿Vas a quedarte? — le pregunté algo confundido, hace un momento supuestamente tenía hambre

— sí, creo que me quedaré un ratito más a estudiar

— ok, ¿Te traigo algo?

— con un té caliente me bastará